viernes, 6 de marzo de 2015

San Lorenzo



SAN LORENZO DE AGUARITACUAR


 San Lorenzo Mártir, Patrono de la comunidad

Conversión de Los Indios Topocuares, de San Lorenzo de Aguaritacuar

De San Juan Evangelista de Tucupío, Matías Ruiz Blanco pasó a un sitio denominado Aguaritacuar, tres leguas al poniente de Tucupío y a un cuarto del rió Egüeri, donde residían algunos capitanes de Indios Cumanagotos Topocuares, por cuya conversión había comenzado a preocuparse ahora. Se estableció entre ellos y les habló con su habitual afabilidad y persuasivas razones sobre la conveniencia de reducirse a poblado, y, granjeadas las voluntades de los caudillos principales, echó las bases de un segundo pueblo, el de San Lorenzo de Aguaritacuar, y lo acabó de fundar en todo el año de 1675. Y teniendo en cuenta que en el de San Juan Evangelista del Tucupío padecía de una total carencia de agua, lo agregó al pueblo de San Lorenzo en 1676. Por esta razón, hoy en dia, los habitantes de San Lorenzo de Güere llevan la raza cumanagoto Topocuare y Characuare.

Fueron muchas y grandes las adversidades y trabajo que padeció el Padre Ruiz Blanco en la reducción y Conversión de estas dos naciones, “siendo el mayor de ellos el desvanecer las falsedades y supersticiosos errores que entre ellos tenía sembrado el demonio, por medio de los piaches y hechiceros, haciéndoles creer que las aguas del Santo Bautismo y Unción de los Santos Oleos, eran el veneno con que los padres misioneros quitaban la vida a los enfermos que bautizaban en el artículo de la muerte”. A cuyo propósito nos dice el propio Padre Ruiz Blanco que los misioneros “bautizaban a los pequeñuelos en el artículo de la muerte y no antes de que originó el que los hechiceros persuadieron a los indios que sus hijos se morían porque los bautizaban”, y que esa presunción duró mucho tiempo, Los Indios entendían que si los bautizan se han de morir; y así, cuando están enfermos, muy al cabo y sin fuerzas y ven a los religiosos, se incorporan y dicen que todavía están fuertes y que no quieren morir” y añade: “con Los Indios se trabaja mucho por persuadirlo a que el bautismo no quita la vida del cuerpo, antes sí la causa en el alma, limpiándola de la enfermedad y la culpa”. Para confirmar lo dicho nos refiere el siguiente caso que le sucedió a él mismo con un indio, llamado Chavire, que es lo mismo que decir Lechuzo, en lengua Cumanagoto. Este indio se hallaba al borde de la muerte, sin esperanza alguna de vida, y habiendo trabajado con él por espacio de algunos días para persuadirle que se hiciese cristiano, invariablemente le respondía que no lo quería  ser por no morirse. Compadecido de su seguedad y miseria, le dieron impulso al padre de prometerle que si se hacía cristiano y recibía el cuerpo de Dios sacramentado, Su Majestad le sanaría y le daría salud. Admitió el indio la propuesta, le hizo cristiano y comulgó, “y luego al punto empezó a sentirse mejor y convaleció de su enfermedad, y le dio el Señor la salud y quedó desengañado de su error y temores”.

Como parece por este hecho, era muy grande el celo de la gloria de Dios en que ardía el Padre Ruiz Blanco, y son varios los casos extraordinarios que refiere haberle sucedido en confirmación de la verdad que predicaba. Aún estaba en la reducción de Los Indios Characuares cuando le sucedió este otro: Había, entre otros, un indio que tenía varias mujeres, “obstáculo el mayor que esta gente tiene para reducirse y hacerse cristianos”. El Padre le predicó varias veces para que, detestando su lascivia, depusiese su terquedad abrazando sin dilaciones la doctrina que le predicaba, y una de las veces se atrevió a decirle “que, si no las dejaba, Dios se las había de quitar”, y así se lo pedía en sus sacrificios y oraciones al Ser Supremo. “Caso bien singular que, siendo todas las mas bien mozas y robustas, fueron enfermando, y a todas las bauticé en el artículo de la muerte, y quedó sólo el que tan ciego estaba. Y considerando las demás que había en el pueblo la brevedad con que se le habían muerto las cinco mujeres, no había ninguna que quisiese casarse con él. Entró en acuerdo y se hizo cristiano, y me rogó le buscase una india cristiana para casarse con ella, porque tenía muchos hijos y tenía la casa sin gobierno”. Y cierra su relato con este breve comentario: “fue este caso tan ejemplar en aquel pueblo, que hasta los indios lo celebraban”.

