Los videos de la parte superior corresponden a la presentación del Grupo de Danzas Renacer Oriental, bajo la dirección del Prof. Francisco Tirado, en el marco de Los Eventos Cuturales de Las Fiestas de San Pablo, el domingo 25-01-15
Parroquia San Pablo:
Historia, cultura y tradiciones
Manuel de Jesús Morales
A mi amadísimo Dios,
por el que existo.
A mi padre Pablo
Antonio,
A mi Amada Madre
Angélica Morales,a mi hermana Yamile y a mi sobrino Pablo José,
los cuales aun estando
ya con diosito, siguen siendo un pedazo de mi corazón.
Amis hermanos, grandes
razones en vida.
A la profesora
especialista Arelys Morales,
mi madrina, quien me abrió
el camino hacia la docencia.
A toda la gente de San
Pablo,
las que me han dado
siempre muestra de respeto y cariño.
A los niños y jóvenes
de mi pueblo, futuros continuadores de este legado,
y muy especialmente, a
esos hombres y mujeres que ya no están entre nosotros
y que son un libro
viviente para la comunidad.
Si tienes una palabra
lánzala al viento
él la llevará muy
lejos…
Luís Beltrán Prieto Figueroa
En esta tierra donde
los hombres combatieron tanto,
donde los caminos se
morían de hambre de viajeros,
donde se odió hasta
agotarse el odio,
en esta tierra,
se hizo la raza,
la nueva raza…
Andrés Eloy Blanco
La tradición es árbol que todo hombre debe cuidar
Cuando
la historia nos permite testimoniarla, cuando por razón particular o especial
subsiste en la mente y el corazón de los hombres, es porque ella misma posee
objetividad propia. Lo cual hace, que sea pulsada por fuerzas que viven y
persisten en el seno de una cultura dada, fortalecida por sus más fervientes
cultores. Una calle, el barrio, el campo, la ciudad, una comida, o la gracia
musical y danzaria de un territorio específico, al confluir, fraguan el
espíritu y la conciencia de su gente, trayendo consigo una diversidad cultural
indiscutible, legada por quienes ya nos antecedieron.
La tradición es árbol que cada hombre o
mujer debe cuidar, de su enseñanza y promoción depende gran parte de la
historia y en gran medida el destino de los pueblos. Un país sin tradición y
sin historia es un pueblo sin pulso para el futuro. La modernidad está cargada
de tradición e historicidad y lo popular cada vez se arraiga, más y más a las
piedras y al camino que construyen a una nación y Venezuela no se halla exenta de
ello.
La historia mitificada, la fabulada a
través de una leyenda, de un canto, o esa historia oral o local que narraron y aun narran nuestras
abuelas y abuelos demuestran que el hombre forja su propio destino e
identidad. Los cantos de tinajeras, Los
cantos de ordeño y Los cantos de arreo en esta zona de Anzoátegui
---especialmente en la comunidad de San Pablo--- patentizan el más vivo ejemplo
de los Cantos de Trabajo, siendo la función social el principal sostén de la
literatura tanto escrita como de tradición, porque las formas artísticas de las
cuales se ha nutrido la cultura en todo su esplendor provienen del trabajo. Y
la oralidad, en este sentido ha jugado un papel fundamentalísimo dentro de toda
esa cosmovisión.
Queda demostrado entonces, que en la
formación de nuestra hispanidad los americanos de estas tierras, aunque
padecieron el detestable horror de la esclavitud y el sometimiento por parte de
España ---y al ésta, implantar el Estado y el Derecho en el Nuevo Mundo---
nunca dejaron de ser fieles a sus costumbres y credos, aportando de esta manera
un enorme grado de autenticidad en la formación de nuestros valores. Enseñanzas
que hoy día son trasmitidas por generaciones enteras. De ahí que, uno de los
sellos fundamentales de la hispanidad sea la rica historia cultural de América,
vitoreada no solo en este continente, sino en otros países del hemisferio.
Con este material histórico-cultural, y
porque no, pedagógico, fruto de ocho años de dura investigación, el que se
muestra hoy al público lector y muy personal a los docentes del país, a los
niños y jóvenes que llenan las aulas de las instituciones educativas y
cordialmente al terruño Cajigalense, San Pablo de Azaca, más que brindarles una
obra densa o poco interesante, se ha pretendido que a través de ella los
lectores puedan ver que cada nación o territorio tiene el derecho a conocer su
propia historia, empezando por la historia local tan arraigada en costumbres y
tradiciones. Siempre confiando que los libros vivientes tienen mucho que decir,
y los escritos, aunque pocos, tienen material suficiente para demostrar lo
antiquísimo de un pueblo. Satisface dejar este instrumento de trabajo en manos
de aquellos, interesados o no, en nuestro pasado. Estamos seguros que de esta
forma ya la historia será conocida y divulgada.
Ramón Elías Laffita
Escritor y Poeta Cubano
Fundación de San Pablo
El
pueblo de San Pablo ya existía desde 1674, por aquellos días se llamó San Pablo
de Machías. Época, que visita las misiones eclesiásticas el señor Obispo de
Puerto Rico, el ilustrísimo Fray Bartolomé García de Escañuela, el que también
visitó las Misiones de Píritu del 21 de octubre al 5 de noviembre de 1674.
Aunque el pueblo ya existía, éste no contaba con iglesia. Quizás, esta fue una
fundación anterior a la de 1678, realizada por el padre Matías Ruiz Blanco.
Informe fechado en Margarita, el 25 de febrero de 1675.
Según Caulín biógrafo de Matías Ruiz Blanco
a este pueblo se les tenía ya anticipadas
algunas visitas, y granjeadas algunas voluntades de los principales capitanes
con repetidos agasajos y paternales consejos sin dejar de la mano la continua
oración con la que instaba en los estrados de la Divina Misericordia. Dio por
obligado el Altísimo de finezas tan puras y repetidas súplicas, abriéndole el
paso para que llegase a la ejecución de La Conversión de Los Palenques, que
aficionados a la afabilidad de su trato, continuos beneficios, y buenos
ejemplos, se congregaron más de 500, y salieron a vivir civilmente donde fuese
su voluntad que fundasen el pueblo. Hizo para este fin elección de un sitio
apacible a los márgenes de una laguna llamada Azaca, donde comenzaron a
fabricar sus casas el año de 1678, con las cuales dio principio a este pueblo,
invocando por su titular y patrono al Apóstol de Las Gentes San Pablo. (…). Más
de un año llevaban ya de trabajo y habiendo experimentado al primer invierno una
extraordinaria inundación del río Unare, tuvieron por bien de trasladarlo, como
lo hicieron el año de 1680, al sitio al que hoy permanece, llamado Mataruco,
nombre que daban Los Indios a una especie de paja o heno con que cobijaban sus
casas.
La población indígena de San Pablo de Azaca
fue fundada por el padre Matías Ruiz
Blanco en las márgenes de la Laguna de Azaca, hoy conocida como Laguna de Amana, cerca del actual caserío de Jabillal y
Los Barrancones en el año de 1678, aproximadamente, con indios Cumanagotos
Caracares, también se les llamaban Palenques, porque cercaban con madera su
jurisdicción para protegerse de posibles enemigos. Dos años después, en 1680,
fue trasladado a la parte donde nos encontramos hoy en día. El sitio denominado
Mataruco, es el nombre que les daban los indios Palenques Caracares a una
especie de paja que crecía en la zona, este lugar se tomó como último
asentamiento de los Palenques Caracares o Cumanagotos Caracares, porque quedaba
en lo alto del territorio y así evitarían futuras inundaciones y desaparición
del pueblo como había sucedido anteriormente. En la época de Caulín tenía 800
habitantes y se habían bautizado 3100 almas y habían muerto 1350 personas. En
1731 tenía 388 habitantes. Para 1736 se componía de 107 familias con 449
personas; en 1761 contaba con 133 familias y 655 habitantes, 110 casas, 26
haciendas. Iñigo de Abad dice que para la fecha San Pablo tenía 859 habitantes,
3 esclavos, 3 haciendas y 845 cabezas de ganado mayor. De manera general, los
Palenques eran los vecinos occidentales de los Cumanagotos, su territorio se
extendía por las vegas del río Unare, desde la parte inferior del río Guaribe y
la margen occidental del río Güere hasta, quizás, Santa María de Ipire y
Pariaguán. Varias denominaciones usan los cronistas para referirse a los
palenques: Caracares, Guaribes y Güere-Matarucos. Debe hacerse una acotación en
cuanto a la Fundación de San Pablo, se cree, que las riberas de la Laguna
Grande también fue asiento de la población de San Pablo de Azaca, sin embargo,
no se ubicó alguna fuente documental que refiriera algo al respecto. También erradamente
hay quienes llaman a la Laguna Grande “Laguna de Azaca”. Siendo la verdad que
la Laguna de Azaca es la misma Laguna de Amana, y se dice esto, porque en el
vocabulario cumanagoto se acostumbraba a cambiar las consonantes por otras. En
este caso en “Azaca” se cambian las consonantes m y n por las consonantes z y c.
Por otro lado las fuentes documentales encontradas sí hacen referencia a la
Laguna de Amana como asiento del primer pueblo de San Pablo, en 1678. Las siguientes imágenes son huellas encontradas recientemente del primer asentamiento indígena de San Pablo, a orillas del río Unare y cerca de la laguna de Amana.
Descendientes de Cumanagotos Caracares en 1887
Indudablemente los primeros que habitaron la población de San Pablo
fueron los indios Cumanagotos Caracares o más conocidos como Palenques Caracares
o Guaribes Matarucos, pero si nos remontamos al año 1887, ya se registraban apellidos en el documento
de la Repartición de Tierras que se detallan a continuación: Rondón, Camarín,
Chiramo, Ramos, Moreno, Alvino, Gómez, Coche, Guarata, Querequechúa, Manzano,
Merecuana, Tiapa, Herrera, Paracuto, Amaricua, Marapati, Rojas, Payagua,
Chipamo, Araguaney, Chivico, Atagua, Jiménez, Puturo, Vente, Parucho, Robles,
Guaicuto, Guaiquirima, Rodríguez, Salazar, Guzmán, Paraqueimo, Urbáez, Lanza,
entre otros.
Cementerio indígena de
San Pablo de Azaca
En las cercanías de la Laguna de Amana existen restos de un cementerio
que perteneció a nuestros antepasados indígenas, son básicamente restos de
sepulcros hechos en piedra y son la viva huella de que allí existió el primer
asiento poblacional de San Pablo de Azaca. Dicho cementerio se halla totalmente
abandonado, lo cual imposibilita conocer un poco más de estas culturas que nos
antecedieron y que son parte de nuestra existencia y legado. A continuación se
muestran algunas tumbas construidas con piedra, del primer asentamiento de San
Pablo de Azaca.
Primeros inmigrantes de San Pablo
A partir de la segunda década del siglo XX comenzaron a establecerse en
nuestra población de San Pablo familias de algunas comunidades vecinas como:
Caigua, Clarines, San Miguel, El Pilar, Píritu, Aragua de Barcelona, entre
otros. Entre esas familias podemos mencionar: Alemán, Anato, Vente, Franseschi,
Morales, Roux, Rojas y otras. Las familias Guzmán, Poturo y Alvino, todavía
establecidas en la comunidad son consideradas las familias más antiguas nativas
de esta población. Ya por el año 1940 existían aproximadamente 13 familias con
una población de 30 a
40 personas.
Evidencia del paso de los
españoles por San Pablo
Una huella imborrable en el tiempo
de la existencia de las misiones españolas en estas tierras son las ruinas que
se hallan en nuestra población conocidas como Las Murallas y admiradas por nuestros visitantes. Ellas son el
pasado y el presente de hombres y mujeres que mostraron al mundo lo que en
términos arquitectónicos podían realizar. Hoy se aprecian como arte y es un
privilegio de que existan para el disfrute de todos, pero también es el dolor,
la vejación y el sometimiento al que estuvieron expuestos por años los
representantes de estas culturas para pervivir en la historia. Estas ruinas o
murallas constituyen una tradición mantenida como legado de generaciones
enteras y son la conciencia identitaria de un pueblo.
Las Ruinas coloniales de San Pablo de Azaca
Geografía de San Pablo de Azaca
Situación astronómica de San Pablo de Azaca
Su localización
astronómica es de 9 grados, de 46’, 42” de latitud norte y 65 grados 02’,56” de longitud oeste.
Situación geográfica de San Pablo de Azaca
Al
referirnos a la nueva refundación de San Pablo de Azaca, debemos también
aceptar el toponímico de San Pablo de Güere por éste hallarse en las cercanías
del río Güere o San Pablo de Mataruco, porque en el sitio donde se ubicó el
pueblo crecía una especie de paja o heno que los indios cumanagotos caracares
nombraban así. Este terruño queda en la parte noroeste del Municipio Juan
Manuel Cajigal en el Estado Anzoátegui. Marco Aurelio Vila dice lo siguiente: (…)
Se haya situado entre la orilla oriental
del río Güere y la Laguna Encantada y en una altitud de 20 metros. Administrativamente
está bajo la jurisdicción del Municipio Juan Manuel Cajigal cuya capital es
Onoto y limita por el norte con el caserío San Francisco del municipio Píritu,
al sur con el caserío Salistral, al este con San Lorenzo y al oeste con el
caserío Los Barrancones. La extensión territorial del área que ocupa es de
aproximadamente 8000 m2. Se comunica por carretera con Onoto a 35 km, con
Puerto Píritu a 33 km, con Clarines a 20 km, con Aragua de Barcelona en 49 km y
con Barcelona en 73 km.
Geomorfología de San Pablo de Azaca
Zona montañosa, planicie costera, suelos rojos y amarillos, con una
temperatura promedio de 27 grados, con dos períodos; uno seco y otro lluvioso,
la precipitación promedio anual es de 900 mm. Las fuentes hidrográficas más
importantes las constituyen el río Güere
al este y el río Unare al oeste. Así mismo posee diversas lagunas como: La
Laguna Grande, Amanota y manantiales tan populares como el de La zorra. Existen lagunas artificiales y privadas localizadas en diferentes
fincas de la población, el agua para el consumo humano llega a través de
tuberías desde el río Unare, la cual es tratada antes de su consumo.
San Pablo y sus ríos.
Unare
Nace en las serranías de Bergantín y
desemboca en el mar. El término Unare proviene de la palabra “Dunare”, nombre
con el que designaban a un cacique dueño y señor de todo lo que abarca hoy la
Cuenca del Unare. El río Unare fue a principios del siglo XIX, un río navegable
por su gran caudal.
Güere
Es un afluente del río Unare, que nace en
mesa o en terrenos planos y desemboca en el mar. Junto a la población de
Pariaguán, en las cercanías donde también nacen el río Guanipa y Pao. Su
recorrido es casi paralelo al río Unare, acercándose gradualmente uno con el
otro hasta formar una confluencia al sur de Clarines. El nombre de este río
está relacionado con un cacique llamado Güere, quien tenía grandes riquezas y
un crecido número de vasallos. Este cacique gozaba de la ventaja de ser muy
amigo del cacique Dunare, el cual vivía en la parte alta de los llanos, sobre
los sitios que van desde San Pablo, Onoto, La Encantada, San José de Unare,
hasta remontarse al sitio llamado Pariagua, al que después los españoles le
colocaron una “n” al final para que se denominara Pariaguán. Este afluente es muy
importante dentro de la geografía Cajigalense, ubica límites y por su parte
izquierda sirve para el riego y el turismo en los meses de vacaciones.
San Pablo: Flora y Fauna
Flora
Se encuentran en esta zona una variedad de árboles silvestres de gran
altura como El samán, El cují, El
araguaney o árbol de Ipé, El jarillo o Apamate, El jabillo, Guatacaro. Árboles
de frutos comestibles como lechosa, patilla, guayaba, naranja, coco, níspero.
Leguminosas como frijoles, chícharos, caraotas. Plantas ornamentales como
cayena, helecho, siempre verde, rosa, isora, bella a las once, entre otras.
Fauna
Predomina una gran variedad de animales mamíferos como: perros,
caballos, cochinos, vacas, gatos, conejos, ovejos, chigüires, venados, lapas,
cunaguaros, mapurites, puerco espín. Aves como: gallinas, guacharacas, pavos,
pavos reales, patos, guineos, pájaros de varias especies. Reptiles como:
iguanas, salamanquejas, culebras, matos, babas. Peces de agua dulce como: bucos,
bagres, guabinas, loras, viejitas, corronchos, coporos.
Matias
Ruíz Blanco
Biografía del Padre Matías Ruiz Blanco
Muy
escasos son los datos que han llegado hasta nosotros sobre su nacimiento, los
primeros años y comienzos de su vida religiosa fueron suficientes para ubicarlo
dentro de los personajes principales del
mundo eclesiástico, antes de arribar a América. El Padre Matías Ruiz Blanco
nació en la Villa de Estepa, Sevilla, en 1643. Siendo muy joven vistió el
hábito franciscano en la provincia de Andalucía, posiblemente en el convento de
nuestra Señora de Gracia la Virgen María de su pueblo natal, fundado por los Marqueses
de Centurión en 1603. En la Casa Noviciado de Recolección estudió Arte y
Teología, cuando sólo contaba 23 años en 1666 ya desempeñaba el cargo de
profesor de Artes en el Convento de Nuestra Señora del Valle, en Sevilla, donde
le sorprendió en 1670, la llegada del Padre Domingo de Bustamante de las
misiones de Píritu a España en solicitud de nuevos religiosos. Ya
quisieran haber tenido muchos de
nuestros misioneros un biógrafo tan cuidadoso y diligente como el que le cupo
en suerte al Padre Matías Ruiz Blanco, y de seguro que la posteridad no hubiese
andado con ellos tan a ciegas, ni tan desconocedora de su hazañosa existencia.
A pesar de ello, si prescindimos por un momento de esa fuente originaria y
principal no puede afirmarse que la vida de nuestro misionero haya sido muy
divulgada en tiempos recientes, aun dado el caudal de noticias y datos que
obran para ilustrar su figura y su gestión misionera en Píritu a lo largo de una serie considerable
de años, es lamentable que hasta la fecha no se le haya prestado la merecida
atención, ni se haya intentando trazar un esbozo biográfico de la altura y
extensión merecidas que tuvo, aunque solo fuese para reafirmar lo que el Padre
Caulín su primer y mejor biógrafo dijo de él. Desde aquellos días hasta los nuestros
son pocos y muy contados los que se han ocupado de la personalidad religiosa y
gesta misionera del padre Matías Ruiz Blanco, siendo el señor don Manuel
Serrano y Sanz quien lo ha hecho con más cariño y respeto, cuando reedita en
1892 la Conversión de Píritu, donde introduce un breve esbozo a modo de noticia
sobre el Padre franciscano Matías Ruiz Blanco y de sus obras, dicho escrito
ocupa siete páginas, destacando su personalidad religiosa, misionera y
científica, donde confiesa claramente que, sin género de dudas, creemos que el
nombre del venerable sabio Matías Ruiz Blanco tiene indiscutibles méritos para
ocupar un lugar de honor en todas las sociedades filológicas del mundo por sus
importantísimos trabajos sobre la lingüística de los indígenas en la América
Meridional. Y, después de enumerar sucintamente su producción bibliográfica,
cita con justa admiración palabras de Caulín acerca de tan distinguido
lingüista: llama poderosamente la
atención que en un libro impreso en etapas, en 1891, acerca de esta ciudad y
sus hijos ilustres, ni siquiera por incidencia se mencione a un hombre tan
insigne, como el autor de la Conversión de Píritu. En el Memorial Ostipense, impreso en 1888,
tampoco figura su nombre y sin más opiniones dignas de mencionar sobre este
gran hombre llegamos hasta 1926, en que aparece en la Enciclopedia Espasa, una
breve referencia biográfica suya que sí merece los honores de tomársela en
cuenta. Cito: Misionero Franciscano
Español del siglo XVII, n. en Estepa. Fue enviado en 1675 a las misiones de
Venezuela de las que fue presidente, y en 1683 vino a España en busca de nuevos
misioneros. Volvió después a España para defender ante el Consejo de Indias la
organización y el gobierno de los
indígenas, que habían establecido los misioneros. La última referencia que
tenemos anotada es de 1948 y corresponde a don Joaquín Gabaldón Márquez, quien
le dedica y nos ofrece una brevísima bio-bibliografía de dos páginas escasas en
su muestrario. A nuestro juicio el señor Serrano y Sanz, concibe méritos
literarios que hacen acreedor al padre Ruiz Blanco de que su nombre figure en
las sociedades filológicas de todo el mundo, su relevante gesta misionera lo
coloca entre los grande varones que, con
infatigable celo y luces de sabiduría, han contribuido a la propagación de la
fe, aumento y esplendor de las apostólicas misiones y doctrinas de Píritu, palabras del Padre Caulín que aseveran la
credibilidad misionera de este padre franciscano. Es justo, pues, que al frente
de su tercera edición de la Conversión de Píritu ofrezcamos al lector una
biografía cuidada y lo más circunstanciada posible del benemérito y preclaro
misionero, basándonos en las fuentes de información a nuestro alcance y
valiéndonos de las noticias autobiográficas que fue sembrando el propio Padre
Ruiz Blanco a lo largo de sus escritos. Caulín dice en su Historia de la Nueva
Andalucía que el padre Matías Ruiz Blanco muere hacia 1705, pero el historiador
franciscano le da aún por vivo en 1706 y solo afirma que murió acabada su
tercera y última prelacía, en cuyo caso habría que retrasar su muerte hasta
1708 por lo menos, que es cuando debió terminar el trienio de su gobierno, lo
que quiere decir que su muerte cronológicamente está en duda.
Escritos lingüísticos e
históricos de Matías Ruiz Blanco
El Padre Matías Ruiz Blanco fue nombrado cronista de las conversiones en
el año 1684, ordenándosele que escribiera los sucesos memorables de las mismas
y los tratados que, con su capacidad y experiencia, debían ser necesarios para
la luz y régimen de los misioneros y el espiritual aprovechamiento de los indios.
Según nos informa el Padre Antonio Caulín, Matías Ruiz puso luego por obra la
práctica de este espiritual ejercicio sin dejar de las manos la pluma con que
trasladó al papel los afectos del corazón en cuatro libros que escribió y dio a
la prensa por los años de 1683 a 1690, los que a continuación se nombran: Principios y reglas de la Lengua Cumanagota,
con un diccionario de ella. Advertencias
y notas a dicho Arte Cumanagoto. Doctrina
cristiana y su explicación en dicha lengua, con un tesoro de nombres y
verbos de ella. Conversión de Píritu, sus
incrementos, ritos y cosas particulares del país, con un directorio para
instruir a los indios en las cosas esenciales de la religión cristiana.
Faceta religioso misionera del
Padre Matías Ruiz Blanco. Tercera Expedición Misionera, Píritu 1672.