Mas no fueron tan eficaces ni persuasivas sus palabras para lograr que los indios dejasen de hacer sus demostraciones ridículas con ocasión de los eclipses de la luna y del sol, pues nos refiere que en una ocasión  de estas me cogió deshora y durmiendo, y fue tal el ruido que se levantó en la población, que me obligó a salir de casa (…).       

Pero prosigamos la narración de la gesta misionera del Padre Ruiz Blanco.

La rebelde nación de los palenques vivía soliviantada en las riberas del río Unare y totalmente negada a las luces del evangelio desde el tiempo de su levantamiento. La reducción de aquellas almas llegó a ser el principal asunto de su corazón y el empleo total de sus discursos, y una vez que hubo concluido la fundación del pueblo de San Lorenzo de Aguaritacuar, con la unión del de San Juan Evangelista del Tucupío.
 

Por los años 1930, San Lorenzo no pasaba de 50 casas, en esa época los dueños o jefes de casas eran, entre otros: Sr. Caguaripano, Braulio Colón, Alberto Caguaripano, Juana Campos, Daniel Caniche, Claudio Guaimacuto, Sinforosa Canache, Amalia Guayache (esta Sra. Vivió en el sitio donde está ubicada la actual escuela), Juan Bautista Arredondo vivía en lo que es hoy día de Pedro “Perucho” Rojas, Josefa Rojas, Jesús Rojas y, los Zurita. En la casa de los Zurita Vivió luego Pedro Borrego y la Chicha Aray (los padres de Rubén Aray) quienes trajeron desde Santa Clara a Eulalia Guaita como servicio.

Para el año de 1923, ya existían los vecindarios La Ciruela y El Márquez. En los alrededores de la laguna El Márquez, nacieron hace 73 años Vivina Parababire, Prajedes Urbina y Alejandro Urbina. En ese tiempo murieron muchos niños por una enfermedad que llamaban mosozuelo y los vecinos decían que se morían porque se los llevaba el encanto.

La primera partera que llegó a San Lorenzo fue Petra Mongua, en el año de 1956.

Un personaje folklórico de San Lorenzo fue la Sra. Sinforosa Canache, quien hacía Sábanas con tacos de tela y muñecas de trapo que luego vendía entre los habitantes de la comunidad. Otro personaje fue la Sra. Vivina Parababire, ella se dedicó en la década de los 70 a hacer los velorios de Cruz de Mayo, y custodiaba las imágenes religiosas y demás ornamentos de la iglesia.


 Doña Vivina Parababire


Fiestas tradicionales de San lorenzo de Güere

Martirio de San lorenzo.

El 10 de agosto de cada año esta comunidad celebra la fiesta católica del Martirio de San lorenzo. Durante mas de cien años, esta comunidad se reúne en la iglesia y en la plaza para conmemorar con eventos religiosos y populares el Martirio de San lorenzo, su patrono. 

Una vez que los misioneros fundaban una comunidad, le colocaban al poblado el nombre de un santo del calendario católico, seguido por el toponímico indígena. En este caso bautizaron este pueblo como San Lorenzo de Aguaritacar.

Nacimiento del Niño Jesús

El 24 de diciembre de cada año es costumbre reunirse, una vez llegada la noche, en el templo católico, para escuchar los aguinaldos dedicados al Niño Dios por los aguinalderos Don Roberto Rojas, Carmito Tiapa y Jose "El Negro" Gil, quienes son una referencia musical en el municipio Juan Manuel Cajigal.
 

Representantes de La Cultura en San lorenzo de Güere.



Roberto Rojas
Nace el 27 de abril de 1936, en la población indígena de San Lorenzo de Güere, Municipio Juan Manuel Cajigal del Estado Anzoátegui; pero su madre Doña Rosa Rojas de quién heredó lo artístico, y el resto de la familia, se mudan a Caracas cuando tiene 5 años de edad. Es importante destacar que la casa de la cultura de San Lorenzo de Güere lleva el nombre de Doña Rosa Rojas.
En Caracas comenzó sus estudios de música a los 16 años en la Escuela de Iniciación Musical del Ministerio del Trabajo, allí estuvo 4 años para luego pasar a la Escuela Juan José Landaeta, donde estudia canto, piano, composición y guitarra. Después estudia armonía, dirección coral y de orquestas en la Escuela Juan Manuel Olivares. Se cuenta que su hermana Margarita Rojas lo acompañaba a los ensayos de la Coral Venezuela del Ministerio del Trabajo, dirigida por el maestro Ángel Sauce y más tarde este lo invita a participar en dicha coral y fue cuando por primera vez integra una agrupación musical. Su primer trabajo como músico fue el de Director de Cuerdas de las Corales de la Electricidad de Caracas y del Hospital Militar de Caracas, sin dejar de hacerlo también en la Coral Venezuela. Posteriormente el maestro Atilio Ferraro, profesor de piano y solfeo lo recomienda para dirigir el Coro de la Fundación Newman. Unos años más tarde Hugo Corsetti junto a Pedro Báez realizan el proyecto de la Escuela de Música donÁngel Mótolaen la ciudad de Barcelona y le ofrecen la Cátedra de Guitarra. Aun no radicado en esta ciudad, se venía a dictar sus clases, hasta radicarse definitivamente.
Una vez situado en dicha escuela funda la Coral CANTV y dirige la Coral Vencemos. El profesor Roberto Rojas también creó y dirigió las Corales de Clarines, San José de Guaribe y San Mateo. Además de recibir diferentes condecoraciones al mérito cultural: Orden Andrés Bello Segunda Clase, impuesta por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Rafael Chávez Frías. Botón de honor al mérito, Día del Trabajador, Asamblea Legislativa, Estado Anzoátegui. Orden José Antonio Anzoátegui de Tercera Clase, Gobernación del Estado Anzoátegui. Orden ciudad de Barcelona, Alcaldía del Municipio Bolívar. Orden Alfredo Armas Alfonso en su Segunda Clase, Gobernación del Estado Anzoátegui.
Una de las facetas que caracteriza a Roberto Rojas es su trabajo comunitario por enaltecer la cultura en el Estado Anzoátegui, en el caso específico del Municipio Juan Manuel Cagigal, en  Onoto, había formado una coral que no duró mucho, porque no hubo constancia y estímulo por parte de las instituciones gubernamentales.
Posteriormente en San Pablo organiza otro grupo coral, a pesar del interés y empeño por parte del Coordinador Parroquial de Cultura, tampoco fue posible mantener en el tiempo esta agrupación coral, puesto que tampoco se vio interés por parte de las instituciones gubernamentales por incentivar la cultura en esta localidad.
En su pueblo natal, San Lorenzo de Güere, se reúne con un grupo de parroquianos contemporáneos y forman el Grupo “Cuerdas de Oro de San Lorenzo de Güere”, grupo este que se ha presentado en diferentes eventos culturales del estado Anzoátegui con un amplio repertorio de vals tradicionales, pasodobles, boleros y música tradicional venezolana.
Roberto Rojas ha dado mucho a la cultura, no solo en a nivel estadal, sino a nivel nacional.
En el marco de los 334 años de la fundación de San Pablo y la celebración católica de San Pablo al Cristianismo, el próximo saábado 28 de enero, La Coordinación Parroquial de Cultura, representada por el Profesor Manuel Morales, le rendirán un merecido homenaje a este hijo ilustre que tantas glorias le ha dado a su querido Municipio Juan Manuel Cagigal.
Este personaje siempre se ha entregado a la enseñanza de la música con pasión, hace su trabajo sin esperar nada a cambio, son muchos los niños y jóvenes que han recibido clases de teoría, solfeo, cuatro, guitarra y mandolina por parte de Roberto Rojas.
Rojas.



José Gil.
Ejecuta el violín. Forma parte del Grupo Cuerdas de Oro de San Lorenzo y anima los 24 de diembre el nacimiento del niño Jesús con aguinaldos.Siempre ha colaborado en las actividades culturales que realiza la Coordinación de Cultura en San Pablo.