La Tercera Expedición Misionera pasó por Píritu en 1672, donde El padre franciscano Matías Ruiz Blanco,
hijo de la provincia de Andalucía, que había leído Artes y fue de nuevo
instituido lector de Artes y Teología de las conversiones, natural de la Villa
de Estepa, de veintisiete años de edad, fue el principal impulsor de estas
misiones por estas tierras. El Padre Antonio Caulín informa que la notoria
capacidad y virtuosismo del Padre Ruiz Blanco fueron premiadas por sus
provincias al encargarle la Cátedra de Artes y que el propio Matías en discurso de agradecimiento por tal
nombramiento leyó en el Convento del Valle
de la ciudad de Sevilla, por los años del Señor de 1666, esta labor la
debió desempeñar hasta su paso a las misiones de Píritu, para las que se sintió
llamado por Dios y dio su nombre, previa autorización de su prelado, con harto
regocijo del mencionado Padre Bustamante, quien desde aquel momento, vio en él
a uno de los más celosos ministros que,
con su ejemplar vida y notoria capacidad, incrementó dichas misiones y propagó
la fe católica. Apreciación que más tarde fue corroborada por los
resultados de su extraordinaria actuación misionera, hasta el punto que mereció
del Padre Caulín este elogioso juicio: A
mi ver, y sin agravio de los muchos varones doctos y apostólicos con que la
religión ha enriquecido las misiones y doctrinas de Píritu, se puede contar el
venerable Ruíz Blanco por una de las más fuertes columnas que en ellas han
mantenido el peso de la casa de Dios y extendido la fe de Jesucristo, en cuyas
ilustres tareas, cuando otros le hayan imitado, dudo que alguno le haya
excedido. Cuando el Padre Matías Ruíz Blanco se creyó ya libre de la
ocupación de la Cátedra para dedicarse de lleno a la conversión de los infieles,
antes de abandonar España después de reclutar nuevos misioneros, llegó a sus
manos una patente del Comisario General de Indias instituyéndole de nuevo el
cargo de Lector de Artes y Teología para que enseñase dichas asignaturas a los
cuatro religiosos estudiantes que iban con él y pudiesen ejercer allí con
actitud el ministerio de la predicación, cometido que desempeñó a gusto de
superiores y discípulos hasta principios de 1675, fecha en que el prelado de la
conversión distribuyó el personal misionero por varios parajes de infieles.
Conversión de los indios
Characuares
Al Padre Matías Ruiz Blanco le tocó la conversión de los indios
Characuares, que vivían en la Quebrada de Tucupío de Güere, y por compañero le
tocó a su discípulo Padre Jacinto Pérez. No fue en verdad fácil la reducción de
aquellos indios, pues bien avenidos con la libertad que gozaban en su
infidelidad, se negaban a someterse al suave yugo de la ley evangélica. Pero a
costa de no escasos trabajos y de muchas y amorosas exhortaciones, pudo Ruiz
Blanco lograr que los indios Characuares resolviesen fundar un pueblo en el que,
el propio padre dijo la primera misa, el día 11 de enero de 1675, después de
haberle bautizado con el nombre de San Juan Evangelista de Tucupío.
Conversión de los indios
Topocuares
De San Juan Evangelista de Tucupío, Matías Ruiz Blanco pasó a un sitio
denominado Aguaritacuar, tres leguas al poniente de Tucupío y a un cuarto del
río Egüeri, donde residían algunos capitanes de indios Cumanagotos Topocuares,
por cuya conversión había comenzado a preocuparse ahora Matías Ruiz Blanco.
Este padre franciscano se estableció entre ellos y les habló con su habitual
afabilidad y persuasivas razones sobre la conveniencia de reducirse a poblado,
y, granjeadas las voluntades de los caudillos principales, echó las bases de un
segundo pueblo, el de San Lorenzo de Aguaritacuar fundado en el año de 1675 y
teniendo en cuenta que el pueblo de San Juan Evangelista del Tucupío padecía de
una total carencia de agua, lo agregó al pueblo de San Lorenzo en 1676,
desapareciendo la zona de Tucupío meses después. Fueron muchas y grandes las adversidades
que padeció el Padre Ruiz Blanco en la reducción y conversión de estas dos
tierras, siendo el mayor de ellos el desvanecer
las falsedades y supersticiosos errores que entre ellos tenía sembrado el
demonio, por medio de los piaches y hechiceros, haciéndoles creer que las aguas
del Santo Bautismo y Unción de los Santos Oleos, eran el veneno con que los
padres misioneros quitaban la vida a los enfermos que bautizaban en el artículo
de la muerte. El propio Padre Ruiz Blanco nos dice que los misioneros bautizaban a los pequeñuelos en el artículo
de la muerte y no antes de que originara el que los hechiceros persuadieron a
los indios que sus hijos se morían porque los bautizaban y que esa
presunción duró mucho tiempo y añade: Con
los indios se trabaja mucho por persuadirlos a que el bautismo no quita la vida
del cuerpo, antes sí la causa en el alma, limpiándola de la enfermedad y la
culpa. Para confirmar lo dicho nos refiere el siguiente caso que le sucedió
a él mismo con un indio, llamado Chavire, que es lo mismo que decir Lechuzo, en
lengua Cumanagoto. Este indio se hallaba al borde de la muerte, sin esperanza
alguna de vida, y habiendo trabajado con él por espacio de algunos días para
persuadirle que se hiciese cristiano, invariablemente le respondía que no lo
quería ser para no morirse. Compadecido
de su ceguedad y miseria, le dieron impulso al padre de prometerle que si se
hacía cristiano y recibía el cuerpo de Dios sacramentado, su Majestad le
sanaría y le daría salud. Admitió el indio la propuesta, le hizo cristiano y
comulgó, y luego al punto empezó a
sentirse mejor y convaleció de su enfermedad, y le dio el Señor la salud y
quedó desengañado de su error y temores. Como parece por este hecho, era
muy grande el celo de la gloria de Dios en que ardía el Padre Ruiz Blanco, y
son varios los casos extraordinarios que refiere haberle sucedido en
confirmación de la verdad que predicaba. Aún estaba en la reducción de los indios
Characuares cuando le sucedió esto otro: Había, entre ellos, un indio que tenía
varias mujeres, obstáculo el mayor que
esta gente tiene para reducirse y hacerse cristianos. El Padre le predicó
varias veces para que, detestando su lascivia, depusiese su terquedad abrazando
sin dilaciones la doctrina que le predicaba, y una de las veces se atrevió a
decirle “que, si no las dejaba, Dios se las había de quitar”, y así se lo pedía
en sus sacrificios y oraciones al Ser Supremo. Caso bien singular que, siendo todas las mas bien mozas y robustas,
fueron enfermando, y a todas las bauticé en el artículo de la muerte, y quedó
sólo el que tan ciego estaba. Y considerando las demás que había en el pueblo
la brevedad con que se le habían muerto las cinco mujeres, no había ninguna que
quisiese casarse con él. Entró en acuerdo y se hizo cristiano, y me rogó le
buscase una india cristiana para casarse con ella, porque tenía muchos hijos y
tenía la casa sin gobierno. Y cierra su relato con este breve comentario: fue este caso tan ejemplar en aquel pueblo,
que hasta los indios lo celebraban. Mas no fueron tan eficaces ni
persuasivas sus palabras para lograr que los indios dejasen de hacer sus
demostraciones ridículas en ocasión de los eclipses de luna y sol, pues nos
refiere que en una ocasión de estas le
cogió a deshora y durmiendo ya los indios lo despertaron y fue tal el ruido que
se levanto la población y lo obligó a salir de casa. Volviendo a la gesta misionera
del Padre Ruiz Blanco podemos decir que la rebelde nación de los palenques
vivía soliviantada en las riberas del río Unare y totalmente negada a las luces
del evangelio desde el tiempo de su levantamiento. La reducción de aquellas
almas llegó a ser el principal asunto del corazón de este padre y el empleo
total de sus discursos, y una vez que hubo concluido la fundación del pueblo de
San Lorenzo de Aguaritacuar, con la unión del de San Juan Evangelista del
Tucupío, Matías Ruiz Blanco pasó a realizar la conversión de los indios
Caracares.
Conversión de los indios
Palenques Caracares
No pudiendo contener los fervores de su espíritu, determinó el Padre
Matías Ruiz Blanco dar comienzo a la reducción y conversión de la obstinada
nación de los palenques. Con estas dos fundaciones anteriores, su celo ardiente
se había acreditado ya ante los demás, y como siervo fiel, que por todas partes solicita la honra y gloria de Dios,
le aclamaba el mundo a quien su notoria literatura, la voluntaria renuncia de
la Cátedra de Artes con la honra de la santa provincia de Andalucía, su madre;
el fervoroso celo de la conversión de las almas y otras muchas virtudes que le
ordenaban, le tenían ya afianzada en estos países la veneración y pública fama
de uno de los más célebres misioneros con que la religión seráfica había
enriquecido en su tiempo estas apostólicas misiones. Ya les había hecho
algunas visitas a los Palenques Caracares y tenía granjeadas las voluntades de
algunos indios capitanes principales con repetidos agasajos y paternales
exhortaciones para que se redujesen. Todo esto unido a la afabilidad de su
trato. Continuos beneficios y buenos ejemplos, hizo que más de seiscientas
almas de aquella rebelde nación, depusiesen su fiereza y saliesen a vivir
civilmente donde fue su voluntad fundar el pueblo. Para ello se escogió un
sitio apacible a las márgenes de una laguna, llamada Azaca, donde comenzaron a
levantar sus casas en 1678, dándosele al pueblo por su titular y patrono
Apóstol de las Gentes, el nombre de San Pablo. Más de un año llevaban
trabajando en sus fábricas cuando una crecida del Unare les obligó a
trasladarlo a otro sitio más seguro, denominado Mataruco, mudanza que se
efectuó en 1680. En confirmación de cuan agradables eran a los ojos de Dios las
oraciones y trabajos misioneros de su siervo Padre Matías Ruiz Blanco, el Padre
Caulín nos refiere el siguiente suceso: Llegada
a la Laguna de Azaca y hecha la elección del sitio para la elección del pueblo,
enarboló, según costumbre, la Santa Cruz para que fuese adorada por los indios
y supiesen estos que aquel precioso madero era el estandarte de la milicia de
Cristo, bajo cuyas banderas entraban a vivir, siguiendo desde aquel mismo día
su doctrina y detestando de una vez los falsos ritos del demonio, quien los
tenía tan ciegos y engañados en sus
errores. Serían como las nueve de la noche, y estando aún muchos indios
despiertos se formó en el aire, instantáneamente un globo de notable magnitud y
claridad que duró como unos treinta minutos, luego corrió hacia la parte norte,
y desvaneció con tan estruendoso estallido como el de la mayor pieza de
artillería. En el mismo instante fueron visto y oído en el pueblo de Píritu,
distante del de San Pablo diez leguas de camino. El Padre Caulín, comenta,
que bien pudiera atribuirse este fenómeno a causa natural, pero que, atendidas
las circunstancias de haber sido aquellos indios los más rebeldes a su
reducción, y hallarse después de estos sucesos tan joviales y pacíficos, se tuvo por cierto haber sido los
espíritus infernales, que poseían aquella nación y salieron de fuga, sin
esperanza de victoria. Y nuevamente añade: confirman este pensamiento el haberse oído muchas veces en dicho pueblo
(...) lamentos formidables de los demonios, que se atribuyeron a sentimiento de
que los naturales se apartasen de sus vicios y diabólicas adoraciones por
abrazar la fe de Jesucristo. Y continúa diciendo el Padre Caulín que, entre otras, fue notable una ocasión que,
estando el venerable Ruiz Blanco en su pobre choza, a los primeros días de la
fundación del pueblo de San Pablo, llegaron a él unos indios infieles, recién
salidos del monte, notablemente sobresaltados y temblando de temor y espanto.
El Padre les preguntó la causa de su turbación, y respondieron: que estando
cercanos a dicho pueblo, oyeron unos fúnebres llantos y voces lamentables, que
les reprendían la resolución de dejar las costumbres y ritos de sus padres y
abuelos y, quejándose de que siguiesen la doctrina que los padres misioneros
les enseñaban. Por lo cual llegaron a reconocer y persuadirse a que aquellos
estruendosos lamentos eran quejas de su maldito seductor por fuerza de la
envidia de verlos abrazar la fe de Jesucristo a pesar de su soberbia. El
Padre Caulín cierra su comentario con esta juiciosa observación que hacemos
nuestra: no soy inclinado a referir casos
portentosos, o casos que huelen a milagro sin la plena justificación que para
su tradición se requiere, y mucho menos pensara hoy en referirlos al ver tan
juiciosa la crítica del mundo; pero tampoco cumpliera fielmente con mi oficio
dejando en silencio esta y otras maravillas que en estos países ha obrado el
Señor de las alturas en confirmación de su doctrina y crédito de sus siervos y
fieles ministros, cuando las hallo autenticadas y confirmadas con juramentos de
varones apostólicos y prelados celosos,
en quienes ni puedo, ni quiero considerar el menor viso de apocrificio ni
mentira, sabiendo que no está abreviada a solo un prodigio la poderosa mano de
aquel Señor que supo sumergir en las aguas al más precipitado enemigo, para
que, libre de su tiranía, cantasen victorias sus escogidos y quedasen en
pacífica posesión de su amado pueblo.
Matías Ruiz Blanco viaja a
España en el año 1681
Salió, pues, de Píritu el año de 1681, y después de once meses de viaje
llegó a la Corte, donde presentó sus despachos en el Real y Supremo Consejo de
las Indias, y comprobadas sus hazañas en el Nuevo Mundo, su Majestad se sirvió
en concederle una misión de dieciocho religiosos, catorce sacerdotes y cuatro legos. El propio
Matías Ruiz Blanco dice: que por dos
veces tuve asignados, y, por haberme faltado al embarcar algunos, llevé la
misión incompleta. Sobre el resultado total hecho por el padre franciscano
y de su gestión en España se pueden citar las siguientes cláusulas: “concedió su
Majestad en tiempo de la misión, doce ornamentos de seda para celebrar y
componer los altares, doce misales, doce manuales y doce copones de plata para
custodias del Santísimo Sacramento. Nueva prorrogación de los 12.544 reales por
otros diez años. Orden para que se formasen el presidio de los soldados
españoles, aumentando el número hasta 30, lo cual no se puso en ejecución.
Cédula para que las limosnas situadas en Caracas se pagasen con toda precisión.
Otras cédulas para que los indios de las conversiones fueran libres de
encomienda y de tributo”. Esto dio paso a que dicho padre continuara su labor
en las misiones de Píritu.
1.3.8. Matías Ruiz Blanco regresa a
Píritu en el año 1683
Terminadas sus gestiones en la corte con
los resultados que se desprenden de estas cláusulas, regresó a Píritu en el año
de 1683 al frente de una misión de trece religiosos. No había hecho sino llegar
a su destino el Padre Ruíz Blanco cuando recibió el nombramiento de cronista de
aquellas misiones, en patente firmada por el Reverendísimo Padre Comisario
General de Indias y de la Corte Fray Cristóbal del Viso, dada en San Francisco
de Madrid el 21 de marzo de 1684.
Nuestras etnias en
el pasado
Quienes eran Los Palenques
Según Marc de Civrieux: Los españoles dieron también el nombre de “Palenques” a los
constructores de estos fortines indígenas. (…) …distinguían a veces grupos
locales, tales como los Palenques del Guaribe, situados al norte del territorio
Palenque, los Güere y Mataruco, ubicados entre los ríos Unare y Güere, y los
Caracares, que se extendían al sur de los Guaribes, en la margen occidental del
Unare (…)
La represión española de 1681 condujo a
gran número de Palenques Cumanagotos a internarse profundamente en los llanos
del oeste y sur, cogiendo por el río Unare hacia la parte de los llanos,
atravesando el pueblo de Mataruco, es decir, San Pablo, y estableciéndose allí
como población de Palenques durante un largo tiempo.
Enfrentamiento entre los
indios Caracares y Guaribes
Cosa irrefutable es que, como la inquietud y hostilidades de la guerra
son tan opuestas a la paz y sosiego que se necesita para plantar en los
corazones de los hombres la fe católica, y demás virtudes que le acompañan, así
la paz y conformidad de unos con otros es el medio más eficaz para el cultivo
espiritual de las almas, que se convierten de las tinieblas del gentilismo a la
luz clara del Santo Evangelio. Apersonados los caciques de los Palenques
Caracares y Guaribes al llamado del Fray don Juan Bravo de Acuña, ofrecieron
fingidamente la paz, mostrándose desde entonces humildes y domésticos con los
religiosos y españoles y fingiéndose mansos corderos los que poco antes se
vieron como tigres, y sangrientos lobos en su corazón, mudando solo la piel con
el disfraz de su buen trato, para ejecutar después su depravado intento. En
este estado y simulada amistad se mantuvieron once años, esperando la más
oportuna ocasión para la venganza de sus pasados agravios, mientras que los
padres misioneros aplicaban los fervores de su celo a la conversión de otras
naciones más dóciles que ya dejó referidas y reducidas al abrazar nuestra Santa
Fe Católica. Llegó pues el año de 1678 y primero de la prelacía del Padre Fray
Francisco de Aparicio, hijo de la santa provincia de Castilla, cuyo generoso corazón
y fervoroso espíritu no cabía dentro de la esfera de las maravillas, con que la
poderosa diestra del altísimo premiaba los continuos afanes de aquellos misioneros
en la Conversión del Gentilismo; y con el deseo y ansias que tenía de verlo
todo sujeto al suave yugo del Santo Evangelio y dominio de nuestro Rey
Católico, para aumento de su corona y gloria de la fe, determinó hacer una
entrada o expedición evangélica a las tierras de los Palenques Guaribes, que en
las montañas de este vivían retirados, o por mejor decir morían en aquellos
montes a manos de la rabiosa saña que tenían de ver ya en sus tierras a los que
antes pudieron haber desterrado con violencia, o borrado de su memoria. Por
este tiempo estaba aquel prelado tratando de convertirlos al cristianismo. Por
esta razón mandó varios mensajeros a fin de explorarles su voluntad para que
saliesen gustosos a recibir los Ministros del Evangelio. Daban los Guaribes a
todos muchas esperanzas; que es propio de esta gente dar a lo que se proponen
buenas aunque falaces respuestas. Fiado el celoso prelado en estas, que en su
concepto tuvo por verdades, resolvió mandar, como lo hizo en 1678, al Padre
Fray Sebastián Delgado, hijo de la Santa Provincia de Andalucía, para que les
predicase el reino de Dios, llevando en su compañía a Fray Juan de Villegas, laico
de la misma provincia, con orden de quedarse a vivir entre ellos en el sitio
que escogiesen para fundar el pueblo. Dio motivo a esta resolución una guerra
que los expresados Guaribes anunciaron contra los Palenques Caracares del
pueblo de San Pablo y que el Padre Ruiz Blanco estaba poblando en las riberas
del río Unare. Los indios Guaribes sin más motivos que el de impedir la
conversión de los indios al cristianismo, incitados por el demonio, que tanto
vela por impedir el bien espiritual de las almas, formaron para tal fin un
cuerpo de ejército, y cercaron al amanecer la población de San Pablo con ánimo
de darle fuego, después de quitar la vida al Padre Sebastián Delgado y a todos
sus moradores. Sintiendo esto y el estruendo de los Guaribes; los indios
Caracares se pusieron a la orden y trabaron una sangrienta guerra consiguiendo
una milagrosa victoria, que sin pérdida de un cristiano desbarataron al
ejército enemigo, y aprisionaron cientos de ellos con sus capitanes y
caudillos, y los demás salieron en fuga. El Padre Ruiz Blanco, que todo el
tiempo de batalla permaneció en oración invocando el auxilio de la divina
misericordia, después de darle infinitas gracias por la conseguida victoria,
trató de hacer las paces con los Guaribes, que, por último ofrecieron poblarse
en sus tierras, San Juan Evangelista del Guaribe, dejando cientos de caudillos
en la población de San Pablo. Los Guaribes fueron una tribu muy rebelde, se
negaba a la evangelización y actuaba con violencia hacia los misioneros. Fue el
día 18 de julio de 1680, antes de rayar el alba, y pareciéndoles que esta era
la hora más oportuna, echaron un pregón en la plaza, que decía: matemos a estos Padres y a todos los demás
que son sus afectos y oyen su doctrina. Entraron en la iglesia donde se
encontraban los religiosos como corderos que en breve habrían de ser
sacrificados. Precedían aquella chusma de indios dos capitanejos: Mapirítu y
Amoco. Llegaron, primeramente, y mataron al religioso Fray Juan de Villegas; y
después de haberle clavado una flecha por la espalda, le atravesaron el pecho
con una mortal puñalada, y al mismo tiempo le dieron tan fiero macanazo, que le
dividió la cabeza en dos partes. Acometieron después a éste con la misma
fiereza dándole dos crueles macanazos; y fue caso portentoso, que con la
primera que le rompió el casco hasta las cejas, se mantuvo en pié predicando a
los que le mataban, y considerándose ya mortalmente herido, rogó con toda
humildad a los matadores que lo dejasen morir en paz. Los infieles saquearon la
pobre iglesia, destrozaron los ornamentos, y demás cosas sagradas, y sin sacar
los cuerpos les pegaron fuego, dejándolos dentro hasta que pasó el sacrílego
incendio. Después les echaron un dogal al cuello y sacándolos a rastra por la
plaza, los llevaron hasta el pié de una gran cruz que allí había. Entregaron a
un indio uno de los sombreros de los padres para que llevándolo al pueblo de
San Pablo sirviese de seña, e hiciesen lo mismo con todos los religiosos y
pueblos, pero Dios mantuvo la fe entre los indios palenques de San Pablo, que
frenó la ira de los mal intencionados.
Religión.
Religión Católica
El número de creyentes católicos es de aproximadamente 1200 habitantes. Es
importante destacar que las manifestaciones de creyentes en Cristo, no
católicos, se está propagando rápidamente en
la población, lo que permitido que la religión católica no crezca, debido a la falta de un párroco permanente que
atienda las necesidades espirituales de nuestros habitantes.
Religiosos que padecieron martirio en manos de los
indios Guaribes
Corría
el año de 1680, en que esta conversión de los indios Guaribes se hallaba con
mucha tranquilidad e iba incrementándose, tanto en poblaciones como en número
de personas que se habían convertido a la fe católica. Estaba reciente la pacificación entre los
Palenques Guaribes y los Cumanagotos, ambos grupos siempre vivieron en guerras
y lides. Fue milagrosa la paz que se vivió entre estas dos naciones y la
dispuso El Señor a través de sus servidores misioneros. Empezada a formarse la población
de San Pablo, de los indios Palenques Caracares, con 180 familias que se
estaban poblando en las riberas del río Unare; el enemigo común ---el diablo---que
siempre vela por estorbar el bien de las almas, incitó a los indios Guaribes a
dar guerra a los Palenques Caracares, procurando obstaculizar su conversión al
evangelio. Los indios Guaribes formaron un cuerpo de ejército con las
prevenciones militares que acostumbraban, y un día, al amanecer, cercaron la
población de San Pablo para quemarla y matar a sus moradores. Los habitantes de
San Pablo se pusieron alerta y se alistaron en armas ordenadamente y
consiguieron una milagrosa victoria sobre los Guaribes, de los cuales apresaron
un centenar. No murió ni un solo poblador de San Pablo. Desarmados los Guaribes
con sus jefes caudillos, también fueron apresados, se trató de hacer la paz y
que se establecieran con gusto en la población de San Pablo.
Era
mucho el gentío que formaban los Guaribes y
se trató de que poblaran en sus
tierras, para lo cual fue señalado el padre Fray Sebastián Delgado, y el
hermano Fray Juan Villegas, quienes al año ya tenían una población conversa de
200 vecinos y muchos bautizados. Los Guaribes un año entero gastaron en
consultas para quitar la vida a todos los religiosos y volverse a los montes a
vivir en sus ciegos y supersticiosos ritos. Estos conflictivos indios se
comunicaban a través de mensajeros, que andaban a altas horas de la noche de un
pueblo a otro, cautelando el que no fuesen vistos. En la madrugada del día 18
de julio del año 1680, y en el momento que salía la luna, cercaron el pueblo y
la iglesia de San Juan Evangelista del Guaribe, en la cual estaban los dos
religiosos como corderos que en breve debían ser sacrificados. Echaron los
infieles un pregón en la plaza y dijeron:
Matemos a estos Padres y a todos los demás que son sus afectos y oyen su
doctrina. Acometieron a la iglesia como sangrientos lobos y, entrando en
ella, al religioso lego le dieron con un carcaj de flecha por la espalda, así
herido se levantó y habló con el sacerdote, su compañero, y así, juntos lloraron.