Carmito Tiapa. 
Ejecuta el cuatro, la guitarra y el requinto. Forma parte del Grupo Cuerdas de Oro de San Lorenzo y anima los 24 de diembre el nacimiento del niño Jesús con aguinaldos.Siempre ha colaborado en las actividades culturales que realiza la Coordinación de Cultura en San Pablo, Salistral, y los Barrancones.















San Pablo de Azaca





San Pablo de Azaca











Los videos de la parte superior corresponden a la presentación del Grupo de Danzas Renacer Oriental, bajo la dirección del Prof. Francisco Tirado, en el marco de Los Eventos Cuturales de Las Fiestas de San Pablo, el domingo 25-01-15















 Parroquia San Pablo:
Historia, cultura y tradiciones

Manuel de Jesús Morales


 
A mi amadísimo Dios, por el que existo.
A mi padre Pablo Antonio,
A mi Amada Madre Angélica Morales,a mi hermana Yamile y a mi sobrino Pablo José,
los cuales aun estando ya con diosito, siguen siendo un pedazo de mi corazón.
Amis hermanos, grandes razones en vida.
A la profesora especialista Arelys Morales,
mi madrina, quien me abrió el camino hacia la docencia.
A toda la gente de San Pablo,
las que me han dado siempre muestra de respeto y cariño.
A los niños y jóvenes de mi pueblo, futuros continuadores de este legado,
y muy especialmente, a esos hombres y mujeres que ya no están entre nosotros
y que son un libro viviente para la comunidad.






Si tienes una palabra lánzala al viento
él la llevará muy lejos…
Luís Beltrán Prieto Figueroa



En esta tierra donde los hombres combatieron tanto,
donde los caminos se morían de hambre de viajeros,
donde se odió hasta agotarse el odio,
en esta tierra,
se hizo la raza,
la nueva raza…
Andrés Eloy Blanco


 La tradición es árbol que todo hombre debe cuidar

Cuando la historia nos permite testimoniarla, cuando por razón particular o especial subsiste en la mente y el corazón de los hombres, es porque ella misma posee objetividad propia. Lo cual hace, que sea pulsada por fuerzas que viven y persisten en el seno de una cultura dada, fortalecida por sus más fervientes cultores. Una calle, el barrio, el campo, la ciudad, una comida, o la gracia musical y danzaria de un territorio específico, al confluir, fraguan el espíritu y la conciencia de su gente, trayendo consigo una diversidad cultural indiscutible, legada por quienes ya nos antecedieron.
    La tradición es árbol que cada hombre o mujer debe cuidar, de su enseñanza y promoción depende gran parte de la historia y en gran medida el destino de los pueblos. Un país sin tradición y sin historia es un pueblo sin pulso para el futuro. La modernidad está cargada de tradición e historicidad y lo popular cada vez se arraiga, más y más a las piedras y al camino que construyen a una nación y Venezuela no se halla exenta de ello.
    La historia mitificada, la fabulada a través de una leyenda, de un canto, o esa historia oral  o local que narraron y aun narran nuestras abuelas y abuelos demuestran que el hombre forja su propio destino e identidad.  Los cantos de  tinajeras, Los cantos de ordeño y Los cantos de arreo en esta zona de Anzoátegui ---especialmente en la comunidad de San Pablo--- patentizan el más vivo ejemplo de los Cantos de Trabajo, siendo la función social el principal sostén de la literatura tanto escrita como de tradición, porque las formas artísticas de las cuales se ha nutrido la cultura en todo su esplendor provienen del trabajo. Y la oralidad, en este sentido ha jugado un papel fundamentalísimo dentro de toda esa cosmovisión.
    Queda demostrado entonces, que en la formación de nuestra hispanidad los americanos de estas tierras, aunque padecieron el detestable horror de la esclavitud y el sometimiento por parte de España ---y al ésta, implantar el Estado y el Derecho en el Nuevo Mundo--- nunca dejaron de ser fieles a sus costumbres y credos, aportando de esta manera un enorme grado de autenticidad en la formación de nuestros valores. Enseñanzas que hoy día son trasmitidas por generaciones enteras. De ahí que, uno de los sellos fundamentales de la hispanidad sea la rica historia cultural de América, vitoreada no solo en este continente, sino en otros países del hemisferio.
    Con este material histórico-cultural, y porque no, pedagógico, fruto de ocho años de dura investigación, el que se muestra hoy al público lector y muy personal a los docentes del país, a los niños y jóvenes que llenan las aulas de las instituciones educativas y cordialmente al terruño Cajigalense, San Pablo de Azaca, más que brindarles una obra densa o poco interesante, se ha pretendido que a través de ella los lectores puedan ver que cada nación o territorio tiene el derecho a conocer su propia historia, empezando por la historia local tan arraigada en costumbres y tradiciones. Siempre confiando que los libros vivientes tienen mucho que decir, y los escritos, aunque pocos, tienen material suficiente para demostrar lo antiquísimo de un pueblo. Satisface dejar este instrumento de trabajo en manos de aquellos, interesados o no, en nuestro pasado. Estamos seguros que de esta forma ya la historia será conocida y divulgada.  



Ramón Elías Laffita
Escritor y Poeta Cubano






Fundación de San Pablo
El pueblo de San Pablo ya existía desde 1674, por aquellos días se llamó San Pablo de Machías. Época, que visita las misiones eclesiásticas el señor Obispo de Puerto Rico, el ilustrísimo Fray Bartolomé García de Escañuela, el que también visitó las Misiones de Píritu del 21 de octubre al 5 de noviembre de 1674. Aunque el pueblo ya existía, éste no contaba con iglesia. Quizás, esta fue una fundación anterior a la de 1678, realizada por el padre Matías Ruiz Blanco. Informe fechado en Margarita, el 25 de febrero de 1675.
    Según Caulín biógrafo de Matías Ruiz Blanco a este pueblo se les tenía ya anticipadas algunas visitas, y granjeadas algunas voluntades de los principales capitanes con repetidos agasajos y paternales consejos sin dejar de la mano la continua oración con la que instaba en los estrados de la Divina Misericordia. Dio por obligado el Altísimo de finezas tan puras y repetidas súplicas, abriéndole el paso para que llegase a la ejecución de La Conversión de Los Palenques, que aficionados a la afabilidad de su trato, continuos beneficios, y buenos ejemplos, se congregaron más de 500, y salieron a vivir civilmente donde fuese su voluntad que fundasen el pueblo. Hizo para este fin elección de un sitio apacible a los márgenes de una laguna llamada Azaca, donde comenzaron a fabricar sus casas el año de 1678, con las cuales dio principio a este pueblo, invocando por su titular y patrono al Apóstol de Las Gentes San Pablo. (…). Más de un año llevaban ya de trabajo y habiendo experimentado al primer invierno una extraordinaria inundación del río Unare, tuvieron por bien de trasladarlo, como lo hicieron el año de 1680, al sitio al que hoy permanece, llamado Mataruco, nombre que daban Los Indios a una especie de paja o heno con que cobijaban sus casas.
    La población indígena de San Pablo de Azaca fue fundada  por el padre Matías Ruiz Blanco en las márgenes de la Laguna de Azaca, hoy conocida como Laguna de  Amana, cerca del actual caserío de Jabillal y Los Barrancones en el año de 1678, aproximadamente, con indios Cumanagotos Caracares, también se les llamaban Palenques, porque cercaban con madera su jurisdicción para protegerse de posibles enemigos. Dos años después, en 1680, fue trasladado a la parte donde nos encontramos hoy en día. El sitio denominado Mataruco, es el nombre que les daban los indios Palenques Caracares a una especie de paja que crecía en la zona, este lugar se tomó como último asentamiento de los Palenques Caracares o Cumanagotos Caracares, porque quedaba en lo alto del territorio y así evitarían futuras inundaciones y desaparición del pueblo como había sucedido anteriormente. En la época de Caulín tenía 800 habitantes y se habían bautizado 3100 almas y habían muerto 1350 personas. En 1731 tenía 388 habitantes. Para 1736 se componía de 107 familias con 449 personas; en 1761 contaba con 133 familias y 655 habitantes, 110 casas, 26 haciendas. Iñigo de Abad dice que para la fecha San Pablo tenía 859 habitantes, 3 esclavos, 3 haciendas y 845 cabezas de ganado mayor.  De manera general, los Palenques eran los vecinos occidentales de los Cumanagotos, su territorio se extendía por las vegas del río Unare, desde la parte inferior del río Guaribe y la margen occidental del río Güere hasta, quizás, Santa María de Ipire y Pariaguán. Varias denominaciones usan los cronistas para referirse a los palenques: Caracares, Guaribes y Güere-Matarucos. Debe hacerse una acotación en cuanto a la Fundación de San Pablo, se cree, que las riberas de la Laguna Grande también fue asiento de la población de San Pablo de Azaca, sin embargo, no se ubicó alguna fuente documental que refiriera algo al respecto. También erradamente hay quienes llaman a la Laguna Grande “Laguna de Azaca”. Siendo la verdad que la Laguna de Azaca es la misma Laguna de Amana, y se dice esto, porque en el vocabulario cumanagoto se acostumbraba a cambiar las consonantes por otras. En este caso en “Azaca” se cambian las consonantes m y n por las consonantes z y c. Por otro lado las fuentes documentales encontradas sí hacen referencia a la Laguna de Amana como asiento del primer pueblo de San Pablo, en 1678. Las siguientes imágenes son huellas encontradas recientemente del primer asentamiento indígena de San Pablo, a orillas del río Unare y cerca de la laguna de Amana.