Le dieron una puñalada en el pecho y con una macana le partieron la cabeza en
dos partes, y con esas heridas expiró a los ojos de su compañero. Al sacerdote
le dieron dos heridas mortales en la cabeza, y fue caso impresionante que con
la primera herida que le penetró el cráneo hasta las cejas, permaneció en pié,
predicando a los que le mataban. Considerándose mortalmente herido rogó que lo
dejasen morir en calma.
Estos infieles saquearon la pobre iglesia, destrozando los ornamentos y
demás cosas sagradas y, sin sacar los cuerpos le pegaron fuego y hasta que pasó
el sacrílego incendio no los sacaron. Les ataron una soga por el cuello y los
arrastraron a la plaza y arrimándolos a la gran Cruz que allí había, les
decían: ¿Cómo ahora no nos llamáis a la
iglesia? ¿Cómo no tocáis las campanas para que vallamos a oír la palabra de
Dios? Estas y otras cosas semejantes les decían como manifiestas señales
del gran odio que tenían a la fe. Arrojaron
los cuerpos de los religiosos en un pozo en el que se preparaba el barro para
las casas, dieron fuego a todo el lugar y se retiraron a los montes. Casi dos
días tuvieron los cuerpos de los religiosos sin poderles dar sepultura; y
habiendo los indios de San Antonio de Clarines entrado a sacarlos, los hallaron
frescos, sin descomponerse y con las heridas frescas. Y al levantar de la
tierra al religioso lego, este arrojó gran cantidad de sangre por la herida que
tenía en el pecho. Poseían los hábitos quemados hasta la cintura y en los
cuerpos no se encontraron indicios o lesiones de haber estado entre las llamas,
como lo tuvieron.
Algunos administradores espirituales
de la Parroquia San Pablo
Fray Matías García
Misionero
franciscano, entre los años 1753 y 1754 fue predicador general, ministro de los
pueblos San Pablo y San Francisco, excomisario más antiguo de las Misiones de
Píritu. En San Pablo tuvo autoridad para presenciar los matrimonios, con
licencia, y da sepultura al individuo muerto, en la iglesia a su cargo.
Fray José Rodríguez
Fue un religioso que sirvió a San Pablo en
su misión cristiana por el año 1761.
Fray Juan González López
Fue Cura de San Pablo en el año 1836. Este mismo año el Presbítero García y
Oliva visitó a San Pablo como Vicario.
Presbítero Manuel Acereda La Linde
Llega de España el 23 de marzo de 1928 e
inmediatamente el señor obispo lo destina a Onoto, capital del Distrito Cajigal
en el Estado Anzoátegui. Durante el tiempo que estuvo en Onoto realizaba una
visita anual a San Pablo, los días de la conversión cristiana entre el 24 y el 28 de enero.
Presbítero José Sabino
Atendió la iglesia de San Pablo durante el año 1927.
Iglesia Cristiana Evangélica
En
la población de San Pablo hay un aproximado de setenta personas creyentes de la
Iglesia Evangélica, en cualquiera de sus manifestaciones y denominaciones. En
la actualidad hay cuatro iglesias de esta categoría en la comunidad.
Testigos de Jehová
Testigos de Jehová
Del total de la población hay alrededor de
cincuenta personas que reciben enseñanzas de los Testigos de Jehová. Es
importante destacar que las manifestaciones de creyentes en Cristo, no
católicos, entre Evangélicos y Testigos de Jehová, se está propagando
rápidamente en la población. Sin embargo,
la religión católica no crece debido a la falta de un párroco permanente que
atienda las necesidades espirituales de nuestros habitantes.
Las Misiones
Definición de Misiones
Se
entiende por Misiones a la reducción indígena sometida al misionero.
Fundación de las Misiones de Píritu
La Misión de la Concepción de Píritu fue
fundada en 1650 por el capuchino lego Fray Francisco de Pamplona. Estuvieron cinco
frailes capuchinos en esta misión durante dos años. Esta misión no permanece en
manos de los capuchinos. Una vez desaparecida, volverá a ser fundada por los
Franciscanos Observantes en 1656.
Los Franciscanos
Los Franciscanos
Los Franciscanos se habían establecido en
Venezuela entre 1575 y 1576, pero será el 6 de junio de 1654 cuando El Consejo
acuerda confiarles la Reducción de Píritu, que pretendían nuevamente los
Capuchinos. El 16 de julio de 1657 el Gobernador Brizuela informa al rey que los
Franciscanos tienen ya seis doctrinas en funcionamiento. En octubre de 1659
pueden referirse a sus cinco pueblos con iglesias construidas. Era evidente el
trabajo, tanto en el aspecto espiritual, religioso, como en el poblacional:
reducir a población a sus aborígenes.
Proceso de fundación y organización de los pueblos
Matías
Ruiz Blanco, en el capítulo VIII de su libro, nos explica la forma como se
realizaba la fundación y organización de los pueblos: Una vez reunidos
suficientes indios para formar un pueblo, el misionero y un muchacho, ayudante
suyo, partían con ellos en busca de un lugar propicio. Encontrado el sitio, se
colocaba una cruz en el suelo, los indios se arrodillaban, y el padre les
dirigía la palabra; luego, levantaban una choza para el evangelizador mientras
se construía el poblado, que debía contar con una iglesia de madera y una casa
para el religioso, asistidas por cuatro muchachos sin que se permitiera en esta
última, la entrada de mujeres. Después, la vida de la nueva reducción se
ordenaba de la siguiente manera: el misionero se levantaba tres horas antes del
alba “a la oración mental, a prepararse para el santo sacrificio”; cuando
amanecía se tocaba la campana para que acudieran todos los indios a la plaza.
Una vez allí, colocándose los hombres a la derecha y las mujeres a la
izquierda, rezaban unas oraciones, escuchaban un sermón y una misa y una vez finalizados
estos actos, se iban los adultos a sus quehaceres y los niños a la escuela. Para
su sostenimiento económico cada religioso doctrinero tenía asignados, en el
ramo de tributos de las cajas de Cumaná, 183 pesos, 6 reales y 20 maravedís,
más 50 pesos para pan, vino y cera. Por su parte, el misionero recibía 112
pesos de las cajas de Caracas. En 1761, el número de religiosos ascendía a 28,
de los cuales 7 servían las 16 doctrinas y 21 las 17 misiones. En 1761, fue
designado para San Pablo de Güere como cura doctrinero Fray José Rodríguez, que
cuidaba también la Misión de La Margarita y la doctrina de San Lorenzo.
Encomiendas y
repartimientos.
Encomiendas
Encomiendas
Debía ser una asignación permanente
de los indios de una localidad al tutelaje de algún Señor. Las Encomiendas
pasaron a ser una institución de orden económico, integrado por dos elementos:
posesión de la tierra y el trabajo de los indios. Como la casi totalidad de los
pueblos del Estado Anzoátegui fueron obra de Las Misiones, y estas surgieron
después de terminado el régimen de Encomiendas, al menos legalmente; no se
puede hablar de indios encomendados en las regiones de Los Frailes, ni ellos
usaron nunca la violencia para atraer a los indios. Los Misioneros trataron de
implantar en nuestras tierras lo que se podría llamar hoy La Propiedad Comunitaria.
Repartimientos
Es la asignación de indios para alguna tarea específica por algún
periodo. No se habla en la historia colonial de Repartimientos sino para
indicar las tierras asignadas a grupos aborígenes, de acuerdo con las leyes que
les protegían. Con el fin de simplificar las cosas, algunos historiadores dicen
que Los Repartimientos se referían a las tierras y Las Encomiendas a los indios
Las doctrinas
Definición
Las Doctrinas eran parroquias de
indios, administradas por un párroco según La Ley de Patronato y con autoridad
civil normal. San Pablo era un pueblo de doctrina. Ya adelantada La Colonia, y
según Las Ordenanzas, los pueblos de Misión debían convertirse en pueblos de
Doctrina a los diez años, aunque en la práctica siempre fue más. Entonces sí,
los llamados curas doctrineros, quienes podían ser religiosos o seculares,
dependían del Obispo del lugar en lo espiritual, y en lo político del
gobernador provincial.
Descripción de las doctrinas
Las comunidades de las doctrinas
son pobrísimas, reduciéndose a la anual cosecha de la corta sementera que hacen
de común, que si no se la extraen la reparten entre todos cuando tienen
necesidad y se proveen de semillas para sus propios conucos y el de la comunidad, pero este método y gobierno
sólo lo hay en Las Doctrinas y en tales cuales Misiones. En Las Doctrinas,
además de los frutos que cosechan para su subsistencia, se tiene el cuidado de
que salgan a trabajar y ganar con que satisfacer los reales tributos y costear su vestuario, y
mediante esto se hallan todas ellas vestidas, especialmente los hombres, y las
mujeres lo ejecutan para ir a la iglesia; pero no es así en las Misiones, que
aun no están en condiciones de que se les pueda
obligar a mas trabajo que el que ellos buenamente quieren. En estas
doctrinas se hallan todos sus indios inteligentes en el idioma castellano,
aunque sin haber olvidado el propio del que también se valen, pero esto no
sucede en las Misiones en las que muy raros de sus naturales le entienden, por
lo que no pueden ser bien instruidos en las doctrinas y sus costumbres
cristianas. Muchas de dichas misiones son todavía gentiles viviendo como tales,
a que preciso contemporizar por la indocilidad propia de la nación Caribe de
que se componen las inmediatas al río Orinoco, en las que se reconocen algunas ventajas, especialmente en
la quietud y armonía con los españoles que habitan aquellas campañas, las que
en el día se trafican sin el menor riesgo, que pocos años se ha experimentado,
y estarían aun más adelantadas si en los misioneros hubiese más eficacia. Así
Las Doctrinas como las Misiones estaban muy mal asistidas en lo espiritual, a
causa del corto número que hay de misioneros.
Empadronamiento efectuado en las doctrinas de Píritu en el año 1761
Durante la visita del Gobernador Diguja, en el año 1761, se efectuó el
empadronamiento de los pueblos de las Doctrinas de Píritu, con los siguientes
resultados en San Pablo de Güere:
Los corregimientos
El Corregimiento es un sistema de regir a
los pueblos, de modo que ellos mismos tomen parte en su propio gobierno y en
las decisiones para el bien común. Surge en los albores de La Conquista, y en
ciertos momentos de ésta, es recomendado para sustituir Las Encomiendas. Así,
el enclave indígena consolidado, sería un pueblo de indios con su Corregidor
español, quien ejercía la autoridad para llevarlo a la plena vida
político-social. Una vez que el pueblo indígena se secularizaba, es decir, que
pasaba de Misión a Doctrina, o
Parroquia, ya se independizaba en lo civil y
religioso, y entonces se establecía la tributación legal, aunque ya esta
era exigida ante los mismos encomenderos o empleados reales. El gobernador
Ramírez Arellano, en sus célebres ordenanzas para los pueblos de las Misiones
de Píritu, con fecha 2 de diciembre de 1700, ordenaba: “Que en los pueblos de
todas estas misiones se nombren Corregidores españoles que den justicia a los
indios y los gobiernen (…)”. En vista de que los Corregidores han de ser
pagados con los bienes de la comunidad y algunos pueblos eran pequeños y no
podían llevar esta carga, como fue el caso de San Pablo de Azaca, la Ordenanza
refunde varios y señala los partidos de cada Corregidor. Los Corregidores eran
funcionarios que establecían las normas de tributo indígena, establecían las
cabezas de corregimiento, los núcleos que pertenecían a cada una, los sueldos
que, de las cajas de comunidad, tenían que percibir los individuos que se
ponían al frente de ellas, y la competencia de las nuevas autoridades:
administración de justicia y dirección de toda la vida civil del poblado. La
resistencia de los misioneros a estas disposiciones fue enorme, y las protestas
continuas. Temían que la implantación del tributo y la instauración de una
autoridad advenediza, que venían a amputarles buena parte de sus prerrogativas,
pusieran en peligro toda su obra anterior. La aceptación de un cargo de
Corregidor, no estaba, pues, en función del salario inherente al mismo, sino
del interés que tenían los hacendados en poseer
mano de obra para el cultivo de sus propiedades. Y aquí es donde se
cometían los abusos continuamente denunciados, ya que, al indio, o no se le
pagaba o se le pagaba mal. Dentro de Los Corregidores de Las Doctrinas de
Píritu, fue nombrado para San Pablo de
Güere, Sancho Hernández, quien también era Corregidor para los pueblos de San
Miguel, San Francisco de Güere y San Lorenzo de Güere. Para 1761 San Pablo de
Güere tenía 107 tributarios que pagaban 2 reales cada uno y El Corregidor
recibía 214 reales.
Los Partidos
En el tiempo de la colonia se estableció
una distribución administrativa de la población, conocida en aquel entonces
como Partidos. De la población de San Miguel de Abaricuar, de San Francisco,
San Pablo y San Lorenzo de Güere se hace un Partido, cuya cabecera era San
Miguel y en consideración de la distancia de la cabecera a los tres pueblos de
Güere y componerse todos ellos de 297 indios de armas, se le señala al
corregidor de ellos 125 pesos anualmente. Esto es lo que conocemos en la
actualidad como Municipios y a cuya capital se le llamaría Cabeza.
Los fugitivos
Las causas del abandono de las reducciones
eran varias, y de diversa índole. Unas, que podríamos denominar naturales,
derivaban de la propia mentalidad del nativo. Habían sido forjadas por su
tradición cultural y religiosa, y estaban en la base de toda su actuación
posterior. El indio, acostumbrado tradicionalmente a llevar una vida natural y
libre, le costaba mucho sujetarse a una disciplina y desarrollar un trabajo que
no estaba habituado a realizar.
Escuela para indios
La organización de escuelas para indios se
hizo desde el primer momento de la penetración por los misioneros, cuyo
objetivo era el de convertir y atraer al conocimiento de la fe cristiana a
estos individuos, para los cuales se establecieron escuelas. En Venezuela,
después del experimento franciscano en las costas cumanesas, hubo ese tipo de
escuelas tanto en las misiones como en las encomiendas. Una constancia de ese
especial esfuerzo está en la fundación de los pueblos misionales, pero también
en documentos como el de Las Ordenanzas para las Misiones de Píritu del año
1700. En el artículo 3 se expresa: Que en
todos los pueblos de estas misiones se pongan escuelas de leer y escribir la
lengua castellana, y que Los Indios la aprendan y la hablen por ser muy
importante para su más fácil y mejor inteligencia de la doctrina cristiana y
misterios de nuestra sagrada fe, pues en la lengua natural de estos indios
se ha reconocido que no se hallan todas las frases necesarias y convenientes a
su explicación, razón por la cual el rey encarga que se pongan estas escuelas
en todos los pueblos de Los Indios, ha de ser indispensable que funcionen estas
escuelas y los indios estaban obligados a mandar a sus hijos a ellas,
procurando que no hablen otra lengua sino la castellana y que el maestro sea de
la mayor confianza, de buena vida y costumbres. El 18 de noviembre de 1783, se
nombró maestro para el pueblo de San Pablo de Güere a don Manuel García, vecino
de Barcelona.
Llegada del Padre Caulín
Entre 1656 y 1804 pasan a Píritu 16 grupos
de misioneros. Con el de 1742 vino el que sería historiador de Nueva Andalucía,
Fray Antonio Caulín. En 1672 se había incorporado a las labores Fray Matías
Ruiz Blanco, de obra muy especial en las misiones. Caulín historió trece
Misiones, hasta el momento de escribir su “Historia”. La Misión XIII se realizó
en 1754. Por supuesto que esas Misiones o grupos de frailes que venían a Píritu
para las labores de penetración, conversión y población eran pequeñas en
número. Estas Misiones de Píritu, como las demás, se nutrían de personal
español. De allí que Las Misiones terminen con La Guerra de Independencia, y
más concretamente las de Píritu, que fue un efecto directo de las
transformaciones políticas de 1810. Para 1662, dice Caulín, había en Píritu 16
Franciscanos con siete pueblos fundados entre los que nombra a San Pablo. Esta
sería una fundación anterior a la de Matías Ruiz Blanco. Es posible que para
1712 Fray Pedro de Urtiaga, Obispo de Puerto Rico y a cuya jurisdicción
pertenecía Nueva Andalucía, erija en Doctrinas las 15 Misiones de Nueva
Barcelona; esta medida es implementada por el Gobernador José Carreño en 1717,
en el sentido de realizar una secularización civil: convertir Las Misiones en
pueblos, simple y llanamente, sometidos al régimen normal gubernativo; los
Franciscanos continuarían como curas párrocos o doctrineros al frente de las
labores espirituales.
Visitas efectuadas por los Obispos de Puerto Rico
Don Fray Sebastián Lorenzo Pizarro
en 1731
En la iglesia de San Pablo no se
celebraba el santísimo sacramento por la pobreza de los indios naturales, este
territorio era seco y estéril, ya que no producía frutos ni para poderse
mantener, ellos se alimentaban con frutas silvestres de los montes. Visitó el
Obispo de Puerto Rico don Fray Sebastián Lorenzo Pizarro a la iglesia
parroquial, fábrica y oficinas, que es de bahareque cubierta de teja, altar
mayor, ara, imágenes, retablos, y lo demás de dicha iglesia, baptisterio, vasos
sagrados, santos óleos, libros parroquiales, ornamentos y alhajas, que halló
con toda decencia, y mandó a que se hiciera inventario de todos los bienes que
poseía la iglesia y así se hizo y la entrega de todo al reverendo Padre
Coadjutor. Para ese entonces este pueblo se compone de 388 almas, de las cuales
a 126 se les administró el santo sacramento de la confirmación, explicándoles
con anterioridad la importancia tanto de este sacramento, como de la confesión
y comunión. Hizo examen del tratamiento de los indios y cumplimiento del
Coadjutor en el cargo parroquial, enseñanza de los indios y pecados públicos de
estos, en que no se encontró falta alguna, y a los indios que necesitaron de
castigo y corrección con paternal blandura los remedió, exhortándoles a la vida
política cristiana respecto de sus párrocos, llamándolos a la vida cristiana,
sujeción y obediencia a la Majestad Católica.
Don Fray Francisco Pérez Lozano en
1740
El día once de marzo de 1740 este
Obispo practicó la visita al pueblo de San Pablo, uno de los agregados a las
doctrinas de Píritu, haciendo de su iglesia parroquial altar mayor, ara, cruz,
y todo lo necesario para el santo sacrificio de la misa, baptisterio, pila
bautismal, los santos óleos y lo demás que se requiere para la administración de los santos sacramentos, libros
parroquiales, ornamentos, bienes y alhajas de dicha parroquia, que se pusieron
en inventario y mandó a hacer entrega jurídica a dicho reverendo Padre
Doctrinero. La feligresía de este pueblo se compone de 495 almas, setenta y
ocho tributarios y se administró el sacramento de la confirmación a 202 almas.
Visita de los RR.PP Observantes de
San Francisco en 1761
Para este tiempo San Pablo ya estaba firmemente asentado, erase el año
de 1761, cuando el Padre Diguja realizó una visita de inspección, muchos
pueblos habían desaparecido, sin embargo San Pablo se había mostrado como un pueblo con mucha vida.
Además para este tiempo se había consolidado en Doctrina. Al tiempo de esta
visita, San Pablo de Azaca tenía 133 familias, 655 habitantes, 110 casas, 26
haciendas y una iglesia.
Fray Iñigo de Abbad visita las
provincias de Nueva Barcelona y Guayana en 1773
De esta visita Iñigo de Abbad dice: El
día veinticinco pasé al pueblo de San Pablo, que dista dos leguas del pueblo de San Francisco, hacia
la parte del sur; está situado en la ribera izquierda del río Egüeri en la
sabana de Mataruco, antes estuvo en las márgenes de la Laguna Azaca y se
trasladó a donde hoy está en 1680, con indios Palenques. El pueblo es capaz y
bien formado, tiene doscientas doce familias con 859 almas. Hay 175 hombres de
armas, es agregado al pueblo de San Miguel, del que distan cinco leguas. Su
territorio es excelente para todo género de frutos y ganado del que hay grandes
hatos y criaderos por estas inmediaciones, y algunas haciendas de cacao, maíz,
tabaco y demás frutos de la tierra.
El oidor don Luís Chávez y Mendoza visita los
pueblos y misiones de la provincia de la Nueva Barcelona en 1783
Advertencia preliminar por real cédula del 19 de abril de 1782 el oidor
decano de la Audiencia de Santo Domingo, don Luís de Chávez y Mendoza, fue
comisionado para practicar una visita a las provincias de Cumaná, Nueva
Barcelona y Guayana. Un año después, el 22 de abril de 1783, el Visitador
estaba ya en Cumaná, y el 16 de mayo siguiente había llegado a la Nueva Barcelona para dar
comienzo a su visita. Desde el 11 de junio del mismo año visitó los pueblos del
río Güere: San Francisco, San Pablo, San Lorenzo, La Margarita y San Miguel.
Aparte de los acostumbrados
inventarios y padrones que ofrecen todas las visitas, esta de Chávez y Mendoza
presenta tres especiales características: a) Los juicios y sentencias contra
quienes habían abusado de los indios, particularmente en cuestión de salarios
no satisfechos y castigos ilegales. b) La asignación y deslinde de tierras de
cada pueblo. c) La preocupación por la mejora de cultivos, industria e
instrucción de los indios.
Extracto
general de la visita a las Misiones de Píritu en 1783
San Pablo fue visitado el 12 de
junio de 1783. Era Ministro Fray Domingo Echeverría, quien administraba también
a San Lorenzo. Tenía 917 habitantes, mas 29 familias fugitivas, 170 cabezas de
ganado vacuno y caballar. La iglesia, de 32 varas, cubierta de teja y con dos
cuartos colaterales, poseía dos retablos nuevos, uno en el altar mayor y otro
en el de la Virgen María Purísima, con dos imágenes de bulto: San Pablo y la
Inmaculada. También buenas alhajas, ropas y
mobiliario. Ordenó el visitador que, una vez lograda la cosecha de
algodón, se buscase un maestro tejedor de lienzos en el Pueblo de Clarines y se
fabricara un taller y torno como el que su Señoría llevó al pueblo de Píritu, y
se fabricó otro en el pueblo de Clarines. En la pesquisa secreta relativa a las
autoridades de estos pueblos, realizada en San Pablo el 12 de junio de 1783,
Pablo Guaquace, examinado en la cárcel, acusó a los corregidores Manuel
Urbaneja y Francisco Droz, de malos tratos a los indios, pero no presentó queja
contra el corregidor actual. A Guaquace le habían dado cincuenta latigazos por
mandato de don Francisco Droz, a pedimento del Padre Cura Fray José Araujo, que
no le dieron más motivo para que el castigo de haber dicho el padre y el
corregidor que estaban enseñando a los indios a ser buenos lectores. Don José
Droz, cura interino de Caigua, pagó la multa del corregidor Droz, que
probablemente era su pariente.
Desmoronamiento de la religión católica
Los frailes misioneros emigraron a España,
pues, como ellos estaban enviados a Las
Misiones por el rey, los gastos de ellas eran todos a expensas de las Cajas
Reales, vivían pensionados por el Tesoro Real, custodiadas y favorecidas sus
personas por su religiosa realeza, y recibían continuamente gracias y
donaciones de la Real Munificencia para ellos y para sus conversiones (…) La
Iglesia ha enseñado siempre la sumisión
y obediencia a las autoridades civiles
y ha estado en todas partes al lado de las autoridades justamente
constituidas, por eso creemos que los misioneros no habían dado motivo alguno
para ser tan inhumanamente tratados, por haber permanecidos fieles al rey,
mientras no fue seguro y cierto el triunfo de las armas republicanas. Los
franciscanos observantes, que desde el año 1656 tenían a su cuidado Las
Misiones y Conversiones de Píritu, también se vieron en la precisión de
dejarlas y ausentarse de Venezuela en la época luctuosa y sangrienta
de la guerra emancipadora. Los expresados misioneros habían
evangelizado, primero, toda la cuenca del Unare (actual Estado Anzoátegui), y
después, gran parte de la región Guayanesa. Cuando el Gobernador de la Nueva
Andalucía, Diguja y Villagómez, hizo la visita a los pueblos de su
jurisdicción, en 1761, tenían los Religiosos Observantes de Píritu 16 pueblos
de Doctrina, a saber: Pozuelos, San Diego, Aragüita, Curataquiche, San Mateo,
San Bernardino, El Pilar, Caigua, San Miguel, Píritu, El Tocuyo, Puruey,
Clarines, San Francisco, San Pablo y San Lorenzo.