Descendientes de Cumanagotos Caracares en 1887
    Indudablemente los primeros que habitaron la población de San Pablo fueron los indios Cumanagotos Caracares o más conocidos como Palenques Caracares o Guaribes Matarucos, pero si nos remontamos al año 1887,  ya se registraban apellidos en el documento de la Repartición de Tierras que se detallan a continuación: Rondón, Camarín, Chiramo, Ramos, Moreno, Alvino, Gómez, Coche, Guarata, Querequechúa, Manzano, Merecuana, Tiapa, Herrera, Paracuto, Amaricua, Marapati, Rojas, Payagua, Chipamo, Araguaney, Chivico, Atagua, Jiménez, Puturo, Vente, Parucho, Robles, Guaicuto, Guaiquirima, Rodríguez, Salazar, Guzmán, Paraqueimo, Urbáez, Lanza, entre otros.

Cementerio indígena de San Pablo de Azaca
    En las cercanías de la Laguna de Amana existen restos de un cementerio que perteneció a nuestros antepasados indígenas, son básicamente restos de sepulcros hechos en piedra y son la viva huella de que allí existió el primer asiento poblacional de San Pablo de Azaca. Dicho cementerio se halla totalmente abandonado, lo cual imposibilita conocer un poco más de estas culturas que nos antecedieron y que son parte de nuestra existencia y legado. A continuación se muestran algunas tumbas construidas con piedra, del primer asentamiento de San Pablo de Azaca.

Primeros inmigrantes de San Pablo
    A partir de la segunda década del siglo XX comenzaron a establecerse en nuestra población de San Pablo familias de algunas comunidades vecinas como: Caigua, Clarines, San Miguel, El Pilar, Píritu, Aragua de Barcelona, entre otros. Entre esas familias podemos mencionar: Alemán, Anato, Vente, Franseschi, Morales, Roux, Rojas y otras. Las familias Guzmán, Poturo y Alvino, todavía establecidas en la comunidad son consideradas las familias más antiguas nativas de esta población. Ya por el año 1940 existían aproximadamente 13 familias con una población de 30 a 40 personas.

Evidencia del paso de los españoles por San Pablo
Una huella imborrable en el tiempo de la existencia de las misiones españolas en estas tierras son las ruinas que se hallan en nuestra población conocidas como Las Murallas y admiradas por nuestros visitantes. Ellas son el pasado y el presente de hombres y mujeres que mostraron al mundo lo que en términos arquitectónicos podían realizar. Hoy se aprecian como arte y es un privilegio de que existan para el disfrute de todos, pero también es el dolor, la vejación y el sometimiento al que estuvieron expuestos por años los representantes de estas culturas para pervivir en la historia. Estas ruinas o murallas constituyen una tradición mantenida como legado de generaciones enteras y son la conciencia identitaria de un pueblo.
Las Ruinas coloniales de San Pablo de Azaca