San Pablo de Azaca en la historia
La Junta Capitular de 1755
El día 4 de septiembre de 1755, en San Pablo se reunió la Junta
Capitular con el fin de dictar un decreto que frenaba los excesos que se venían
introduciendo en algunos pueblos: a)
Las discusiones internas. b) Resistencia
de algunos al ministerio misional, de modo que a veces había que sacarlos y
llevarlos como soldados de leva. c)
Usurpación de poderes propios de las autoridades civiles y maltrato a los
indios llegando a tener cepo en sus casas, satisfaciendo o desahogando sus iras
con los indios. d) Indebido modo de
algunos de procurar el remedio de sus necesidades. A estos excesos que se venían introduciendo en algunos pueblos
trató de poner remedio la patente firmada por Fray Matías García y refrendada
por Fray Antonio Caulín en calidad de notario, fechada en Nueva Barcelona el 3
de agosto de 1754.
Secuelas de la Batalla del Juncal
Inmediatamente después de La Batalla
del Juncal el 27 de septiembre de 1816 surgieron patrullas, posiblemente
dirigidas por el coronel realista Rafael López, que asolaron todos estos
pueblos ubicados en las márgenes del río Güere y Unare, y aun mas allá, y eran
temibles en sus depredaciones. No daban cuartel. En la montaña del hato Guacharacas,
en esta jurisdicción, don Rodrigo Carvajal, el sordo Carvajal como se le
llamaba por padecer de un trastorno auditivo, fue degollado junto a tres de sus
hijos. Dormía confiadamente cuando fue sorprendido por un grupo que se había
formado con criollos y realistas fugitivos, de esos que combatieron en La
Batalla del Juncal. Don Rodrigo Carvajal era barcelonés, de los primeros que se
enfilaron en la causa patriota, era tío de Doña Micaela Carvajal y Nadal, de
origen Catalán, familia de noble y recia estirpe, cuyos descendientes no han
perdido ni las características ni el temple de sus progenitores.
Documento militar firmado en Margarita en el año 1820
En documento firmado por Guillermo Navas, desde el Puerto de Juan
Griego, en Margarita, el 21 de agosto de 1820, se describen los batallones y
efectivos que sirvieron a la justa causa en el oriente venezolano. Dentro de
esos militares, destacaron en San Pablo: Francisco Patapete, perteneciente al
Batallón de Infantería Ligera, 3era Compañía. Francisco Jiménez, perteneciente
al mismo batallón y a la misma compañía. Este último se quedó a vivir en San
Pablo, y fue personaje importante en la repartición de tierras a los comuneros
a finales del siglo XIX. Murió en San Pablo, el 18 de diciembre de 1887. En la
Iglesia Parroquial de San Pablo está la lápida que perteneció a su tumba.
Independencia de San Pablo de la Monarquía Española
El Alzamiento Liberal del General Español Rafael del Rico y Núñez en
Cabezas de San Juan (Sevilla-España), acontecimiento ocurrido el 01 de enero de
1820 fue bien utilizado por los patriotas para hacer prender mas el fuego de la
independencia, y con este motivo, el militar Morillo suspendió las hostilidades
y ofició a varios generales venezolanos, entre ellos a José Gregorio Monagas en
el sentido de que tenía autorización para negociar la paz con los patriotas y
suspender las hostilidades. Monagas, como todos los generales patriotas,
respondió que no habría negociaciones mientras no se tomara como base la
independencia de Colombia e intensificó la lucha armada y política y así, con
la ayuda del comandante realista Torrealba hizo que el pueblo de San Pablo
junto a San Lorenzo, San Francisco, San Miguel, Clarines y Píritu proclamaran
su independencia de la monarquía española.
Fragmento de un oficio del Sr.
General Monagas al Sr. General en Jefe del Ejército de Oriente:
Comandancia General de La Provincia.
Cuartel General Divisionario en el
Cantón de Güere, a 31 de agosto.
Sr. General: El resultado de la
comisión del Comandante Torrealba, según dije a V. S. en mi oficio del 26, ha sido que los pueblos
de San Pablo (…) han proclamado su independencia de la monarquía española con
la mayor adhesión a la justa causa, dando las mayores pruebas de entusiasmo (…)
Movimiento del 17 de octubre de 1846
El 17 de octubre de 1846 hubo en San Pablo
un enfrentamiento entre las tropas del General José Tadeo Monagas y El
Comandante Pedro Aquino, venciendo las tropas de Monagas.
Levantamiento del 15 de mayo de 1847
Diecisiete años después de Venezuela derrotar al enemigo español en
Carabobo. Hacia el mes de mayo de 1847, hubo en la provincia un levantamiento, mas de malhechores que de
militares. Surgieron en San Mateo el 15 de mayo de 1847 e invadieron Onoto y La
Encantada, y fue aquí, en San Pablo, donde José García logró derrotar a los que
venían a debelar las facciones de Onoto. El Comandante de Armas de Barcelona,
que era el General José Gregorio Monagas, reunió fuerzas suficientes y las puso
al mando de Mauricio Zamora, quien derrotó a José García el 30 de mayo en el
sitio llamado El Mahomo, en la boca del riachuelo Apamate, habiendo huido el
cabecilla hacia Guaribe, mas tarde se sometió a la pacificación y amnistía que
le ofreció José Gregorio Monagas.
Movimiento Insurgente de 1874
Hacia fines de octubre de 1874 surge el
Movimiento Insurgente, liderado por el General José Ignacio Pulido que salió de
Caracas hacia Barcelona con el fin de rebelarse contra el gobierno de Antonio Guzmán
Blanco. Al saberlo, éste dijo: La
revolución tiene en occidente un ejército sin General y en Oriente un General
sin ejército. Para debelar a Pulido se organizó un ejército de 600 hombres,
que fue puesto al mando del General Víctor Rodríguez y del señor Diego Bautista
Urdaneta. Ambos se dirigieron hacia Píritu, donde se habían concentrado las
fuerzas insurgentes de Pulido y Matías Alfaro. Acosado el Movimiento Insurgente
por las fuerzas gubernamentales, el primero, Víctor Rodríguez, pasó a Aragua y
el segundo, Diego Bautista, hacia Zuata. Posteriormente los Insurgentes siguieron
incursionando por la zona de Guaribe y fueron sorprendidos por las fuerzas del
gobierno comandadas por Rodríguez y
derrotados en El Pegón, en las cercanías de San Pablo y La Margarita del Llano,
Panapotar.
Pasaje
sobre la Revolución Azul, San Pablo 1886
Durante el segundo gobierno de Antonio
Guzmán Blanco (1893-1898), el general Braulio Yaguaracuto y sus hermanos Pío y
Antonio que representaban a los Amarillos se llevaron menos de cien hombres de
Barcelona por el camino de Píritu, y en la noche de navidad de 1896, se
enfrentaron en La Escalera, sitio ubicado en las montañas de San Pablo, con la
guerrilla del general Juan Cancio González, conocido como El Baquirito. Estos últimos representaban a los Azules. Era de
noche, y por eso, ambos bandos quemaron hasta el último cartucho en un tiroteo
infernal que duró hasta la madrugada de ese día. En el relámpago de los
disparos se vio la brevísima talla alta y delgada de El Baquirito, su calva y barba blanca como colgajo de telaraña. Se
decía, que Juan Cancio González, El
Baquirito, era inmortal y en el combate de San Pablo, según cuentan, no se
apartó de los tiros y por eso los hombres de Braulio Yaguaracuto, no por gusto,
dijeron con asombro que “Las balas se curvaban ante él” y como es de suponerlo
corrió y corrió la leyenda. Los Yaguaracuto perdieron el control de sus hombres
y se retiraron en derrota hacia Píritu. Esta batalla la ganaron los Azules.
Asombra la tenacidad y el empeño que tuvieron estos hombres en enfrentar las
fuerzas que comandaban, en su mayoría, campesinos para ganar glorias ilusorias
que nada representaban. Levantados en armas, alzados como se decía en aquel
tiempo, siempre al frente de un pequeño ejército en La Escalera, en el centro
de las serranías de San Pablo. El lugar al que se hace referencia, La Escalera,
se halla ubicado entre los ríos Unare y Güere hacia San Francisco.
Aspectos sociales
Construcción del Cementerio
A principio del siglo XX se
puso en funcionamiento el cementerio de San Pablo, en la parte suroeste de la
población teniendo como antecedente, según recuerdos de algunas personas, que
los primeros enterramientos se ubicaron en el sitio conocido como Las Murallas o ruinas históricas.
Construcción de La Plaza Bolívar
Para
el año 1936 en donde está la Plaza Bolívar existía una montaña de puro bosque, en
la que abundaban cascabeles y alacranes. Al acercarse las Fiestas Patronales se
formaban fajinas para limpiar la plaza. En ese lugar y en las casas de los
alrededores se reunía la gente para bailar, hablar y jugar. La primera Plaza
Bolívar de nuestra población fue construida en el año de 1962, conjuntamente
con la demarcación de las calles y la construcción de aceras. Se recuerda por
sus barandas de madera. Quien la inaugura es el profesor José Vicente Marcano
Vacca, Secretario General de Gobierno del Estado Anzoátegui, después de haber
asistido a una misa en la vieja iglesia de San Pablo.Imágenes de la Plaza Bolívar en el año 1966, a continuación.
Demografía
Casas de familias, año 1936
. La
casa de Melecio Alemán y María Guzmán estaba ubicada donde está actualmente la
casa de Zoila Ramírez.
. La
casa de don Cleto Guzmán y María Paraqueimo se hallaba ubicada donde está el
Registro Civil o Prefectura.
.
La casa de Pedro Guaina y doña Genara por esa época estaba ubicada al frente de
la casa de Cleto Guzmán.
. La
casa de Juan Albino y Anastasia Guacarán se ubicó donde está la casa de Pedro
López o La Bodega de Aracelys López.
. La
casa de Juan Pablo Rodríguez y Andrea Santoyo se encontraba donde actualmente está
la casa de Pablo Santoyo.
.
La casa de Severa Rodríguez estaba ubicada donde existe hoy día el negocio de
León Guaita. Allí vivía con sus dos hijas, Eufemia Rodríguez y Fidelia
Rodríguez.
.
La casa de doña Margarita Alvino existió donde está ahora la casa de la maestra
Silvia Tuárez. Allí vivía con sus hijos, Antonia Margarita Alvino y Emilio
Alvino.
.
La casa de Vicente Jiménez y doña Jerónima Albino estaba ubicada donde está la
casa de la profesora Yolibel Guacarán.
.
La casa de Petra Pericaguán y José Ramón Guzmán se hallaba donde está el
terreno propiedad de Norfe Rodríguez.
.
La casa de Ernestina Alvino estaba ubicada frente a lo que es hoy día el Rincón
de los Viejos y se la compró Tereso Alvino a Manuel Vente.
. La
casa de Celestino Guzmán estaba ubicada donde ahora se halla el Rincón de los
Viejos.
.
La casa de Bernabé Blanco y Mercedes Guzmán estaba ubicada donde reside la
Junta Parroquial.
. La
casa de Ramona Poturo, es la misma casa que en la actualidad habita la señora
Argelia Guzmán, bisnieta de la mencionada señora.
.
La casa de Cleto Guzmán está ubicada al lado de la casa de Ramona Poturo.
Todas
estas casas se comunicaban por picas. Se abría una pica desde la casa de Doña
Nicolasa Guzmán hasta la casa de Juan Alvino para ir en las noches a dialogar. Estas
casas eran construidas de barro preparado con paja conejera y se frisaban y se
pintaban con tierra calcárea lo que daba el color a las paredes de dicha
vivienda, esta tierra la sacaban del Cerro Sacatierra, el cual se hallaba donde
está ubicado el poblado Cerro Grande, propiedad de la familia Guareguán. En
estas casas proliferaban insectos como el chepito, chinche, pulgas, salamanquejas,
culebras y existían enfermedades como el paludismo y las niguas hacían de las
suyas, con el gobierno de Pérez Jiménez se erradicaron estas plagas, porque
dicho gobierno realizó labores de saneamiento en la comunidad.
Casas de familias por calles,
año1950
Calle Guanapito
. La casa del señor Chucho Vargas, fallecido, se hallaba en el sitio
conocido como Vuelta Larga.
. La casa del sector Las Nubes, propiedad por esa época del señor Manuel
Castro. Posteriormente fue adquirida por el señor Agustín Guillén, hoy día, no
existe.
. La
casa de José Atanasio Apáez, Sajure,
hoy en día no existe y quedaba al frente de la casa de la señora Leticia Poturo
y al lado de la casa de la señora Yanitza Rebolledo.
. La casa de Manuel Vente, esta es una casa de bahareque, en la
actualidad vive la señora Reina Vente.
Calle El Caro
. La casa del señor Melecio Alemán, fallecido. Estaba ubicada donde está
ahora la casa de la señora Zoila Ramírez, La
negra.
. La casa de la señora Severiana Pericana, fallecida. Se ubicó donde
está la casa de su nieta, la maestra Yarima Pericana.
. La casa del señor Ambrosio Rondón, fallecido y abuelo de los hermanos
Morales, estaba ubicada donde actualmente existe la propiedad del señor Miguel
Roux, en el mismo sitio donde está la Gallera don Miguel.
. La
casa del señor Pablo Antonio Hurtado, fallecido, padre de los hermanos Morales,
está ubicada en el cruce de la calle El Progreso y la calle El Caro, justo al
frente de la casa de la señora Noris Alemán.
. La
casa de la señora Manuela Torres y el señor Heliodoro Moreno, fallecidos.
Estaba ubicada al lado de la casa del señor Pablo Antonio Hurtado. Actualmente
la habita su nieta, Mailys Mata.
Calle Principal
. La casa del señor Cleto Guzmán, fallecido. Estaba ubicada donde está
actualmente la casa de la señora Amelia Guzmán de Parra.
. La casa del señor Rafael Guzmán y Ubalda Guzmán, fallecidos. Se
encontraba justamente al lado de la Iglesia Parroquial, donde está actualmente
la Casa Parroquial de Cultura de San Pablo.
. La
casa de la señora Ramona Poturo, fallecida. Aquí en esta casa vive la señora
Argelia Guzmán, bisnieta de la mencionada.
.
La casa de Pedro Guzmán ubicada al frente de la casa de doña Ramona Poturo todavía
existe y se halla en pié.
.
La casa donde funcionaba la Planta Eléctrica estuvo situada donde reside la
Junta Parroquial de San Pablo.
.
La casa de la señora Ernestina Alvino, fallecida. Está ubicada al lado de la
casa donde funciona la Junta Comunal.
. La
casa donde funcionaba El Juzgado estaba ubicada justamente donde está la casa
de La Negra Meneses. Para ese
entonces el juez era el señor José Ramón Guzmán.
. La
casa de la señora Carmen Quereigua, fallecida. Se hallaba ubicada en el cruce
de la calle Guanapito y la calle Principal.
Sector
La Plaza (Casco Central)
. La
casa del señor Juan Alvino, fallecido. Se ubicaba justamente donde está la
bodega de la señora Aracelys López, en la calle Los Pilones.
. La
casa de doña Andrea Santoyo, fallecida. Estaba colocada justamente donde residen: su hijo el señor Pablo Santoyo y
familia.
. La
casa de doña Jóvita Alvino, fallecida. Está ubicada detrás de la Plaza Bolívar,
al lado de la casa de doña Andrea Santoyo.
.
La casa de la señora Eufemia Rodríguez y don Pedro Herrera, Perucho. Estaba ubicada donde en la
actualidad se halla el abasto del señor León Guaita.
Sector La
Avenida
.
La casa de Margarita Vente, fallecida. Estaba ubicada donde en la actualidad se
halla la casa de la profesora Silvia de Quereigua.
.
La casa del señor José Ramón Guzmán, fallecido. Estaba ubicada en el sitio que
ocupa los terrenos de la CANTV.
.
La casa de la señora Manuela Alvino, fallecida. Estaba ubicada donde está
actualmente la casa de Ramón Cipriano Rondón.
. La casa de Patino Borrego, fallecido. Este
sitio, donde estaba ubicado el fundo La Villa propiedad de Patino Borrego, se conocía con el nombre el Uvero y por allí pasaba
por esos años de 1950 la calle Principal o Camino Real.
. La
casa de doña Jerónima Albino y don Vicente Jiménez, don Veque, fallecidos. Su Casa estaba ubicada donde actualmente
está la residencia propiedad de la profesora Yolibel Guacarán. Estos personajes
fueron muy queridos en sus tiempos, porque no tuvieron hijos y ambos eran
ciegos. La comunidad siempre estuvo pendiente de ellos, siempre les ayudó,
hasta el momento de sus muertes y, a pesar de su limitación, murieron ancianos.
Calle
Las Flores
. La
casa de la señora Mercedes Guzmán, fallecida. Estaba ubicada donde se halla una
nueva construcción propiedad de su hijo, el señor Francisco Guzmán.
. La
casa de María de los Santos Alvino, fallecida. Estaba ubicada en la Calle Las
Flores (antiguo camino real), al lado de la casa de la señora Mercedes Guzmán,
en estos momentos se construyó allí una vivienda propiedad de la señora Maritza
Alvino, su hija.
. La
casa de la señora Sixta Alemán, fallecida. Estaba ubicada en la Calle Las
Flores (antiguo camino real), al lado de la casa de la señora María de los
Santos Alvino. Actualmente allí está la casa de la señora Noris Alemán, su
hija.
. La
casa de la señora Nicolasa Guzmán, fallecida. Estaba ubicada justo al frente de
la casa del señor Carlos Guzmán. La última persona que habitó esa casa y que ya
no existe fue su hija, la señora María Guzmán, también fallecida.
. La
casa de Fidelia Rodríguez, fallecida. Esta señora tenía dos casas, una al lado
de la otra, la primera, donde está la casa de la señora Neiví Guaita, y la segunda,
donde está la vivienda que habita Ernestina Rodríguez, nieta de la mencionada.
. La
casa del señor Fermín Noriega, fallecido. Esta casa es la que ocupa actualmente
el señor Carlos Guzmán, situada justamente al lado del popular Rincón de los Viejos, propiedad también
del señor Fermín Noriega.
Primeras
casas rurales construidas por el gobierno
Las primeras casas rurales se construyeron
entre los años 1966 y 1967. Los beneficiarios fueron Pedro Maraima, Horacio
Poturo, Melecio Alemán, Elena Ramos, Juan Francisco Molero, Pablo Quereigua,
Pablo Santoyo, Pablo Hurtado, Ramón Guaina, Miguel Roux, Luis Cleto Guzmán,
Pedro Guzmán, Juan Guaita, Nicolás Yaguaracuto, Pedro Guacarán, Cruz Guacarán,
Pedro Vargas, Manuel Castro, Vicente Quereigua, Eliaín Brito, Carmen Ledezma,
Paúl Rebolledo y otros. Viviendas cómodas, de tres habitaciones, un baño, salón
de recibo y cocina comedor.
En
estos momentos la población se ha venido
duplicando, actualmente está integrada por 4500 personas, aproximadamente. Con
un total de 300 familias, distribuidas de 5 a 6 personas por casa. Existen alrededor de 336
casas, la mayoría son viviendas rurales, otras construidas a gusto de sus
propietarios y muy pocas son de bahareque. En los últimos cinco años se han
incrementado gracias a la Misión Vivienda.
Aspecto laboral
La mayoría de los habitantes en edad
laboral, tienen sus empleos en la Alcaldía del Municipio Cajigal, o en
instituciones que dependen de ella, otro grupo son docentes que laboran en la
Escuela Bolivariana de San Pablo o en el Liceo Bolivariano de San Pablo. Otros
laboran en ciudades cercanas como Puerto Píritu, Píritu y Barcelona. Unos pocos
trabajan temporalmente en el Complejo Criogénico José Antonio Anzoátegui, pero la mayoría de los sanpablenses tienen un
salario rural o sueldo mínimo estipulado por la ley. Hay quienes trabajan por su cuenta y el
campesino común vive de la agricultura, de la caza y de la pesca. También se
crean fuentes de empleos en la comunidad por dueños de fincas y comercios.
Hogar de cuidado
diario a niños
En la comunidad hay un hogar de
cuidado diario, presta servicio a aquellos niños cuyas madres por motivos de
trabajo no pueden atenderlos. Allí reciben una dieta balanceada de acuerdo a su
edad y se les brinda la atención que ellos ameritan.
Hogar de la Tercera Edad
Hay un hogar de la Tercera Edad que depende de la Alcaldía del municipio
y de la Fundación Bolivariana Negra Matea. Aquí los abuelos reciben una
alimentación balanceada de acuerdo con su edad, recreación y atención médica en
un horario asequible para ellos de lunes a viernes, de 7:00 a.m. a 2:00 p.m.
Deporte
Por los años sesenta, los muchachos de esta
población se reunían a jugar pelota de goma, debajo de una mata de Samán que
estaba ubicada al frente de la bodega del señor Dionisio Guaita. En la primera
mitad de los años setenta, un terreno ubicado al lado del cementerio, es
utilizado para organizar juegos de béisbol. Ya para el año 1975, durante el
primer gobierno de Carlos Andrés Pérez se construyen las instalaciones de lo
que sería el Estadio de San Pablo. En dicho estadio se realizan campeonatos de
béisbol, softball, futbol y kiquimbol y hoy día cuenta con modernas
instalaciones apropiadas para impulsar competencias deportivas nocturnas.
También existe una cancha de usos múltiples donde se ejecutan juegos de básquet
ball y actividades culturales.
Educación
La primera maestra de la cual se
tiene conocimiento que llegó a San Pablo fue María Victoria Medina y lo hizo en
el año 1936, luego vendrían las maestras Josefina Caballero, Zoila Anchieta,
Rita Medina de Alemán, Aura Roux, Josefina Castillo de Guzmán, entre otras. Es
importante señalar que dichas maestras impartían sus enseñanzas en distintos
lugares de la comunidad, como por ejemplo, en las casas de las señoras
Anastasia Guacarán, Ramona Poturo y Josefina Brito.
Construcción de instalaciones
educativas
En el año 1959 fue puesto en funcionamiento el
Grupo Escolar Nacional San Pablo con una matrícula aproximada de 80 alumnos;
allí impartían clases las maestras María Rondón, Mercedes de Borrego, Violeta
Villarroel y por los años 70, Judith García, Zenaida Gamboa y Eladio García. En
el año 1999 pasa a ser Escuela Bolivariana de San Pablo, que hoy atiende una
matrícula de 300 alumnos aproximadamente, desde el nivel inicial y primario. La
educación secundaria se comienza a impartir en la Unidad Educativa Nacional San
Pablo el 1 de octubre de 1999, con una matrícula de 90 alumnos y dos aulas de
7mo grados. Los primeros docentes fueron: Miguel Molero, Elkees Marffisi, Clara
Lusinchi, María Rodríguez y Luis Cabeza.
Misiones educativas
La labor educativa está bien encaminada, funcionan en la actualidad,
gracias al Gobierno Bolivariano y Revolucionario de nuestro presidente Hugo
Chávez, las misiones: Robinsón, Ribas,
Corazón Adentro (cultura), Sucre y Barrio Adentro (salud y deportes), dando la
oportunidad a los que no tuvieron anteriormente el modo de prepararse para ser
más útiles a la sociedad y contribuir al desarrollo de la Venezuela
participativa y no excluyente.