Geografía de San Pablo de Azaca
Situación astronómica de San Pablo de Azaca
Su localización astronómica es de 9 grados, de 46’, 42” de latitud norte y 65 grados 02’,56” de longitud oeste.
Situación geográfica de San Pablo de Azaca
Al referirnos a la nueva refundación de San Pablo de Azaca, debemos también aceptar el toponímico de San Pablo de Güere por éste hallarse en las cercanías del río Güere o San Pablo de Mataruco, porque en el sitio donde se ubicó el pueblo crecía una especie de paja o heno que los indios cumanagotos caracares nombraban así. Este terruño queda en la parte noroeste del Municipio Juan Manuel Cajigal en el Estado Anzoátegui. Marco Aurelio Vila dice lo siguiente: (…) Se haya situado entre la orilla oriental del río Güere y la Laguna Encantada y en una altitud de 20 metros. Administrativamente está bajo la jurisdicción del Municipio Juan Manuel Cajigal cuya capital es Onoto y limita por el norte con el caserío San Francisco del municipio Píritu, al sur con el caserío Salistral, al este con San Lorenzo y al oeste con el caserío Los Barrancones. La extensión territorial del área que ocupa es de aproximadamente 8000 m2. Se comunica por carretera con Onoto a 35 km, con Puerto Píritu a 33 km, con Clarines a 20 km, con Aragua de Barcelona en 49 km y con Barcelona en 73 km.
Geomorfología de San Pablo de Azaca
    Zona montañosa, planicie costera, suelos rojos y amarillos, con una temperatura promedio de 27 grados, con dos períodos; uno seco y otro lluvioso, la precipitación promedio anual es de 900 mm. Las fuentes hidrográficas más importantes  las constituyen el río Güere al este y el río Unare al oeste. Así mismo posee diversas lagunas como: La Laguna Grande, Amanota y manantiales tan populares como el de La zorra. Existen lagunas artificiales y privadas localizadas en diferentes fincas de la población, el agua para el consumo humano llega a través de tuberías desde el río Unare, la cual es tratada antes de su consumo.

San Pablo y sus ríos.

Unare
    Nace en las serranías de Bergantín y desemboca en el mar. El término Unare proviene de la palabra “Dunare”, nombre con el que designaban a un cacique dueño y señor de todo lo que abarca hoy la Cuenca del Unare. El río Unare fue a principios del siglo XIX, un río navegable por su gran caudal. 
Güere
    Es un afluente del río Unare, que nace en mesa o en terrenos planos y desemboca en el mar. Junto a la población de Pariaguán, en las cercanías donde también nacen el río Guanipa y Pao. Su recorrido es casi paralelo al río Unare, acercándose gradualmente uno con el otro hasta formar una confluencia al sur de Clarines. El nombre de este río está relacionado con un cacique llamado Güere, quien tenía grandes riquezas y un crecido número de vasallos. Este cacique gozaba de la ventaja de ser muy amigo del cacique Dunare, el cual vivía en la parte alta de los llanos, sobre los sitios que van desde San Pablo, Onoto, La Encantada, San José de Unare, hasta remontarse al sitio llamado Pariagua, al que después los españoles le colocaron una “n” al final para que se denominara Pariaguán. Este afluente es muy importante dentro de la geografía Cajigalense, ubica límites y por su parte izquierda sirve para el riego y el turismo en los meses de vacaciones.  
San Pablo: Flora y Fauna
Flora
    Se encuentran en esta zona una variedad de árboles silvestres de gran altura  como El samán, El cují, El araguaney o árbol de Ipé, El jarillo o Apamate, El jabillo, Guatacaro. Árboles de frutos comestibles como lechosa, patilla, guayaba, naranja, coco, níspero. Leguminosas como frijoles, chícharos, caraotas. Plantas ornamentales como cayena, helecho, siempre verde, rosa, isora, bella a las once,  entre  otras.
Fauna
    Predomina una gran variedad de animales mamíferos como: perros, caballos, cochinos, vacas, gatos, conejos, ovejos, chigüires, venados, lapas, cunaguaros, mapurites, puerco espín. Aves como: gallinas, guacharacas, pavos, pavos reales, patos, guineos, pájaros de varias especies. Reptiles como: iguanas, salamanquejas, culebras, matos, babas. Peces de agua dulce como: bucos, bagres, guabinas, loras, viejitas, corronchos, coporos.