Salud
En
1936 los enfermos se llevan a Píritu, donde eran atendidos por el médico conocido
como Pedrito González. Trasladar a un enfermo de San Pablo a Píritu constituía
un riesgo según su gravedad, porque se transportaba en bestias y pasaban días
enteros de camino. Narra
don Manuel Castro que por los años de 1930 la partera del caserío era la señora
Ramona Poturo, de quien se dice tenía muy buenas manos para sus labores. Se
cuenta que llegaron del campo al pueblo, unas personas con una parturienta que
traía el feto atravesado en el vientre y solo se le podía ver en la parte de su sexo el bracito del niño
afuera, dicha partera colocó a la criatura en posición fetal y la salvó de
morir asfixiada. La última partera del pueblo fue la
señora Dionisia Rebolledo, quien ubicaba a los niños en el vientre de su madre
y hasta decía sin equivocación el sexo que iban a tener a la hora del parto. En
el año 1950 llegó a San Pablo el señor Pedro Herrera “don Perucho”, él laboraba
como médico, dentista, partero. Don Perucho dejó una huella imborrable en la
población de San Pablo, hijos y muchos ahijados. Su primer sitio de trabajo fue
una casa de bahareque ubicada en la calle principal cruce con la calle El
Samán, donde compartió su trabajo con la enfermera Rafaela Guaina.
Construcción de la Primera Medicatura
Rural
El primer dispensario se construyó en el año 1959, lugar donde en la
actualidad funciona el Liceo del Pueblo. Luego en el año 1986 se construye un
ambulatorio tipo II ubicado en la calle Nueva de la comunidad y debido al
crecimiento poblacional, en el año 2008 se amplía con sala de hospitalización,
sala de parto, consulta materno-infantil y otros servicios de emergencia.
Misión Médica Barrio Adentro
En la actualidad contamos con la Misión Barrio Adentro Médica, la que
brinda asistencia especializada a aquellos venezolanos que no tienen modo de
costearse una consulta, además de donar
medicamentos que al comprarlos en farmacias particulares son de costos elevados
y que no pueden ser adquiridos en su mayoría porque el paciente carece de
recursos.
Natalidad y
mortalidad
La tasa de natalidad de la población es de 20 por año, en su mayoría con
un peso sobre los 3 kg. Y una talla de 50 cm., aproximadamente. La tasa de mortalidad
en la comunidad es de doce defunciones por año.
Aspectos económicos
Agricultura
y ganadería
Para
el año 1936 el comercio se desarrollaba en San Lorenzo, en esta localidad había una mayor venta de productos para el consumo humano. El
negocio del señor Rafael Rojas Campos, padre de Ramón Antonio Rojas era uno de
los más exitosos y de mucha concurrencia. Cuando alguien moría, las tablas para
la fabricación del ataúd se compraban en San Lorenzo, en el negocio del señor Diosgracia
Urbina. El familiar que no tenía recursos para comprar las tablas, enterraba a
su muerto en un moriche. La producción que más predomina en la actualidad es la
explotación agrícola, la ganadería (vacuna y porcina) y un poco menos atendido la
caza y la pesca. Se cultiva el maíz, caraotas, frijoles, los que sirven como base
de la dieta familiar. También se cosecha el topocho, la auyama, cambures,
lechosa, yuca, naranja, etc., de gran importancia en el consumo diario del
parroquiano. También se crían aves de corral, como gallinas, patos, pollos; de
los cuales se aprovecha carne y huevos en la dieta diaria. En cuanto a la
pesca, son los ríos y lagunas los que ofrecen variedades de peces como el
busco, loras, guabinas, viejitas, coporos, de gran calidad alimenticia.
Bienes y servicios
Servicio de agua
La Laguna Grande siempre fue el único reservorio de agua del cual se
abastecía la población desde la fundación de San Pablo. En el año 1940, aproximadamente, se pagaba la carga
de agua (barriles en burros) a tres lochas. En ese mismo tiempo existían en el
pueblo muchos manantiales, entre los que se pueden mencionar El Nabero, Los
Pilones y La Zorra, entre otros. Con
la intención de mejorar el suministro de agua, fue perforado el primer pozo en
el sitio conocido como Gamelotal, por míster Maya y Antonio Zapata; de estos
pozos se sacaba agua con una bomba manual y costaba la carga de agua un real y
cuartillo. El segundo pozo fue perforado
en el sitio conocido como La Puente, del cual se extraía el líquido con una
motobomba y se llenaba un tanque que aún permanece en el sitio. El último pozo
fue perforado hacia la avenida Las Acacias y en el que fue colocado un tanque
de metal. El agua que se adquiría de estos pozos no era recomendable para el
consumo humano, su sabor era salobre. En
el año 1970, fue puesto en funcionamiento por el Departamento de Malariología,
un acueducto con sistema de tuberías de un pozo perforado a orillas del río
Güere, maniobrado por Pedro Miguel Guzmán y posteriormente por Orlando Rafael
Guzmán, el popular Patillúo. Siendo
la secretaria del acueducto la señora Blanca Belén de Poturo. Posteriormente se
inauguró el acueducto Los Barrancones-San Pablo, en el año 1983. La comunidad
para ese entonces ya podía suministrarse de agua, pero en la actualidad se ha
hecho insuficiente por el crecimiento poblacional.
El suministro de agua ha sido un
problema constante, como de freno, en el progreso de la comunidad y sus
habitantes.
Servicio
de aseo urbano
Uno
de los servicios públicos que se realiza con responsabilidad es el aseo urbano
y la limpieza de las calles de nuestra parroquia. Una vez por semana, los
desperdicios de las casas son recogidos regularmente por un camión adscrito a la Alcaldía del
municipio. Aunque se recomienda que por lo menos esta recogida se haga varias
veces a la semana para evitar la contaminación del ambiente.
Servicio eléctrico
En el año 1948, fueron alumbradas por
primera vez las calles y casas con luz eléctrica por una planta de marca International. Esta planta operada por
el señor Emilio Alvino, fue gestionada ante el gobernador Jorge Mogna por los
señores José Ramón Guzmán, Eusebio Noriega y Melecio Alemán. Esto fue motivo de
alegría para los habitantes, vendría a sustituir los mechuzos de las casas y
las lámparas de las calles, las que eran encendidas por el señor Rafael Guzmán.
En aquel tiempo los postes que debían ser utilizados para el alumbrado público
fueron de maderos, los que debían ser cortados por los dueños de las casas y de
eso se encargaba el jefe civil José Ramón Guzmán. Era tanto el asombro de los
muchachos, que muchos sufrían de tortícolis de tanto observar los bombillos.
Aún se recuerda la última planta eléctrica que maniobró el señor Rafael Torres, cariñosamente
conocido como El Babo, quien la
encendía a las 6:00 p.m. y la apagaba a las 10:00 de la noche, de lunes a
viernes, y los fines de semana la apagaba a las 11:00 de la noche. Para
apagarla daba dos avisos con bajones de luz para que la gente se fuera a sus
casas y no quedara a oscuras en la calle. Luego, en el año 1974 llega la luz
eléctrica de Cadafe. El sistema
eléctrico tiene 30 años funcionando regularmente, muchas veces con dificultad,
sobre todo, en tiempo de lluvia. La actual empresa que maneja el servicio
eléctrico es originada por Eleoriente
regional Puerto Píritu.
Servicio de transporte
Curiosamente por la entrada y salida del pueblo había unas cruces, a
manera de protección de los habitantes de San Pablo y de los que transitaban
por esos caminos. Para 1936 iba la gente a Píritu en arreos:
9 burros. La gente duraba tres días de camino hasta Píritu. Por los años de
1940 existía lo que se llamaba Camino Real, este nos comunicaba desde Puerto
Píritu a San Francisco, entrando por El Uvero y saliendo por El Jabillo,
Jabillar, Las Lagunas, Mamonal, Onoto, hasta al estado Guárico. Esta vía
todavía existe, una parte de ella es ahora una carretera de granza. Por dicho
camino la gente transitaba a pié, en caballos y en burro y para pasar por el
rió Güere a San Francisco había una canoa en la que se transportaban las
personas y la carga, los burros pasaban nadando al lado de la canoa tomados por
sus dueños. Por el año de 1938 llegaron los primeros carros conducidos por José
Manuel Gil, El Negro Aray y Tereco;
cuyos carros hacían de transporte y carga. Traían pescado seco, plátano,
papelón, café, cortes de tela y las famosas múcuras (especie de calzado), lo
cual cambiaban por productos de la localidad (cosechas casi siempre). En el año
de 1940 continuaron haciendo su trabajo de transportistas los señores Ramón
Solórzano, Miguel Espinoza, Pedro Jiménez y Teodoro Barbieri y posteriormente
Lorenzo Mata. En el año de 1962 llegó Edilidro,
la compañía que construyó el tramo crucero Santa Fe, límite con Guárico,
poniendo en funcionamiento una moderna vía de comunicación terrestre. Sin
darnos cuenta llegó el progreso a San Pablo, así los parroquianos se ponían en
contacto con el desarrollo del resto del país. En la actualidad contamos con
una red de transporte, la comunidad ha venido surgiendo progresivamente. Se
cuenta con una red de autobuses Abe
express del señor Abelardo Robles, y ALYU
express, con salidas de Onoto a San Pablo, de San Pablo a Puerto Píritu,
de Puerto Píritu a Barcelona y viceversa, en diferentes horarios, desde las
5:00 am hasta las 8:00 pm. También contamos con la línea de pasajeros La Campesina (carros pequeños) que cubre
la ruta de Puerto Píritu a San Pablo en cualquier horario del día hasta las
seis de la tarde.
Aspectos culturales de San Pablo de Azaca
Mano de obra india
A finales
del siglo XVIII era muy pobre el
desarrollo cultural entre indios y esclavos. Pobre es lo que se conoce y muy
exiguo lo que se conserva en las obras llamadas de “mano esclava”. Como es
lógico, y lo sabemos a través de los cronistas y de los informes y Relaciones
de Indias, apenas llegaron a establecerse los misioneros, inmediatamente
comenzaron a enseñar a los indios las artes manuales y hasta la pequeña
artesanía, que ya existía entre estos; pero que era más primitiva y funcional,
es decir, para uso doméstico. La principal obra que han de realizar los indios
y que aprendieron de los misioneros, serán las mejoras en las construcciones de
sus casas, templos y plazas, que harán de los pueblos un todo unitario y
planificado. Lógicamente tenían que usarse con preferencia los materiales
autóctonos: maderas, palmas, arcilla, para las tejerías, fibras para los
pequeños telares; y así, poco a poco, iría entrando el arte llamado misionero,
que no será otra cosa que el barroco peninsular de la época, con pequeñas
modificaciones, que le darán su originalidad especial. Los indios eran
utilizados por los misioneros en la edificación de los propios pueblos, pero
también salían a otras ciudades a ejecutar trabajos. Pese a que los indios
Cumanagotos no estaban tan adelantados y la queja general de los misioneros se
basaba en que eran pocos dados al trabajo, con todo, eran inteligentes y
hábiles y pronto aprendieron la carpintería, la ebanistería, la talla, la
arquitectura y la fundición de hierro forjado. Los indígenas, antes de la
venida de los españoles, eran muy hábiles en tejer sus hamacas, en la
confección de cestos y en las obras de cerámica. El principal tesoro de mano
indígena que existe y que prueba la habilidad de nuestros aborígenes está en
los objetos que se refieren al arte cristiano, con un hondo sentido de
religiosidad popular y de búsqueda de lo autóctono en la imitación de lo
extranjero. Lo más rico de manos indígenas se encuentra precisamente en el
siglo XVIII, cuando surgieron los Grandes Templos de Oriente que son,
ciertamente, de inspiración misionera, pero que solo pudieron hacerse realidad,
gracias al ingenio y a la laboriosidad de nuestros aborígenes.
Folklore Material
En la actualidad independientemente de la
formación académica que se recibe en los centros de enseñanza y de la que es
difundida a través de los medios de comunicación masivos, que propicia la
universalización de los conocimientos, la información y los hábitos, el folklore,
es parte de la formación de cada uno de los miembros de una determinada
sociedad. La cultura tradicional se transmite de generación en generación por
vía oral y mediante la participación espontánea de las actividades que
constituyen la vida de la colectividad. Aunque sujetos a cambios, como todo hecho
social, se conservan antiguas tradiciones, unas compartidas por la mayoría de
la población nacional, otras por la de determinadas regiones, y otras, porque
ya son autóctonas de la población de San Pablo. Pese a la poca importancia que,
hasta hace poco, el sistema educativo le dio al folklore, a la limitada
actividad que tenían las instituciones estatales, encargadas de valorar la
herencia pluricultural y sus variadas expresiones y a la creciente presión de
unos medios que tendían a la globalización y la consecuente pérdida de las raíces
singulares de la comunidad, el folklore está vivo y sigue transmitiéndose
vigorosamente a través de eficaces
mecanismos ancestrales. Por estas razones se debe estimular la participación
espontánea de los sectores que integran nuestra comunidad, en el fomento de la
cultura tradicional, lo que constituiría el vínculo más efectivo del individuo
con su historia. El folklore venezolano es el efecto de un largo periodo en el
que se fueron mezclando y caracterizando todo un conjunto de costumbres, usos,
formas de ver la vida y entender el mundo. En él participaron los grupos que
aquí hicieron vida después de la llegada de los conquistadores. El folklore es
un baúl abierto al que cada día entran nuevos elementos que pasan a formar
parte de nuestra venezolanidad. De lo anterior se desprende que el folklore es
el espíritu del pueblo, la característica que lo individualiza y lo hace
particular, por eso se dice que son típicos, es decir, propios de un lugar
determinado, todo ese conjunto de tradiciones y costumbres. Por eso se
sugiere mantener viva la llama eterna
del folklore y efectuar campañas a fin de rescatar aquellas tradiciones que se
han perdido. Los docentes son pieza fundamental en el rescate de este tipo de
actividad y deben involucrarse directamente con las comunidades para arraigar
en nuestras venas lo que nos identifica como pueblo. Muchas de estas
actividades tradicionales se han perdido, pero nos fortalece saber que hay
personas dispuestas a rescatar estas costumbres y tradiciones para el
crecimiento cultural, espiritual y social del pueblo, de nuestros hijos y de
los hijos de nuestros hijos.
Este
tipo de folklore estudia todo lo que a objeto se refiere, y puede abarcar desde
las cosas más sencillas hasta las más elaboradas por el ingenio del pueblo, es
decir, desde productos de la industria
doméstica hasta la artesanía y las expresiones plásticas del arte popular,
abarcando, hasta el arte culinario. Dentro de este tipo de manifestaciones
folklóricas, en la población de San Pablo predominan las siguientes:
Comidas y bebidas criollas
En
materia culinaria, los diversos platos conocidos en San Pablo, por lo general
adoptan el mismo nombre que en otras zonas, sin embargo se le da un toque
esencialmente nuestro. Su preparación es a base de carnes y granos.
Las carnes
Sopa de
res
En su elaboración se utilizan vegetales,
condimento y mucha verdura. Se acompaña en la mayoría de los casos con arepa y
en otros casos con casabe. Es un plato de mucha frecuencia en esta zona y en
los hogares la preparan, al menos, una vez a la semana.
Sopa de pescado
En su elaboración se utiliza cualquier tipo
de verdura y, a diferencia de otras zonas, mayormente se le da color con onoto.
Es importante mencionar que hay zonas del país donde no utilizan la auyama.
Entre los pescados preparados en sopa se encuentran el busco, el Jurel, la
tilapia, el corroncho, el bagre.
Sopa de gallina
Es deliciosa, pero de menor frecuencia que
la sopa de res y la sopa de pescado. Se prepara con bastante verdura y aliño.
Carne guisada
Hay una gran variedad de carnes que son preparadas
en estas tierras, guisadas con papas, vegetales y condimentos, entre ellas
podemos mencionar las carnes de res, pollo, cerdo, pato y, especies silvestres
como venado, lapa, iguana, cachicamo y otros. La de chigüires y de baba, por lo
general se preparan en “salpresos”, es decir, la carne se rocía con sal y se
expone al sol por varios días.
Pescado frito
Los habitantes de San Pablo son muy asiduos
al pescado frito en el desayuno y muchas veces en el almuerzo. Hay una gran
variedad de pescados de agua salada y de agua dulce que son degustados por los
habitantes de la comunidad. Entre los pescados de agua salada podemos nombrar,
entre otros, la lamparosa, el cataco, la liza, el lebranche y la curbinata.
Entre los pescados de agua dulce mencionaremos la guabina, la lora, el busco y
el coporo.
Los granos
Hoy
en día son muy pocos los parroquianos que se desempeñan en las labores
agrícolas, por lo general, estos alimentos se adquieren en el mercado.
Las leguminosas
Se preparan en asopados que pueden llevar
huesos de res o de cerdo “salpresos” o paticas de cerdo. Estos granos también
se pueden preparar fritos y revueltos con huevos. Dentro de estos granos que
forman parte de nuestra dieta podemos mencionar el frijol, chícharos y caraotas
(pintadas, negras, blancas y lochudas).
Cereales
El maíz
amarillo
Se
utiliza en la preparación de las tradicionales arepas y en tiempo de navidad se
utiliza para la realización de las hallacas, en la elaboración de nuestra
popular “Pelota”, el exquisito “Carato” y los sabrosos “Rosquetes”. Hoy en día
ha sido sustituido el maíz amarillo, por la harina precocida.
El maíz blanco
Es utilizado en la preparación de la tradicional
arepa y del alimenticio “zaperoco”.
El maíz cariaco
Es de uso frecuente en la preparación de
atoles, de carácter nutritivo.
Otros platos de acuerdo a la época
Berenjenas
De
muy buen sabor, la berenjena la preparan de dos formas: En pira (asada y triturada
con ajo, ají y cebolla) o frita en tajadas. Hay quienes preparan el dulce y la
chicha de berenjena.
La
hallaca
Es uno de los platos navideños y puede
considerarse como uno de los más apetitosos, no solamente de San Pablo sino de
todo el país, con sus variantes en cada región y se prepara de una forma característica. En esta
parroquia se elabora con masa de maíz y tiene como guiso una mezcla de carne de
cerdo, res y pollo, bien aliñada, decorada con pasas, aceitunas, alcaparras,
pimentón, huevo sancochado y plátano frito. La hallaca es el plato predilecto y
tradicional en los días navideños de todo venezolano.
El cuajado
Se prepara en Semana Santa, es una mezcla
de carne de morrocoy, preferiblemente, con huevos, verdura, alcaparras y
aliños, que dan origen a un exquisito pastel. Cuando no hay carne de morrocoy
es preparado con carne de pescado (cazón), chigüires, cachicamo o terecaya.
Postres y dulces
En esta parte
solo se hará referencia a lo autóctono de la población de San Pablo:
La pelota
Este es un delicioso manjar típico de
nuestra comunidad y se ha manifestado de generación en generación con las
señoras Concepción Concha Quiaro,
María Angélica Morales Angelina Morales
y su hija Yamile Morales (hoy fallecida) y María Ruiz (hoy fallecida). Se hace
a base de maíz amarillo, molido y colado, se prepara con papelón y azúcar, se
aliña con hojas y conchas de naranja y canela. En la actualidad es preparado
por la señora Minerva Guaina y la señora Margarita Guacarán. Este postre o
dulce es muy popular en nuestra comunidad.
Las conservas de Chaco (Batata)
Se aliña la batata con anís dulce y se
mezcla con una especie de melaza, cuando está bien compacta la mezcla, se
extiende en una superficie plana y se parte en cuadros pequeños. En tiempo
pasados estos dulces eran preparados por la señora María Ruiz (hoy fallecida),
herencia que pasó a manos de su hija, la señora Juana Ruiz, quien es muy
conocida en el pueblo por la preparación de estas conservas.
Los rosquetes
Es un dulce preparado con maíz cernido, que
da origen a un fino polvo, que es aliñado con especias y amasado en una melaza
de azúcar y papelón. Cada rosquete es colocado en una hoja de uvero o uva del
monte y colocado en una plancha o parrilla sobre el fuego. En tiempos pasados,
esta tradición la mantenía la señora Demencia Guaigua (hoy fallecida) y María
Ruiz (hoy fallecida). En la actualidad es herencia de las hijas de esta última:
las señoras Juana Ruiz y Josefina Ruiz.
El majarete
Este rico manjar es preparado a base de
maíz, leche, coco y azúcar. Es aliñado con canela, clavo especie y es muy
popular en la comunidad. En otros tiempos era preparado por la señora Ana
Brígida Roux (hoy fallecida). En la actualidad no hay persona alguna conocida
por la preparación de este postre.
Doña Ana Brígida Roux
Las empanadas dulces
Es una mezcla entre conserva de chaco y
rosquete ya que la masa para las empanadas es la misma mezcla utilizada en la
preparación de los rosquetes y el relleno es la mezcla utilizada para la
preparación de las conservas de chaco. Son bien exquisitas. En tiempos pasados
eran preparadas por la señora María Ruiz (hoy fallecida) y en la actualidad son
preparadas por sus hijas, las señoras
María Ruiz y Josefina Ruiz.
Dulces de lechosa y de ciruelas
En nuestra comunidad son preparados y
comercializados por la señora Roxana Marcano los dulces de lechosa y ciruela,
los cuales son muy famosos en nuestra la población.
Bebidas
Hay bebidas
populares en la comunidad que se preparan a base de maíz:
Carato de maíz
Es una bebida de delicioso sabor que se
prepara a base de maíz amarillo y con especias, necesita de maceración. En
nuestra comunidad es muy popular y comercializado por la señor Ramón Ron. En
tiempos atrás era muy popularizado por las señoras María Elena de Guacarán y
Concepción Concha Quiaro quienes lo preparaban
para los velorios de la Virgen de los Remedios y de la Cruz de Mayo.
Zaperoco
Es una bebida preparada a base de maíz
blanco o maíz cariaco. Hay quienes lo preparan con leche. Esta tradición aun se
mantiene en ciertas familias de la comunidad.
Agua de maíz
Cuando el maíz se cocina para hacer las
arepas, queda como residuo un líquido espeso y blanco, que las amas de casa
endulzan y por lo general la mayoría de los pobladores lo toman para acompañar el desayuno. Esto es
lo que se conoce como “aguemái”. En muy pocas familias se mantiene esta
tradición.
La Artesanía Popular
En
la población de San Pablo de Azaca se elaboran numerosos objetos de uso popular
y de arraigo tradicional. Han llegado así hasta nuestros días antiguas
tradiciones artesanales, vigentes tanto en las comunidades aborígenes como en
poblaciones criollas como San Pablo y que forman parte insoslayable de nuestro
patrimonio. En San Pablo de Azaca se conservan tradicionales y primorosas obras
de mano, utilizando variados materiales en tales confecciones:
Los tejidos
La manufactura de tejidos, que incluye la
cestería, la producción textil y de redes es uno de los aspectos más notables
en el campo de la artesanía tradicional de San Pablo de Azaca.
Producción textil
Es una tarea que realizan algunos
habitantes de la comunidad, utilizando como material de trabajo diferentes
tipos de hilo, dependiendo del producto a confeccionar. Si se trata de hamacas,
se utiliza nylon. Si se trata de moriches o chinchorros, se utiliza pabilo. Si
se trata de paños de mesa, se utiliza el estambre o pabilo. Si se trata de
prendas de vestir como gorros, suéteres, escarpines, y otros, se utiliza el estambre.
Hamacas y chinchorros
En San Pablo continúa siendo apreciada la
producción de estas piezas de uso popular, pero la misma ha ido disminuyendo
considerablemente. Esto se debe a que la pieza elaborada es muy costosa con
respecto a la elaboración industrial. Hoy en día se están aplicando políticas
gubernamentales a favor de este importante patrimonio nuestro. Las hamacas, de
tejido cerrado o chinchorros, de tejido abierto; lechos colgantes que han sido
calificados como unas de las más grandes creaciones americanas, constituyen
otro producto genuino de nuestro país. Se tejen en telares de marco fijo o de
bastión. En San Pablo se conocen por sus creaciones los siguientes tejedores y
tejedoras: Modesto Tuárez: Moriches en telar de bastión, Angelina Morales:
Moriches en telar de bastión, Blansorimar Castellano: Hamacas en una aguja, Adela
Rodríguez: Hamacas en una aguja, Arelys Morales: Hamacas en una aguja, Morelia
Morales: Hamacas en una aguja y Auristela de Rojas: Hamacas en una aguja.
Prendas de vestir, paños y manteles
En este tipo de tejido se utilizan
diferentes tipos de hilo, según sea la prenda a confeccionar: hilo croché,
pabilo, estambre, y otros. En la actualidad estas labores las desempeñan la
señora Blansorimar Castellano y la señora Adela Rodríguez.
Alpargatas
El tejido de este tipo de calzado no se
está realizando actualmente en San Pablo ya que los tejedores de alpargatas que
había en la población han fallecido y no hay quien haya aprendido este arte.
Fueron muy conocidas en nuestra comunidad por este trabajo las siguientes
personas: Martina Maraima (hoy fallecida) y Natividad Guaina (hoy fallecido).
Atarrayas
La atarraya, muy conocida en el oriente
venezolano, es una red fabricada con nylon
y se utiliza en las labores de pesca. Entre los tejedores de atarrayas de
nuestra población podemos nombrar a Rafael Rebolledo, Rubén Chivico, Nicolás
Paraqueimo, Jesús Rojas y Ana Rojas.
Cestería
En la elaboración de este producto se
utilizan las materias primas de origen vegetal como palmas, cañas, juncos y
bejucos, que crecen silvestres en nuestro territorio y se emplean desde tiempos
inmemoriales para la elaboración de artículos, algunos de ellos de altísima
calidad, utilizados en las más diversas funciones. Este tipo de artesanía, en
nuestra comunidad, es menos rica en diseño y variedad que en otras poblaciones
orientales. Entre estos artículos se pueden mencionar:
Cestos para cocina
Estos cestos son elaborados con cañas y
palmas y son utilizados por las amas de casa para guardar frutas, verduras y
arepas. Entre las personas que se han desempeñado en este tipo de trabajo
podemos señalar a Víctor Quiaro (hoy fallecido), Guadalupe Peraza (hoy
fallecido), Ramón Cipriano Rondón y Heliodoro Moreno (hoy fallecido).
Canastos
Los canastos son cestos tejidos con cañas y
bejucos, utilizados en las labores agrícolas para la recolección de las
cosechas. También era utilizado como medida de capacidad, ya que en algunas
oportunidades los agricultores vendían sus cosechas utilizando como medida de
capacidad, El canasto. Hoy en día son escasos los que se dedican a la
elaboración de este producto. En un tiempo los hacían Ramón Cipriano Rondón, Guadalupe
Peraza (hoy fallecido) y Mariano Cabeza.
Trabajos en madera
El
trabajo de la madera es muy tradicional en muchas comunidades aborígenes, que
utilizan los recursos que les ofrece la flora local para la construcción de sus
viviendas, embarcaciones, utensilios de trabajo y objetos rituales. A partir de
la conquista, los aborígenes fueron incorporando mecanismos técnicos y
herramientas más eficaces en la fabricación de objetos. Estos se destinaban a satisfacer las
necesidades de la creciente población, en este periodo comenzó la producción de
materiales y utensilios domésticos. En la población de San Pablo, desde tiempos
muy lejanos se ha venido trabajando la madera como objeto artesanal. Se
fabrican puertas, ventanas y techos de estilo colonial en bellos y variados
estilos y diseños; también se fabrican sillas, taburetes y objetos de carácter
religioso.
Puertas y ventanas
En San Pablo se fabrican puertas y ventanas
en madera con un estilo colonial, de fino acabado y en variados diseños. Entre
estos artesanos se destacan Iván Anamarima, Antonio Meneses.
Techos
Este trabajo de singular elegancia y
admirable belleza lo realizó el artesano Antonio Meneses. Hace más de diez años
que lo dejó de hacer y nadie en la población ha seguido su costumbre.
Sillas, taburetes y muebles para el hogar
Este trabajo se hace en madera laqueada y
cuero de ganado. En nuestra comunidad se destacaba el señor Delfín Cupamo (hoy
fallecido). Sus hijos heredaron todo este arte y en la actualidad lo mantienen.
Pilones
El pilón es un material de trabajo, que
consiste en un tronco de árbol ahuecado, con una base redonda que lo hace
mantenerse firme, y es utilizado en la actualidad para pilar el maíz para las
arepas. Para ello se utiliza otra pieza de madera con dos cabezas ovaladas que
se conoce como “mano de pilón”. Hoy en día ya no se come arepa pilada y el
pilón ha desaparecido, porque el modernismo hace que de alguna manera estas
tradiciones se pierdan. Entre los
hacedores de este instrumento de trabajo artesanal se mencionan: Melecio Alemán
(hoy fallecido), Pablo Antonio Hurtado (hoy fallecido), Ramón Cipriano Rondón, Heliodoro
Moreno (hoy fallecido)
Chusmos
Este artículo artesanal consiste en una
construcción a base de finas varillas,
que entrelazadas y atadas con nylon
en la parte superior e inferior toma la forma de un cono ahuecado de
aproximadamente un metro de altura. Este instrumento es utilizado en las
labores de pesca de agua dulce, en ríos, caños y lagunas. Entre los artesanos
que se han destacado en la confección de este instrumento de pesca podemos
nombrar: Mariano Cabeza (fallecido), Luís Cabeza (hoy fallecido), Ramón
Cipriano Rondón, Juan Moreno.
Urna del Santo Sepulcro
Primera obra del Santo Sepulcro elaborada
en madera y vidrio por el artesano Iván Anamarima. Está ubicada en la Santa Iglesia
Parroquial de San Pablo, sustituida en el 2009 por otra obra del artesano Pablo
Pastran.
Mesa de San Pablo Apóstol
La mesa donde se erige San Pablo Apóstol,
en la Santa Iglesia Parroquial, fue confeccionada en fina madera e impactante
diseño por el experto artesano, hoy fallecido, Fuentes Guareguán.
Totumas
La Totuma se construye con el fruto de la
mata de tapara, casi desaparecida de la comunidad porque son pocas las familias
que conservan en sus casas este árbol, sin embargo hay quienes se preocupan por
tener al menos una Totuma en su hogar. Una vez que el fruto está “jecho” o
maduro, se toma la tapara, se abre en dos partes iguales y se le extrae toda lo
que contiene en su interior y se limpia muy bien. Posteriormente se coloca al
sol hasta que seque. La Totuma es utilizada como vasija de comer, de tomar agua
o como envase para guardar granos.
Camasas
Las Camasas son un fruto parecido a la
Tapara, pero de mayor tamaño y en su preparación se utiliza el mismo
procedimiento que para preparar la Totuma. Es utilizado por las amas de casa
para guardar granos y otros alimentos, también es utilizado en la producción
artesanal, como objeto decorativo.
Folklore Social
Este
folklore trata todo aquello que tiene que ver con la vida entre las personas,
el lenguaje y su uso, las costumbres, las fiestas populares, religiosas,
patronales y tradicionales. La mayoría de las fiestas tradicionales que se
remontan a la época colonial, tienen su origen en el calendario católico, a
pesar de que con el tiempo se ha ido independizando de su simiente eclesiástica
y han perdido buena parte de su sentido religioso. Entre los días de asueto que
concede el calendario nacional festivo, después de las principales fechas
patrias, se establecen las religiosas: Navidad, Año Nuevo, Reyes, Carnaval y
Semana Santa. En la parroquia San Pablo se concede como día de asueto, el
veinticinco de enero de cada año, por celebrarse el día de nuestro Santo
Patrono San Pablo Apóstol, para que los habitantes de la comunidad asistan a
dichos actos.
San Pablo y la
distracción
La población de San Pablo ha gozado de dos
lugares o sitios para la distracción de los jóvenes desde tiempos muy remotos:
El Rincón de los
Viejos
Este
lugar data de los años 1940, su dueño era Fermín Noriega, quien arribó a San
Pablo por el caserío Los Barrancones, natural de Clarines. Por aquella época,
donde estuvo ubicado el Rincón de los Viejos era un sitio de reuniones y
bailes. Después, fue trasladado hacia otro lugar, y hoy día, en esta misma zona se halla la
propiedad de Carlos Guzmán y familia. Para 1950 los jóvenes iban todos los
sábados a bailar, entre ellos podemos citar a Juana Ruiz, Josefina Ruiz, Juana
Rebolledo, Ofelia Rebolledo, Pedro Felipe Maraima, Ramón Maraima, Pedro Tocotillo Rondón, Pedro Guacarán, Andrés
Guacuto, Jesús Guzmán, Angelina Morales, Elena Ramos, Pedro Vargas, Chucho
Vargas, Pablo Hurtado, Leoncia Morales, El Negro Aparicio, Eduardo Morón, y otros.
Las canciones más populares bailadas y escuchadas eran: Cabeza de hacha, todavía del agrado de muchos, Ay Chabela, Espérame entre
palmeras y Mariposita de mil colores. Al morir don Fermín Noriega, el Rincón de los
Viejos pasó a ser administrado por su yerno Carlos Guzmán. En la actualidad
continúa siendo un lugar de distracción, en el que se venden licores y se
reúnen jóvenes y ancianos a jugar dominó y cartas.
Sala de baile de Don Fermín Noriega. En la gráfica se
aprecia a la Srta. Carmen Aurora Rondón
Club Social de San
Pablo
El Club Social de San Pablo de Marielena de
Guacarán y Cruz Guacarán, tuvo sus inicios en el año 1957, en una casita de
bahareque situada justamente donde se encuentra hoy. Aquí se reunían los
jóvenes a bailar y unas de las canciones que más sonaba en el tocadiscos era El caimán, pero ya para el año 1963 se
presentaba todos los fines de semana El
Gallo y sus muchachos, grupo musical dirigido por Andrés Guacuto y los
instrumentos utilizados siempre fueron el tambor, el cuatro, la marímbola y el
violín. En el año 1964 amenizaban las fiestas del club Isidro Guarepe y su
grupo y la música ejecutada se creaba con arpa, cuatro y maracas.
Para
el año 1961 se estrena la primera rockola o victrola como también se le conoce
en otras partes del mundo. En el año 1965 se presenta la primera agrupación
musical invitada a estos bailes, la misma procedía de otra región de
Anzoátegui, ellos se hacían llamar Rafito Lara y sus muchachos el cual era muy
famoso en esa época. Los días de San José (19 de marzo) y San Ramón (31 de
Agosto) se formaban sendas fiestas y banquetes. El año de 1966 para los
habitantes del pueblo fue de mucho agrado, llega por primera vez a San Pablo La
Sonora Oriente, la que todavía se recuerda
por aquella melodía: /La sonora
está llegando/la sonora está llegando/con Rogelio bailando así/con Rogelio
bailando así.
El
tiempo ha demostrado que la cultura es parte de la sociedad y del hombre mismo.
El trabajo forma a las personas y muestra que siempre está ligado a la tierra y
al duro sol, por eso, no es de extrañar que después de la faena diaria queramos
disfrutar de una buena bebida y de un rato de esparcimiento. El Club Social de
San Pablo para 1968 toma una nueva estructura física y en su programación
comienzan a desfilar por allí grupos tan famosos como: Los Antaños del Stadium
(1979), Los Excelentes (1986), Los Melódicos de Renato Capriles (1980), La
Inmensa (1980, 1982), La Propia de Doris Salas (1981, 1983), 1.2.3 y fuera
(1983) y el Grupo Punto Sur (1987). Ya para 1982 se nombra una junta directiva
y el Club Social de San Pablo pasa a ser una organización social, cultural y
deportiva.
Arquitectura
Lo
más rico de manos indígenas se encuentra precisamente en el siglo XVIII, cuando
surgieron la construcción de grandes templos y conventos de oriente, que son,
ciertamente de inspiración misionera, pero que solo pudieron hacerse realidad
gracias al ingenio y a la laboriosidad de nuestros aborígenes. Aunque se trate
de arquitectos anónimos o de frailes que fueron ingenieros improvisados o de
albañiles indígenas, quienes con su imaginación, creatividad e integración,
pusieron todo su conocimiento en estas obras.
Las Ruinas Coloniales, Las Murallas
En San Pablo hay un testigo de este trabajo
conjunto entre los aborígenes y los frailes: Las Ruinas Coloniales conocidas
como Las Murallas, que datan del
siglo XVIII, aunque la obra quedó inconclusa serviría de templo y convento a la
vez. Durante el siglo XIX fue utilizado como el primer cementerio de la
población. Las Ruinas Coloniales de San
Pablo no son más que un templo colonial inconcluso que fue levantado por los
misioneros franciscanos a finales del siglo XVII y principio del siglo XVIII.
En Graciano Gasparini, Templos Coloniales
de Venezuela (Caracas, 1959), hallará el lector hermosas páginas,
maravillosamente ilustradas sobre los templos levantados por los misioneros
franciscanos. De las ruinas de San Pablo dice Gasparini: en un bosque impenetrable, vencida por la vegetación espinosa, se ven
los restos macizos de los muros inconclusos. Son muros de piedra y ladrillo
perfectamente colocados… En la
actualidad, este lugar es un parque rodeado de una urbanización bien poblada.
Estos templos quedaron inconclusos por las siguientes razones: a) La jefatura
de la Iglesia en América quedaba en Puerto Rico y los recursos económicos
demoraban en llegar a Venezuela. b) La resistencia indígena al maltrato de los
españoles. c) Con la guerra de independencia los pocos misioneros que quedaban
se vieron obligados a abandonar nuestras tierras. Por tanto, queda demostrado
que estas murallas o ruinas, pese a la deshumanización que padecieron los
aborígenes en este territorio, hoy día, son del gusto y la preferencia de sus
pobladores y cada turista que pasa por estas tierras no deja de visitar ese
pedacito de historia que nos ha tocado como patrimonio cultural y espiritual.
Iglesia de San Pablo
La Iglesia de San Pablo fue testigo de la
cultura a que llegaron estos pueblos durante el siglo XVIII. Los primeros
rastros que hay en la historia sobre la Iglesia de San Pablo, se hallan en el
año 1731, cuando nos visita el Obispo de Puerto Rico, don Fray Sebastián
Lorenzo Pizarro. Visitó la iglesia parroquial, fábrica y oficinas que eran de
bahareque, cubierta por tejas acanaladas, el altar mayor, ara, imágenes,
retablos y lo demás de dicha iglesia, baptisterio, vasos sagrados, santos
óleos, libros parroquiales, ornamentos y alhajas que halló con toda decencia y
mandó a que se hiciera inventario de todos los bienes que poseía y así se hizo
y la entrega de todo al reverendo Padre Coadjutor.
Iglesia de San Pablo,
hasta 1972
Escultura
El principal tesoro de mano indígena que
existe y que prueba la habilidad de nuestros aborígenes está en los objetos que
se refieren al arte cristiano que fueron realizados con un hondo sentido de
religiosidad popular y de búsqueda de lo autóctono en la imitación de lo
extranjero. De la imaginería que se conserva en a Iglesia Parroquial de San
Pablo, las más antiguas son del siglo XVIII y son ciertamente obras que
nacieron en oriente y en la que los mismos misioneros guiaron a los indígenas.
Una prueba de ello son las siguientes imágenes: Talla en madera del Apóstol San
Pablo. 1.10 metros aproximadamente. Imagen de la Inmaculada Concepción. 1.00
metros aproximadamente. Talla en madera del Niño Jesús. 40 centímetros
aproximadamente. En cuanto a las imágenes de San Pablo y la Inmaculada
Concepción, éstas ya estaban en la iglesia, cuando nos visita el Oidor don Luís
Chávez y Mendoza, el 12 de junio de 1783.
Talla en madera policromada del Apóstol San Pablo
Fiestas tradicionales
Mayo es el mes de las flores y de la Cruz. A partir del día tres cuando se conmemora la invención de la Cruz, comienzan a celebrarse los velorios en casas particulares y en lugares públicos. Con los velorios se pagan promesas y desde tiempos remotos se invoca a la Cruz para tener agua en momentos de recia sequía, indispensable en las zonas agrícolas. La Cruz o Cruces, tres por lo general, son vestidas de nuevo cada año y colocadas en altares domésticos y se instalan en sitios públicos desde el día tres al treinta y uno del mes. La música que acompaña a estos velorios son: cuatro, guitarra, bandolín, tambor y maracas. En los velorios celebrados en San Pablo, los cantores entonan versos en honor a la Cruz frente a los altares en donde están ubicadas las Cruces. En San Pablo celebraban los velorios de la Cruz de Mayo, las señoras Concepción Concha Quiaro, Concepción Concha de Borrego y más recientemente el señor Omar Catire Molero. Es importante señalar que, en la población de San Pablo existen tres cruces, desde hace unos cincuenta años o quizás más, que son el punto o límite al pueblo: una de entrada por El Uvero y la otra de salida por El Jabillo. También es importante mencionar que estas Cruces por tradición las vestía y alumbraba doña Concepción Concha de Borrego en el mes de la Cruz. Esta es una tradición que debemos rescatar. En la imágen Don Carmito Tiapa tocándole a La Santísima Cruz, Velorio realizado en San Pablo, mayo 2009.
La Semana Santa en San Pablo se celebra con
comilonas donde resalta El cuajado de
morrocoy, pescado, chigüires, baba y otros, el arroz con coco y el dulce de
lechosa. En cuanto a lo religioso se hace la misa del domingo de Ramos, la misa
y procesión del Nazareno, el miércoles Santo y la misa del domingo de
Resurrección. Los parroquianos van a pasar estos días al río Güere, donde acampan
y disfrutan de sus fiestas. En la población de San Pablo, el domingo de
Resurrección, último día de Semana Santa se realiza la quema de Judas
representado por un muñeco relleno de pólvora y fuegos artificiales, poco antes
de caer la noche. Antes de proceder a quemar la efigie se dicen versos de
manera jocosa de situaciones y personas de la comunidad a manera de diversión.
La
Navidad
En tiempos de navidad es tradición preparar las ricas hallacas, dulces y
tortas para esperar el nacimiento del niño Dios. En un tiempo era costumbre
llevar la imagen del niño Jesús a los campos, días antes de Navidad, entonando
aguinaldos y se regresaba al pueblo el 24 de diciembre en la tarde. En la actualidad esta tradición la mentiene el cultor popular y autor de esta investigación, Prof. Manuel Morales. Fueron
conocidos como aguinalderos los señores: Porfirio Hernández, Pedro Paraco,
Pedro Castillo, Antonio Márquez y la siempre recordada Ana Perico. En
esta festividad también se le rinde culto a la tradicional Misa del Gallo.En la imágen, El Niño Jesús visita los caseríos, el 15 de diciembre de 1948.
Fiestas en honor a San Pablo Apóstol
El 25 de enero de cada año, la población de San Pablo celebra la
festividad católica “La Conversión de San Pablo al Cristianismo” y esa misma
fecha se toma como referencia simbólica para celebrar también el día de la
fundación de San Pablo de Azaca. Cuenta don Manuel Castro,
que para las fiestas de San Pablo del año 1936, venía mucha gente en bestias y
a pié, que empezaban a llegar el 20 de enero. En Las Fiestas Patronales del año
1938, llegó a una gallera propiedad de José Vicente Mata, abogado, padre
natural de Concepción de Borrego, conocida como Doña Concha Borrego, un hombre
de apellido Felizzola, cuñado del Presidente de la República, Isaías Medina
Angarita y en dicha gallera tuvo una discusión con el doctor Hernández Camejo,
médico visitante. En este tiempo venía a
las Fiestas Patronales de San Pablo gente de Píritu, de Zaraza, Valle de la
Pascua, Onoto y San José de Unare, a pesar de no entrar carros al pueblo. En el año de 1966 y patrocinado por
la señora María Elena de Guacarán fue coronada en la Plaza Bolívar de San Pablo
la primera reina de las Fiestas Patronales, señorita Ramona Moramay Medina,
reconocida docente de nuestra comunidad y Licenciada en Lengua y Literatura.
Durante los años sesenta y setenta, Las Fiestas Patronales de San Pablo eran
promocionadas por “Cerveza Caracas”,
quienes se encargaban de hacer la publicidad de los eventos. En la actualidad para estas festividades se realizan grandes bailes, actividades
deportivas y culturales, pero la razón de ser de estas actividades son los
actos religiosos en honor a nuestro patrono. Aquí se celebra la eucaristía, se
realizan bautizos, confirmaciones y la procesión con la imagen de San Pablo
Apóstol. Las siguientes son imágenes de coronación de la primera reina de las fiestas de San Pablo, Srta. Ramona Moramai Medina, evento patrocinado por la recordada María Elena de Guacarán, el 24 de enero de 1966.En la gráfica inferior se aprecian a Doña Ramona Poturo (Cuidadora de la iglesia), Carlos Pinto (Fotógrafo) y el popular "Caraquita", en el vehículo que Cervecería Caracas, quien patrocinaba estas festividades.
Los Carnavales
Durante los años sesenta y setenta se realizaban los mejores carnavales
en nuestra comunidad. En el Club Social San Pablo, María Elena de Guacarán
realizaba la coronación de la reina del carnaval, los disfraces y las
comparsas. En el sector La Carretera y en la calle Guanapito se encargaba
Concepción Concha Quiaro de realizar
dichos eventos. Muchas personas
acostumbraban a disfrazarse en esta época, eran conocidos por esta costumbre
los señores Jesús Guzmán, Newman Almérida, Tomás Ramón Mata. También era
costumbre de María Elena de Guacarán propietaria del Club Social San Pablo que
en la madrugada antes de terminar la fiesta de carnaval y con varios cilindros
llenos de agua dentro del club mandaba a cerrar las puertas y empezaban a esa
hora de la madrugada a jugar carnaval con agua y azufre todo el que quedaba
dentro del club salía mojado y lleno de azufre. En la imágen se pueden aprciar en primer plano a Florisa Rojas y Elba Guzmán, en los carnavales del año 1966.
La música en San Pablo
San Pablo tiene hijos que han sentido pasión por la música y lo han
demostrado a través del canto y de la interpretación de instrumentos musicales.
Tal es el caso de Jesús Chuíto
Alvino, residenciado en Caracas, cantante. Quien ha participado en concursos de
canto televisados. Florisa Rojas, residenciada en Caracas, cantante. Ha
figurado en distintos eventos artísticos tanto a nivel nacional como
internacional y en grupos corales reconocidos como Fundación Coral Caracas,
Coral del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales. Andrés Guacuto, El gallo, fue un personaje folclórico de
nuestra comunidad, al que se le han rendido homenajes en eventos culturales.
Ejecutaba la marímbola, el cuatro y la guitarra. Por los años sesenta tenía un
pequeño conjunto con el que animaba las fiestas en el Club Social San Pablo.
Aldemaro Figueredo, animaba las tardes sanpablenses con las melodías que le
sacaba a su cuatro, por allá por los años 40. Fue maestro de música de Andrés
Guacuto.
En la parroquia San Pablo, especialmente
en San Lorenzo de Güere, hay un personaje que secaracteriza por ser compositor,
poeta y músico: Lorenzo Rojas, quien compuso un pasaje dedicado a San Pablo,
como pueblo y como patrono, que lleva por nombre POR SER QUERIDO.
Literatura
Leyendas
Leyendas
Leyenda de los espíritus ancestrales (indígena)
Cuenta
esta leyenda indígena que, en tiempos de la fundación de San Pablo, ocurrió un
hecho impresionante en el cielo que cambió la vida de los indios Palenques
Caracares. Llega el Padre Matías Ruíz Blanco con los indios ya mencionados y
enterrando a orillas del río Unare una gran cruz de madera, dice dirigiéndose a
los indios: En este lugar dejo fundado el
pueblo de San Pablo y sepan que este precioso madero que se conoce como la
Santa Cruz debe ser adorada por ustedes, porque este es el estandarte de la milicia
de Cristo, bajo cuyas banderas entran a vivir
hoy, siguiendo de una vez su verdadera doctrina y detestando los falsos
ritos del demonio, que los tiene ciegos y engañados. En este momento conjuro a
los espíritus rebeldes y los mando, en el nombre de Dios Omnipotente al lugar
de su eterno destierro. Una vez
entrada la noche y a eso de las nueve se formó en el cielo un globo de notable
magnitud y claridad que duró como unos tres minutos y corriendo hacia la parte
norte se desvaneció con un estruendoso estallido. En el mismo instante fue
visto y oído en el pueblo de Píritu. Al día siguiente los indios amanecieron
más joviales y pacíficos ya que atribuían el fenómeno, al hecho, de que ellos
se resistían a la conversión y que los espíritus infernales que poseía aquella
nación de Palenques Caracares salía en fuga sin esperanza de victoria, al
introducir en aquel lugar la Santa Cruz de Cristo. Algunas noches los indios
oían voces que decían: Aléjense de sus
falsas adoraciones, abracen la fe cristiana, apártense de sus vicios y
diabólicas adoraciones. Al mismo tiempo los demonios lanzaban lamentos y
quejidos y decían: ¿Por qué dejaron las
costumbres de sus ancestros? Son ingratos, no debieron hacerlo. Abandonen las
doctrinas de esos Padres Misioneros. Se encontraba el Padre Matías Ruíz
Blanco en su pobre choza y llegaron a él unos indios infieles recién salidos
del monte, temblando de temor y espanto, el Padre preocupado preguntó: ¿Que os pasa? ¿Cuál es la causa de su
turbación? Uno de los indios respondió: Padre,
estando cercanos de San Pablo, oímos unos llantos fúnebres y voces lamentables
que nos reprendían la resolución de dejar las costumbres y ritos de nuestros
padres y abuelos. El Padre manifiesta:
No hagáis caso hombre, esas son quejas de su maldito seductor
por fuerza de la envidia de verlos abrazar la fe de Jesucristo a pesar de su
soberbia. Y refiriéndose también a esta leyenda el Padre Caulín cierra con
una juiciosa observación: No soy
inclinado a referir casos portentosos, o casos que huelan a milagro sin la
plena justificación que para su tradición se requiere, y mucho menos pensara
hoy en referirlos al ver tan juiciosa la crítica del mundo; pero tampoco
cumpliera fielmente con mi oficio dejando en silencio estas y otras maravillas
que en estos países ha obrado El Señor de las Alturas en confirmación de su
doctrina y crédito de sus siervos y fieles ministros, cuando las hallo
autenticadas y confirmadas con juramentos de varones apostólicos y prelados
celosos en quienes ni puedo ni quiero considerar el menor viso de apocrificio
ni mentira, sabiendo que no está abreviada a sólo un prodigio la poderosa mano
de aquel Señor que supo sumergir en las aguas al más precipitado enemigo, para
que, libres de su tiranía, cantasen victorias sus escogidos y quedasen en
pacífica posesión de su amado pueblo: San Pablo.
Leyenda del encanto de la Laguna Grande
Cuentan los nativos de San Pablo que a
principios del siglo XX en la
Laguna Grande de nuestra comunidad existía una gigantesca culebra que se
convertía en objetos que estimulaban la atención de las personas que ella
deseaba y hasta se podía convertir en una bella mujer y llegar a las fiestas que se realizaban en el
pueblo en busca de hombres. Según la tradición, ella se alimentaba de los
animales que se acercaban a la laguna y de niños y adultos a los que encantaba.
Por esos tiempos la Laguna Grande era muy concurrida, en el día, por mujeres
que iban a lavar y a buscar agua en tinajas, por la tarde, era visitada por parejas
de enamorados. De noche, era muy peligroso acercarse a ella por los encantos. Contaba
la señora Anastasia Guacarán, que una señora había ido con su niño a lavar a la
laguna y en un descuido el niño se acercó a sus orillas y vio un barrilito muy
bello que brillaba y flotaba cerca de él y llamaba su atención. Cuando el niño
se introdujo desde la orilla al agua a tomar el barrilito este se alejaba mas y
mas de la orilla y cuando la señora se percató de la ausencia del niño se
desesperó, y al no hallarlo, de pronto notó como el niño se retiraba de la
orilla de la laguna y empezó a llamarlo, en ese instante el niño se dio cuenta
que estaba muy lejos de la orilla y la madre se lanzó a sacarlo. Al llegar a su
hogar contó que se había metido en la laguna a tomar un barrilito muy bello que
vio en el agua, pero la madre sorprendida nunca observó tal barril. El niño comenzó
a alucinar con fiebre altísima y murió y su muerte fue atribuida al encanto de
La Laguna Grande. También contó don Pablo Hurtado, que por el año 1940, en el
centro del pueblo había una planicie en donde la gente se reunía por las noches
a la luz de las lámparas y mechuzos a tertuliar y en cuya planicie se construyó
posteriormente la Plaza Bolívar de San Pablo. Una noche se organizó una fiesta en
la que hubo mucha bebida y un individuo desconocido, que había venido de San
Francisco fue visto en compañía de una bella mujer. Don Pablo se le acercó y
después de saludarle preguntó: ¿Esa mujer vino con usted? No, esa bella mujer
es de aquí, la conocí aquí. Don Pablo que estaba algo embriagado dijo: mire
amigo esa mujer no es de aquí, puede ser un encanto. Asegúrese de eso. ¿Y cómo
puedo saberlo? Yo le voy a decir como:
dígale que le enseñe el maruto, si se lo enseña y usted se lo ve es una mujer
de carne y hueso, pero si no se lo enseña es porque es un encanto y las
culebras no tienen maruto. Con esas
mismas palabras el hombre preguntó a la bella mujer: mire su mercé, ¿usted me
puede enseñá su maruto? Dicho esto, la mujer fue descubierta y salió despavorida
y espantada desapareciendo en la oscuridad de la noche. Un grupo de personas se encontraba en la
fiesta y se percató de lo ocurrido entre ellos y don Pablo Hurtado que, según
él, del susto se le pasó la pea. La
culebra trajo al pueblo mucha incertidumbre y desdicha. Muchos niños pequeños morían
sin motivo aparente y las madres atribuían sus muertes, al encanto como
llamaban a los fallecimientos por causa de la culebra. Cuando este encanto se
llevaba en la noche a alguna persona de la comunidad, se oía en la laguna a un
grupo de mujeres-culebras entonando preciosas melodías, y que el pueblo
escuchaba, se decía que estaban celebrando su labor. Las personas que por
necesidad tenían que ir a la laguna con niños, para su protección los untaban
con una mezcla de saliva, tabaco y ajo, lo cual tuvo una acción rotunda, porque
con ello el encanto se alejó de aquellos parajes que por tanto tiempo había
rondado.
Leyenda del asesinato de Aldemaro Figueredo
Cuentan que en la Semana Santa del año 1947,
el domingo de resurrección, cuando ya venía saliendo la luna a eso de las nueve
o diez de la noche, se escuchaba música en una fiesta que se había organizado en casa de Nicolasa
Guzmán, justo al frente de la casa del señor Carlos Guzmán en
la calle Las Flores. La gente que allí estaba reunida tarareaba las estrofas
“Traigo una bandera y un son para bailar” de la canción La Guayabera. En la mencionada fiesta se encontraba Aldemaro Figueredo, quien tiempo atrás ya
había tenido problemas con Epifanio Güipe. Este último confabulado con su
hermano El renco Francisco Güipe
estimularon la ira de Aldemaro Figueredo, lo que provocó una tremenda riña, y
mientras éste forcejeaba con Epifanio, cobardemente El renco Francisco hundió un filoso cuchillo en la espalda de
Aldemaro Figueredo induciéndole la muerte de manera instantánea después de
caminar dos cuadras. Cuenta la
leyenda que el difunto se le aparecía a mucha gente del pueblo, los que
percibieron la presencia del difunto lo identificaban como un hombre alto y
corpulento, siempre vestido de blanco y sombrero del mismo color y era ya una costumbre distinguirlo de
madrugada donde lo mataron.
Leyenda de Pantaleón Paraco
En Venezuela son muy tradicionales y
folklóricas las historias de espantos,
aparecidos y difuntos. En el sector Los Barrancones está la leyenda de
Pantaleón Paraco. Cuenta la leyenda que un arriero oriundo de Zaraza traía
carne salada de res, cochino, venado y pescado, también vendía papelón, entre
otros comestibles. A Pantaleón nunca le gustó quedar mal con la gente, pero por
esos avatares de la vida yendo con su arreo de burros a trabajar muere en el
camino que conduce de Barrancón a Jabillal, específicamente, en El Pericoco.
Con el tiempo, las personas le fue asistiendo por los favores que en vida éste
le supo ofrecer, o sea, se fue convirtiendo en un ánima que ayuda a los
necesitados. Narra la leyenda que a un morador de la zona se le extraviaron
unas vacas y con toda su fe pidió a Pantaleón que le ayudara a recuperar su
ganado, a cambio le haría una capillita para que reposara con tranquilidad. Las
vacas aparecieron y el señor de la promesa construyó la capilla, a la que concurren
los habitantes de la zona a prenderle velas al venerado personaje. De esta
forma el ánima de Pantaleón Paraco ha ido penetrando en los corazones y en la
conciencia de la gente.
Leyenda del burro pollino sin cabeza
Cuenta la leyenda que en el lugar conocido
como el Manantial de la Zorra ---durante el gobierno de Rómulo Betancourt--- se
le aparecía a tres personas con el nombre de Pedro un burro sin cabeza. El
primero, conocido como Pedro Ramos, narró que un día andando por el lugar,
pasada la medianoche se sorprendió al ver entre la maleza a un burro pollino
que rebuznaba de manera escalofriante. Tal fue su susto que salió despavorido
hasta su casa, le echó el cuento a su esposa, y de allí, se corrió el rumor por
todo el pueblo. La gente empezó a murmurar y a creer en ese acontecimiento, al
punto, que cuando iban al manantial en busca de agua andaban temerosos. Con el
paso del tiempo volvió y se repitió el mismo acontecimiento, pero esta vez, con el señor Pedro Maraima. Un
día como cualquier otro, este señor salió a visitar alegremente a su amigo
Leopoldo Guaita con quien compartió toda la tarde y parte de la noche. Por esa
época no había luz eléctrica permanente, solo desde las siete hasta las diez de
la noche. Estos dos amigos tomaron ron blanco y pasaron un rato agradable
echándose cuentos uno al otro. Leopoldo decía: Pedro, ya es tarde, van a quitar
la luz eléctrica, ya anunciaron el segundo aviso. Se despidieron acordando que
el fin de semana iría a pescar a la Laguna Grande. Cuando Pedro Maraima iba
camino a casa con su botella de ron en la mano, el camino se le tornaba muy oscuro,
porque ya no había luz eléctrica. Poco antes de llegar al Manantial de la Zorra
divisó a lo lejos un bulto y no lograba distinguir qué era, pero veía como un
destello de color gris blanco dentro de un hueco parecido a la cabeza de un
animal, apuró el paso de manera silenciosa y algo asustada. Resultó que el
bulto era un burro pollino, que estaba parado de espalda y no se le veía la
cabeza, cuando él se acercaba para poder verlo bien, el animal empezó a
rebuznar y Pedro se dio cuenta que no tenía cabeza ni cuello. Espantado y
tembloroso gritó: Dios mío, ¿qué es eso, qué cosa tan fea? El burro no lo
dejaba pasar y Pedro empezó a luchar con
el endemoniado animal. Cuando Pedro vio el cuello del burro se dio cuenta que
del hueco del cuello salía candela. El burro le echó un fuerte y hediondo
soplido, que se le penetró por todo el cuerpo. Pedro y el burro seguían
luchando, hasta que los dos se cansaron. El hombre logró alcanzar un palo y
golpeó al burro fuertemente, este salió corriendo por el monte, Pedro lo siguió
a puro grito: ¿dónde estás? Vente pues,
vente. Pedro a su vez se quejaba del mal olor que tenía en su cuerpo: uf, ¿qué
olor es este? Pero el burro, a lo lejos, comenzó a llorar con lamentos espeluznantes
y fuertes. Pedro al oírlo se fue corriendo a su casa llegó pegando aullidos y
llamando con desespero a su esposa: María, María. Hombre, ¿dónde estabas
metido? y llorando le cuenta lo sucedido. Su esposa para
consolarlo dice: mijo, quédate tranquilo. En ese preciso instante él le
respondió: no me dejes solo María que ahí viene el burro, ¿no lo escuchas? María
le toca la mejilla y siente que está prendío en fiebre. Quédate tranquilo. Pero
Pedro seguía quejándose del mal olor que tenía y del burro que había visto. Así
pasó varios días y María le buscó un rezandero y hasta ella misma le oraba.
Pedro no quería comer, casi se muere, se puso bastante delgado, tampoco dormía,
vivía aterrado. Con tantas oraciones y agua bendita fue perdiendo el miedo.
Cuenta también la leyenda que a mediados de los años sesenta llega a San Pablo un
señor conocido como Pedro El palero,
que había venido como trabajador de la Compañía Edilidro, era chofer de la
máquina utilizada para deforestar la zona. En una oportunidad con la pala del
tractor sacó una botija del fondo de las tierras cercanas al manantial. Al ver
esto y al darse cuenta de que la botija era un tesoro por lo que podía
divisarse, se baja de la máquina y dice a su ayudante Manuel Quereigua que vaya
hasta la bodega de Antonio Domínguez a comprar unos golfeados. Cuando Manuel
Quereigua regresa con los golfeados, para sorpresa de éste, ya Pedro El palero había desaparecido con dicha
botija. Desde ese momento no se supo más nada de este personaje y nunca más el
burro sin cabeza volvió a importunar la paz y tranquilidad del pueblo, quizás,
porque ya no había nada que cuidar.
Poesías
Elegías de varones ilustres de Indias*
Juan de
Castellanos
Dedicado
al sistema defensivo de los Palenques
Aquestos dichos
fuertes ó cercados
tienen señeros
para su defensa,
de grosísimos
árboles plantados,
donde la verde
rama se condensa:
Unos después de
otros ordenados,
con más vigor de
lo que nadie piensa,
pues aquel gran
grosor que lleva hecho
tiene de
duración prolijo trecho.
Otros palenques
hay más estendidos
en muchos destos
campos y zabanas,
no de plantas de
árboles nacidos,
como las otras
cercas más ancianas;
sino de palos
muy fortalecidos,
y cada cual con
dos ó más andanas,
con las cintas
espesas de bejucos,
o correosas
yedras de arcabucos.
*Nota
del autor: En este texto se respeta la grafía de la época.
Río
Unare
Oscar Matute Ortíz
Eres un cantar
en la calma
un torbellino en
la violencia
eres un progreso
en los llanos
una cuenca que
entusiasma.
Porque atraviesa
un Distrito
que afluentes,
te emanan
para que
engordes tu caudal
en lo más
elemental
un Güere que
empalma
es un Güere que
te ayuda
a acrecentar tu
bravura
cuando ya
desemboca
en un mar que es
ternura.
Laguna Grande
Manuel
Morales
Símbolo de
nuestro pueblo
es nuestra
Laguna Grande
con sus leyendas
y cuentos
su belleza
impresionante.
La dibujó un
querubín
en estos pulcros
parajes
para que sea el comodín
de Palenques
Caracares.
La culebra se ha
llevado
a muchos indios
palenques
se ha
transformado el encanto
en mito y musa viviente.
No olvido mi
atardecer
camino hacia la
laguna,
por Salistral,
por San Pablo,
contemplo selva
y llanura.
La Cruz de Mayo
Manuel
Morales
Se fueron
aquellos tiempos
de alumbrar la
Cruz de Mayo
me entristezco,
voy al templo,
busco respuesta
y no hallo.
¿Dónde estará doña
Concha?
¿la Domínguez,
la Borrego?
¿Qué pasó con
los velorios
del catire Omar
Molero?
Añoro desde hace
rato
las coplas, los
galerones,
saborear aquel
carato
y olvidar los
sinsabores.
Vamos docentes y
alumnos
al rescate del
velorio
que no se quede
ninguno
alejado en su
escritorio.
Añoranzas
Manuel
Morales
Qué tiempos
Jesús Guzmán
cuando sacabas
al Niño
en San Pablo y
Salistral
mas lo hacías
con cariño.
Se fueron los
grandes bailes
grupos y música
buena
los tiempos no
son como antes
invoquen a María
Elena.
En las Fiestas Patronales
ya no se elige a
la reina
no se saca por
las calles
la música
cañonera.
En la noche de
fin de año
la gente se
alborotaba
para darnos un
abrazo:
todo pasa,
todo acaba.
A mi padrino don Perucho
Manuel
Morales
Enfermero
practicante
desde los años
cincuenta
partero sin
contrincante:
Dios en la
gloria lo tenga.
Por sus manos
llegué al mundo
me dio las
primeras palmas,
con sentimiento
profundo
a mamá
felicitaba.
Es un varón
morenucho
dijo don Pedro a
mi madre
muchas gracias don
Perucho
ahora somos
compadres.
A Pedro Gómez
Manuel
Morales
Allá en los años
sesenta
cuando alguien
fallecía
teníamos a Pedro
Gómez
que las urnas
las hacía.
Con las tablas y
listones
de robles y
guatacaros
se preparaba la
urna
para consuelo
del santo.
Cantos de Trabajo
El trabajador del ordeño y el arreo
inician su faena en el potrero a las
3:30 de la madrugada, cobijados por el frío y el rocío, a veces a la luz de los
luceros, otras veces a la luz de la luna, se encomiendan al santo de su
devoción. Por lo general, en las mañanas recogen algunas vacas que no
aparecieron en la tarde del día anterior. El ordeñador y el arreador combaten
el frío de la madrugada con el calor que le produce desde la boca, la saliva
del tabaco o del chimó. Entran en contacto o comunicación con el ganado a
través de sus cantos:
Cantos
de ordeño
Dame tus tetas
Rosita/que ya se oculta el lucero/te vine a decí, te quiero/hoy en la
madrugadita. /Dame tus tetas Rosita/que voy a cerrá el tranquero/pué el rocío
sabanero/anuncia la mañanita. /Que ya se oculta el lucero/dame tus tetas Rosita.
Cantos
de arreo
Suspirito, Suspirito/te
traigo mi dulce canto/y aunque me salga el espanto/he venido tempranito/con el
olor del mastranto/Suspirito, Suspirito. /Ven acá mi Flor de Loto/que ya se
acerca la aurora/eres un sol que enamora/en la mañana serena. /En lo claro de
la luna/voy arreando mi ganado/poca esperanza me ha dado/se me perdió
Giraluna./Caminé mucha sabana /me adentre mucho en el campo/¡como esta vaca
ninguna!/al fin hallé a Giraluna.
Cantos
de tinajeras
A principios del siglo pasado las mujeres
del pueblo, iniciaban sus faenas, a las cuatro de la mañana, cuando se
trasladaban a través de un camino arenoso al río Güere, o por otros caminos a
la Laguna Grande, con sus pesadas tinajas y con sus respectivos rolletes en la
cabeza, para hacer llevadera la carga de agua. Cuando esta actividad no la
hacían en horas de la madrugada, lo hacían en horas de la tarde para evitar el
inclemente sol del resto del día. Ellas entonaban cantos con la intención de
darse ánimo y no sentirse solas, por esas veredas de encantos y
aparecidos. Así lo contaban Carmen Rondón de Guarata, que ahorita
tendría 109 años, Nicolasa Guzmán, que tendría 120 años, Jerónima Albino la
misma edad y Mercedes Guzmán, aproximadamente 104 años de edad. Esos cantos
eran improvisados por ellas mismas cuando iban en busca de agua al río, a
través del canto se comentaban en la distancia una a la otra algún problema:
sus sentimientos, casi siempre, o algún
hecho ocurrido. Así nacieron en esta región de San Pablo los Cantos de tinajeras:
A dónde vas comay
Carmen/vas pal río o pal conuco/yo me encuentro descansando/debajo del
Camoruco. /Apura el paso comay/que ya sopla viento de agua/allá la espera el
compay/agarre bien la tinaja. /Por la orilla del río Güere/lloraba un corazón
herío/pá mí es un mal querío /que por poquito se muere. /En la madrugá
serena/testigo el río y la palma/tu beso fue la condena/con que mataste su
alma. /Tus ojos se ponen tristes/y a recordá yo comienzo/el beso que tú le
diste/cerquita de San Lorenzo. /Dos amores tú tenías/el primero te olvidó/el
otro te mantenía/y la gripe lo mató.
Es una tradición oral utilizada en muchas civilizaciones y data de
tiempos inmemoriales. Se relaciona con el bien y el mal. Pueden ser utilizados
en cualquiera de estas dos direcciones. Los conjuros son utilizados para retirar
o atraer espíritus malignos o para expulsar El
mal de ojo, exorcizar, retirar las malas influencias, las energías
negativas y atraer las energías positivas. Los conjuros eran muy utilizados por
nuestros indígenas y a través de ellos los chamanes curaban enfermos.
Conjuro
para retirar malos espíritus:
Yo conjuro, en nombre del Dios omnipotente, a estos espíritus
infernales, para que se vayan al lugar de su eterno destierro.
En nombre de las fuerzas naturales y sobrenaturales, que me han creado,
yo soy en mí y cierro mi espíritu bajo el manto del bien y la protección de Dios, para que nada
ni nadie me haga daño. Ni espiritual ni físicamente.
En nombre de mi magna y todopoderosa presencia de Dios yo soy en mí, y
cierro mis puertas astrales a todo espíritu encarnado o desencarnado que venga
contra mí. Gracias Padre que es así.
Conjuro
para alguien que ha fallecido y no acepta la muerte:
Yo te conjuro en este momento, en el nombre del padre, del hijo y del
espíritu santo, te ofrezco mi ayuda terrena para que te desprendas de este
mundo. Acepta la voluntad del padre que te ha creado. Ya no tienes materia y ya
no perteneces a este mundo terreno. Que la santísima virgen María te acompañe
al lugar de tu eterna morada. Que los santos y santas de Dios rueguen por ti en
todo momento.
Oraciones
Las oraciones tienen relación con la espiritualidad, también fueron
utilizadas desde tiempos milenarios. La oración se manifiesta por la adoración
a las deidades, cuando hay fe, la oración se expresa de manera espontánea e
improvisada. Permite expresar: el respeto, temor y admiración por la deidad. En
este sentido hay oraciones de acción de gracias, de ofrecimiento, de petición,
entre otras.
Oración de acción de gracias: Te doy gracias Señor, por este nuevo día,
que espero sea el mejor de mi vida. Gracias por mi familia, por mi salud.
Oración de ofrecimiento: Te ofrezco mi Dios, mi salud, mi vida y
todos mis bienes materiales con la intención de que me des la vida eterna.
Oración de petición: Te pido Padre Eterno, por la paz del mundo,
por un mundo sin miseria y sin hambre.
Personajes resaltantes de San Pablo de Azaca
En toda comunidad, en todo grupo social,
siempre hay personajes que dedican su vida, por amor y por vocación a una o
múltiples actividades. Son esas personas que les preocupa el colectivo y que
abandonan sus propósitos individuales para dedicarse a las necesidades de los
demás sin distingo de clases, condición social, credo, raza o religión. Quienes
hacen esto lo disfrutan y saben que al final del camino tienen su recompensa.
Se le agradece a las siguientes personalidades lo que en su momento histórico
hicieron o hacen por este terruño Cajigalense.
Miguel José Romero Bastardo
Nació
el 16 de febrero de 1828 en San Pablo y murió en Barcelona. Fue educador.
Publicó: La primera patria en Barcelona
en el año 1884 y su obra póstuma fue Estudio en ocho artículos en el año 1894.
José Ramón Hernández Bastardo
Su
nacimiento ocurre el 22 de junio de 1832 en San Pablo, donde vivió pocos años
de su vida, muere en Aragua de Barcelona el 18 de mayo de 1895. Fueron sus
padres el señor don José Ramón Hernández y la señora doña Jacinta Bastardo,
hija esta del prócer don Luis Bastardo, que fue primer gobernador de la
Provincia de Barcelona después del triunfo de la Independencia. Recibió su
grado de Doctor en Medicina con los más altos honores. Estudió Anatomía
Patológica en escuelas médicas europeas, especialmente en Francia, en el
Instituto Pasteur y en la Facultad de Medicina de París. En el ejercicio de la
medicina se distinguió también como magnífico Cirujano y como gran Ginecólogo. Fue,
además, un hombre de gran talento, de honda filantropía y según cuentan, al
ocupar un cargo público, siempre destinaba gran parte de su sueldo para los
pobres. Militó también en las guerras de la Federación y fue enemigo declarado
de los procedimientos dictatoriales de Guzmán Blanco. El doctor José Ramón
Hernández Bastardo contrajo matrimonio el 6 de junio de 1863 con doña María de
los Ángeles Parés, nativa de Puerto Rico y vecina de Aragua de Barcelona, donde
residían para esa fecha los contrayentes. Fueron testigos presenciales de este
acto Ramón Hernández y Hernández y
Salomé Amparan de Parés, vecinos de esa
Parroquia. Fue un hombre de fe práctica y de acción católica, que inyectó a la
Cofradía del Santísimo de Aragua de Barcelona el nuevo espíritu de vida
vigorosa y brillante. Fue ejemplo de honorabilidad, de dignidad, de austeridad
moral y modelo de respeto y veneración a lo dogmático y religioso. Tanto era el
fervor religioso de esta familia, que sus hijos fueron educados en la fe
cristiana. El doctor José Ramón Hernández Bastardo era miembro de la Cofradía
del Santísimo de Aragua de Barcelona, según el libro de actas, desde el año
1861; y fue prefecto de esa Cofradía en el año 1883. Por su parte, doña María de los Ángeles del
Carmen Parés Amparan de Hernández Bastardo, fundó en el año 1870 la Sociedad
del Corazón de Jesús.
José Ramón Guzmán
Hijo de Nicolasa Guzmán, fue Prefecto en
el pueblo en la década de los años 40. Contrajo matrimonio con la reconocida
maestra aragüeña Josefina Castillo de Guzmán, fue a vivir con su familia a
Aragua de Barcelona, donde murió. En el año 1938 tramitó ante el registro
principal, el documento de repartición de tierra de los comuneros de San Pablo.
Por este ciudadano llegó ese documento a nuestra comunidad.
Blanca Belén de Poturo
Nació en el caserío Taquecito del municipio
Píritu el 23 de enero de 1940.
Llegó con sus padres al caserío Rabanal, a la edad de seis años. Estudió primaria en Píritu, realizó cursos de enfermería en Barcelona, donde hizo suplencias en el año 1967 por seis meses. Ese mismo año hace una suplencia de dos meses en la población de San Miguel y en el año 1968, luego de hacer una suplencia de dos meses al enfermero del pueblo don Pedro Perucho Herrera, ingresa al Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, asignada a la Medicatura Rural de San Pablo como enfermera, donde permaneció hasta su jubilación, veinte años después. Apasionada de la medicina se entregó a su trabajo con amor, parteaba, suturaba y atendía a los habitantes del pueblo y caseríos vecinos, cualquier día de la semana y a cualquier hora del día. En la actualidad, jubilada, disfruta de la tranquilidad de su hogar.
Llegó con sus padres al caserío Rabanal, a la edad de seis años. Estudió primaria en Píritu, realizó cursos de enfermería en Barcelona, donde hizo suplencias en el año 1967 por seis meses. Ese mismo año hace una suplencia de dos meses en la población de San Miguel y en el año 1968, luego de hacer una suplencia de dos meses al enfermero del pueblo don Pedro Perucho Herrera, ingresa al Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, asignada a la Medicatura Rural de San Pablo como enfermera, donde permaneció hasta su jubilación, veinte años después. Apasionada de la medicina se entregó a su trabajo con amor, parteaba, suturaba y atendía a los habitantes del pueblo y caseríos vecinos, cualquier día de la semana y a cualquier hora del día. En la actualidad, jubilada, disfruta de la tranquilidad de su hogar.
Melecio Alemán
Posiblemente nace en San Pablo en el año
1914, no se obtuvo la fecha exacta de su nacimiento. Fue un hombre de
sorprendente inteligencia, no estudió la carrera de Derecho, ni de
Administración, ni de Educación, porque aprendió a leer y a escribir con la
ayuda de los demás; pero redactaba documentos legales, era muy bueno en las
matemáticas y en la administración y como docente fue excelente, porque los que
los conocieron aprendieron mucho de valores. Fue Secretario de la Prefectura
cuando fue Jefe Civil Rafael Celestino Guzmán (Musiú Guzmán). Cuenta don Manuel
Castro que fue Melecio Alemán quien levantó el expediente cuando Gabino Cabeza
le dio una puñalada a Catalino Santiago, lo que le valió a Gabino once años de
prisión, y el juez al ver el expediente dijo que estaba mejor que si lo hubiese
hecho un abogado. Fue servidor público, poseía sentido de pertenencia y cuando
su comunidad lo necesitaba allí estaba él. Fue una de las personas que tramitó
la primera planta eléctrica para el alumbrado público en el año 1948 ante el
Gobernador del Estado señor Jorge Mogna. A pesar de no tener estudios formales
gozaba de un amplio léxico. En cuanto al lenguaje manejaba con facilidad
sincronías y diacronías al criticar la jerga.
Don
Melecio Alemán, quien tramitó la primera planta eléctrica ante el Gobernador
del Estado Anzoátegui, señor Jorge Mogna.
Jesús Guzmán
Dedicó parte de su vida a promover la
cultura popular. Se dedicó en tiempos de navidad a llevar al Niño Jesús a
visitar los caseríos, días antes de la noche buena y lo regresaba a la iglesia
el 24 de diciembre, entrando por El Jabillo. También el 28 de Diciembre, el día
de los Santos Inocentes, folclóricamente llamado Día de los Locos, Jesús Guzmán
sacaba a los locos, que no eran más que personas de la comunidad, que
disfrazados, salían por las calles del pueblo a bailar y a visitar a los
vecinos sin que nadie los reconociera. Con Jesús Guzmán se fue una época y
terminó una tradición que añoramos vuelva.
Dionisia Rebolledo Apáez
Nació en San Andrés de Onoto el 18 de
febrero de 1921. Llegó por el caserío Terronal donde vivió poco tiempo. Luego se
radicó en el sitio denominado La Busca, jurisdicción de la población de San Lorenzo.
En 1949 se residencia en San Pablo, en la calle Guanapito con su esposo José
Atanasio Apáez, conocido cariñosamente como Sajure.
Con el transcurrir del tiempo procrean nueve hijos, a quienes
mantiene con el producto de su trabajo. Fue una mujer de múltiples habilidades:
Hacía canoas de madera, pilones, bandejas, cabos de hacha, cachas de machete,
fue costurera, elaboraba casabe con la yuca que cosechaba en sus terrenos,
producía bateas, con las cuales se dirigía a la Laguna Grande a lavar,
utilizando como detergente hojas de Cundeamor y un hueso para estregar la ropa.
Practicaba la pesca con anzuelo y con chusmo. Su faceta más importante y que ha
dejado una huella en nuestra comunidad fue la de partera. Ayudó a traer al
mundo a decenas de niños, tenía el don de predecir la postura de los niños en
el vientre materno y hasta el sexo.
Dionisia Rebolledo se adelantó a los avances tecnológicos, ya que en sus
tiempos fue un ecosonograma viviente. Descansa en la paz del Señor por sus
buenas obras desde el 21 de enero de 1990.
María Elena Cirilo de Guacarán
Nació en un caserío de Píritu llamado La
Mascota, el 29 de mayo de 1936. En el año 1945 se va a Caracas a trabajar con la
familia Fernández Padilla, donde estudió hasta 4to grado de Educación Primaria.
El año siguiente regresa a Píritu, donde estudia 5to. y 6to. grados de
Educación Primaria. Llegó a San Pablo en el año 1950, trabajando con los esposos
Josefina Castillo de Guzmán y José Ramón Guzmán. Dos años después (1952) hace
pareja con Cruz Guacarán, con quien procrea nueve hijos. Fue Presidenta del
Consejo Municipal del entonces Distrito Cajigal en el periodo 1988-1989. Pero
la faceta que la ha hecho merecedora del cariño y el respeto ha sido su
desprendimiento en la actividad cultural. Organizaba los mejores carnavales en
la década de los 60, 70 y 80; preparaba: el baile de La Burriquita, las Fiestas Patronales de San Pablo, los Velorios de
la Cruz, los Velorios de la Virgen de los Remedios y era la creadora de los
grandes bailes en el Club Social San Pablo, de su propiedad. Vale la pena
recordar y mencionar que fue la que patrocinó y instituyó la coronación de la
primera reina de nuestras Fiestas Patronales. A María Elena se le recuerda en
sus buenos tiempos y en lo actual por ofrecer todo lo que estaba a su alcance
para perpetuar la cultura en la comunidad.
Eneida Tirado de Rojas
Nació en el caserío Puente de Ford, Estado Guárico, el 25 de octubre de
1956. Obtiene el título de Bachiller Docente en el Colegio Rómulo Gallegos de Puerto La Cruz en el año 1976. Ese mismo año
obtiene nombramiento titular de maestra de aula para el Grupo Escolar San
Pablo, donde recorrió todos los grados. Obtuvo el título de profesora de
Ciencias Sociales en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. El
estado le otorga su jubilación en el año 2003, dedicándose desde ese entonces a
la tranquilidad de su hogar. La profesora Eneida Tirado de Rojas ha sido una
docente que ama su profesión y en nuestra comunidad se ha sabido ganar el
cariño y el respeto de los parroquianos. Ama tanto al pueblo que se quedó a
vivir aquí, donde hizo familia. Dedicó 27 años de su vida a la educación de
niños y jóvenes.
José de la Cruz Guacarán Cirilo, Crucito
Nació en esta tierra Indígena de
Cumanagotos Caracares, el 13 de abril de 1954. Primer hijo de María Elena
Cirilo de Guacarán y Cruz Guacarán. Estudió Educación Primaria en el Grupo
Escolar Nacional San Pablo, de esta población, entre los años 1961 y 1967. En la
Unidad Educativa Rural Clarines, del
municipio Bruzual del Estado Anzoátegui, estudia hasta tercer año de
bachillerato entre los años 1970 y 1973. Termina sus estudios de bachillerato entre los años 1973 y 1976 en la Escuela Industrial Puerto la Cruz
del Estado Anzoátegui, obteniendo el título de Bachiller Industrial, Mención:
Hidrocarburos. En la Escuela de Comunicación Social, Facultad de Humanidades,
de la Universidad Central de Venezuela obtiene el Certificado de Locutor
Profesional de Venezuela. Entre los años 1987 y 1988 fue profesor de Química en
la Escuela Técnica Agropecuaria Rafael
Peñalver del pueblo de Clarines, municipio Bruzual Estado Anzoátegui. En el
año 1988 participa en las Jornadas Informativas sobre Comunidades Educativas,
en el entonces Ministerio de Educación. Realizó los siguientes cursos: Año
1992. Organización y funcionamiento de
las Juntas Parroquiales, en el Instituto para el Desarrollo de la
Administración Local. Año 2001. La
participación ciudadana en el Ámbito de la Prevención Integral, en el Consejo
Municipal de Derecho del Niño, Niña y Adolescente. Año 2002. Producción en Radio, Gremio de Locutores
Profesionales de Venezuela, capítulo Anzoátegui. En el año 2006
participa y recibe reconocimiento en el Primer
Encuentro Educativo del fortalecimiento
de la Etnohistoria de las Comunidades Indígenas Cumanagotos, celebrado en la
Escuela Bolivariana San Pablo, en esta comunidad. Ese mismo año participa en el
curso Reconstrucción y fortalecimiento de
la Etnohistoria e Idioma Cumanagoto en el Instituto Autónomo de la
Secretaría de los Pueblos Indígenas de la Gobernación del Estado Anzoátegui. El
14 de abril de 2007 participa en el Foro de Consejos Comunales Explosión del
Poder Popular en el Consejo Legislativo Estadal. El 15 de junio de ese mismo
año participa en el Taller Evaluación del
Proceso de Demarcación y Hábitat de Tierras Indígenas, en la Comisión Permanente
de Medio Ambiente y Territorio Habitado por Indígenas, Consejo Legislativo
Estadal. Ese mismo año realiza el curso de Etnohistoria
e Idioma Cumanagoto Caribe, en la Unidad Básica Zona Educativa Anzoátegui.
Ese mismo año realiza el taller Rescate y
Fortalecimiento de La Etnohistoria y Lengua Cumanagoto Caribe, en la Unidad
Básica Zona Educativa Anzoátegui. En resumen, Crucito, como le conocíamos cariñosamente y nuestro “Cacique” fue
un incesante luchador social y fiel defensor del ideario bolivariano, quien
después de 500 años de la Resistencia Indígena, al igual que Guaicaipuro
defendió con su vida, su cultura y su territorio. José de la Cruz Guacarán
falleció trágicamente el día de su cumpleaños en el año 2008.
Roberto Rojas
Nace el 27 de abril de 1936, en San
Lorenzo, Municipio Juan Manuel Cajigal del Estado Anzoátegui; pero sus padres
se mudan a Caracas cuando tiene 5 años de edad. Comenzó sus estudios de música
a los 16 años en la Escuela de Iniciación Musical del Ministerio del Trabajo,
allí estuvo 4 años para luego pasar a la Escuela Juan José Landaeta, donde estudia canto, piano, composición y
guitarra. Después estudia armonía, dirección coral y de orquestas en la Escuela
Juan Manuel Olivares. Se cuenta que
su hermana Margarita Rojas lo acompañaba a los ensayos de la Coral Venezuela
del Ministerio del Trabajo, dirigida por el maestro Ángel Sauce y más tarde
este lo invita a participar en dicha coral y fue cuando por primera vez integra
una agrupación musical. Su primer
trabajo como músico fue el de Director de Cuerdas de las Corales de la
Electricidad de Caracas y del Hospital Militar de Caracas, sin dejar de hacerlo
también en la Coral Venezuela. Posteriormente el maestro Atilio Ferraro,
profesor de piano y solfeo lo recomienda para dirigir el Coro de la Fundación
Newman. Unos años más tarde Hugo
Corsetti junto a Pedro Báez realizan el proyecto de la Escuela de Música don Ángel
Mótola en la ciudad de Barcelona y le ofrecen la Cátedra de Guitarra. Aun
no radicado en esta ciudad, se venía a dictar sus clases, hasta radicarse
definitivamente. Una vez situado en dicha escuela funda la Coral CANTV y dirige
la Coral Vencemos. El profesor Roberto Rojas también creó y dirigió las Corales
de Clarines, San José de Guaribe y San Mateo. Además de recibir diferentes
condecoraciones al mérito cultural: Orden
Andrés Bello Segunda Clase, impuesta por el Presidente de la República
Bolivariana de Venezuela Hugo Rafael Chávez Frías. Botón de honor al mérito, Día del Trabajador, Asamblea Legislativa,
Estado Anzoátegui. Orden José Antonio
Anzoátegui de Tercera Clase, Gobernación del Estado Anzoátegui. Orden ciudad de Barcelona, Alcaldía del
Municipio Bolívar. Orden Alfredo Armas
Alfonso en su Segunda Clase, Gobernación del Estado Anzoátegui.
Anécdotas sobre San Pablo de Azaca
y su gente
Opinión de Humboldt
Una cosa curiosa dicha por Humboldt, es
que la población india se propagó con más rapidez en los pueblos secos
que los situados a orillas de los ríos. Humboldt pone los coeficientes de
nacimientos y defunciones en varios pueblos y entre ellos hace mención a San
Pablo, donde el número de nacimientos era
mayor al de las defunciones. En este mismo pasaje Humboldt atribuye la
disminución de la fecundidad al aire frío de los dos baños diarios que se daban
las indias, uno al amanecer y el otro al atardecer, lo cual parecía debilitar
su constitución física.
Primeros comerciantes llegados a San Pablo
La señora Norberta Jiménez y el señor Antonio Domínguez llegaron a San
Pablo en la década de 1950 procedentes de Píritu, realizando el trabajo de
Bongueros. Norberta Jiménez y Antonio Domínguez traían productos del mar para
la venta, cuando un machuelo al igual que un plátano, costaba medio real.
Norberta Jiménez era partera y trabajaba la tierra cuando iba para el conuco. A
veces se le oía decir: A mí no me importa
irme al conuco sin comida, pero me molesta trabajar sin una mascá e tabaco.
El
manantial de la Zorra
El lugar conocido como el manantial de la Zorra debe su nombre, al hecho
ocurrido allá por los años 1920 cuando el señor Cleto Guzmán, dueño del
terreno, acostumbraba a colocar trampas con lazos para cazar conejos que muchos
abundaban en esa zona. Una vez, en lugar de encontrar a un conejo halló una
zorra y de ahí su nombre.
El
primer radio
El primer radio que había en el pueblo, lo tenía el señor Musiú Guzmán, quien era el prefecto del
pueblo e hijo de Nicolasa Guzmán. En el año 1944, Anastasia Guacarán y Juan
Alvino, tomaban a los pequeños Pedro y Cruz Guacarán de las manos y se sentaban
frente a la casa de Musiú Guzmán a oír el radio, que era lo que más distraía a
los vecinos. Y así hacían la mayoría de los habitantes del pueblo. La casa de
Musiú Guzmán estaba ubicada justo en la esquina donde está la casa de Ana Roux,
calle Las flores o antiguo camino real.
El primer televisor
En el año 1963 llegó a San Pablo el primer televisor, traído por la
señora Asunción Ruiz conocida cariñosamente como La Choncha y para verlo cobraba medio real a las personas del
pueblo. Los programas de la época que más se veían eran: El gran chaparral y El
derecho de nacer, este último escrito por el cubano Emilio Bacardí nacido
en la provincia de Santiago de Cuba e interpretado en el rol principal por
Albertico Limonta.
El
primer equipo de video Betamax
El primer aparato de video fue traído a San
Pablo por José Ramón Morales el mes de mayo de 1983. La casa de la familia
Morales se llenaba de niños y jóvenes a ver películas, ya que este equipo era
la atracción más interesante de ese momento.
Primera Medicatura Rural
El primer dispensario se construyó en el
año 1959, lugar donde radica y funciona el Liceo Bolivariano de San Pablo.
Oficina de Correos
La primera y única Oficina de Correos que existió en nuestra población
de San Pablo funcionó desde el año 1965 hasta el año 1984 y fue atendida por el
señor Tomás Ramón Mata y luego por su hijo Juan Medina.
Juzgado
Entre los años 1950 y 1960 se contaba ya en San Pablo con un Juzgado.
Este se encargaba de administrar la justicia en el pueblo y sus caseríos. El
juez era el señor Fidias Morales y el Alguacil era el señor Paúl Rebolledo.
Primera planta eléctrica
En el
año 1948, fueron alumbradas por primera vez las calles y casas con luz
eléctrica por una planta de marca International.
Esta planta operada por el señor Emilio Alvino, fue gestionada ante el
gobernador Jorge Mogna por los señores José Ramón Guzmán, Eusebio Noriega y
Melecio Alemán.
Cuanta historia hay en estos pueblos. Tantas cosas que se desconocían.
ResponderBorrarSí, hay muchas historias. Sin embargo ustedes pueden ayudar a reconstruir la memoria histórica de nuestras comunidades si aportamos una historia, una imágen antigua, una anécdota, una leyenda, todas esas cosas forman parte de nuestra identidad, de nuestra literatura oral, de nuestro pasado. Espero por sus comentarios y aportes.
BorrarEste material debería ser utilizado en las instituciones educativas de la parroquia en la enseñanza de la historia local, que por lo que se puede ver, es muy rica. Felicitaciones Manuel por tu gran trabajo y no te canses que esto traerá grandes cosas en el espacio temporal. PPP
ResponderBorrarhttp://onotohistorico.blogspot.com/2012/03/biografia-del-padre-oscar-de-jesus_01.html
ResponderBorrarhttps://www.autoreseditores.com/libro/1506/oscar-matute-ortiz/el-kassequa-dunare.htm
ResponderBorrarhttps://www.blogger.com/blogger.g?blogID=9168133285147618118#allposts
ResponderBorrarGeohistoria de Onoto ( Anzoategui).
ResponderBorrarhttps://es.scribd.com/doc/59232381/Breve-Historia-Del-Municipio-Cajical-Del-Estado-Anzoategui
ResponderBorrarSaludos Padre.
BorrarGusto en saludarle. Ojalá tenga la oportunidad de conocerle. Dios siga derramando grandes bendiciones en su vida.
Hola
ResponderBorrarLeyendo este articulo hoy 15.5.20, recuerdo que en los setentas un grupo de primos de PLC visitamos un hato del Señor Pedro Guareguan en la zona, alli bebimos leche recien ordeñada, comimos carne de res en pequeños trozos con arepas y fuimos a cazar a una laguna donde por el pasto tan alto cojimos garrapatas. Aun esta el sr. Pedro y la familia guareguan en la zona?
Agradezco sus comentarios, J Malave
Ese sector es conocido como Cerro grande, dónde don Pedro Guareguan tenía uno de sus tantos gatos. Don Pedro Guareguan fue un hombre de gran filantropía, realizó muchísimas obras de caridad y por eso Dios le devolvía lo que él daba a la gente pobre de la comunidad de San Pablo y pueblos vecinos. Uo llegué a ir a ese hato junto a otros niños del pueblo a hacer mi colita, con una garrafa, para que me regalaran.una medida de leche de ganado. Pero ese sector de Cerro Grande se llamo mucho tiempo atrás, Saca Tierra, porque esos sueños eran calcåreos y esa tierra era utilizada para pintar las casas de la comunidad. En el entorno y cerca de allí. Está el cerro El Pulguero, allí frecuentaban muchos báquiros y esos animales tenían muchas pulgas. Se cuenta que en esas tierras había una mina de plomo. Hay una anécdota que relata que por el año de 1940, José Ramón Guzmán, durante la quema de Judas, en la semana santa de ese año, en la repartición de los bienes del traidor. Se relató lo siguiente: "Si acaso llega a venir / Don Pancho como el demonio / Le dicen que yo si se / Dónde está la mina e plomo.
Borrarmagnifica la historia del pueblo que hoy es parte de mi ya que actualmente resido en San Pablo junto con mi familia
ResponderBorrarexcelente material cuantas historias de nuestro pueblo recuerdo una anecdota que nos conto don manuel castro que era padrino de mi hermano cuando se fue a vivir a las nuves la casa le faltaba una puerta por lo que se vio obligado a improvisar una con unas varas y paja seca amarrandola con bejucos casi a la media noche escucho unos pasos que se ecercaban y el estaba durmiendo en un chinchorro con su señora pronto comenzo a escuchar que estaban arrancando la paja de la puerta y el muy asustado pensaba que era el muerto que iba a entrar el temblaba de miedo sin saber que hacer en eso se oyo un rebusnar fuerte que lo hizo saltar del chinchorro y cayo al suelo donde amanecio a la mañana cuando se levanto observo que se trataba de un burro que se estaba comiendo la paja y entonces muy furioso lo corrio a piedra
ResponderBorrarEn ese sector de las nubes vivió Juana Ruiz con Francisco Guillén "carapaico"y luego se mudaron a San Pablo tenían una casa de bajaré que en la colina frente vuelta larga, también faltó mencioné la casa de doña Martina Manzano madre de chapo quien convivio con el capitán ejército don Amalla
ResponderBorrarRecuerdo a Don Agustín, el padre de Francisco
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