Matias Ruíz Blanco

Biografía del Padre Matías Ruiz Blanco
Muy escasos son los datos que han llegado hasta nosotros sobre su nacimiento, los primeros años y comienzos de su vida religiosa fueron suficientes para ubicarlo dentro de los personajes  principales del mundo eclesiástico, antes de arribar a América. El Padre Matías Ruiz Blanco nació en la Villa de Estepa, Sevilla, en 1643. Siendo muy joven vistió el hábito franciscano en la provincia de Andalucía, posiblemente en el convento de nuestra Señora de Gracia la Virgen María de su pueblo natal, fundado por los Marqueses de Centurión en 1603. En la Casa Noviciado de Recolección estudió Arte y Teología, cuando sólo contaba 23 años en 1666 ya desempeñaba el cargo de profesor de Artes en el Convento de Nuestra Señora del Valle, en Sevilla, donde le sorprendió en 1670, la llegada del Padre Domingo de Bustamante de las misiones de Píritu a España en solicitud de nuevos religiosos. Ya quisieran  haber tenido muchos de nuestros misioneros un biógrafo tan cuidadoso y diligente como el que le cupo en suerte al Padre Matías Ruiz Blanco, y de seguro que la posteridad no hubiese andado con ellos tan a ciegas, ni tan desconocedora de su hazañosa existencia. A pesar de ello, si prescindimos por un momento de esa fuente originaria y principal no puede afirmarse que la vida de nuestro misionero haya sido muy divulgada en tiempos recientes, aun dado el caudal de noticias y datos que obran para ilustrar su figura y su gestión misionera en  Píritu a lo largo de una serie considerable de años, es lamentable que hasta la fecha no se le haya prestado la merecida atención, ni se haya intentando trazar un esbozo biográfico de la altura y extensión merecidas que tuvo, aunque solo fuese para reafirmar lo que el Padre Caulín su primer y mejor biógrafo dijo de él. Desde aquellos días hasta los nuestros son pocos y muy contados los que se han ocupado de la personalidad religiosa y gesta misionera del padre Matías Ruiz Blanco, siendo el señor don Manuel Serrano y Sanz quien lo ha hecho con más cariño y respeto, cuando reedita en 1892 la Conversión de Píritu, donde introduce un breve esbozo a modo de noticia sobre el Padre franciscano Matías Ruiz Blanco y de sus obras, dicho escrito ocupa siete páginas, destacando su personalidad religiosa, misionera y científica, donde confiesa claramente que, sin género de dudas, creemos que el nombre del venerable sabio Matías Ruiz Blanco tiene indiscutibles méritos para ocupar un lugar de honor en todas las sociedades filológicas del mundo por sus importantísimos trabajos sobre la lingüística de los indígenas en la América Meridional. Y, después de enumerar sucintamente su producción bibliográfica, cita con justa admiración palabras de Caulín acerca de tan distinguido lingüista: llama poderosamente la atención que en un libro impreso en etapas, en 1891, acerca de esta ciudad y sus hijos ilustres, ni siquiera por incidencia se mencione a un hombre tan insigne, como el autor de la Conversión de Píritu.  En el Memorial Ostipense, impreso en 1888, tampoco figura su nombre y sin más opiniones dignas de mencionar sobre este gran hombre llegamos hasta 1926, en que aparece en la Enciclopedia Espasa, una breve referencia biográfica suya que sí merece los honores de tomársela en cuenta. Cito: Misionero Franciscano Español del siglo XVII, n. en Estepa. Fue enviado en 1675 a las misiones de Venezuela de las que fue presidente, y en 1683 vino a España en busca de nuevos misioneros. Volvió después a España para defender ante el Consejo de Indias la organización  y el gobierno de los indígenas, que habían establecido los misioneros. La última referencia que tenemos anotada es de 1948 y corresponde a don Joaquín Gabaldón Márquez, quien le dedica y nos ofrece una brevísima bio-bibliografía de dos páginas escasas en su muestrario. A nuestro juicio el señor Serrano y Sanz, concibe méritos literarios que hacen acreedor al padre Ruiz Blanco de que su nombre figure en las sociedades filológicas de todo el mundo, su relevante gesta misionera lo coloca entre los grande varones que, con infatigable celo y luces de sabiduría, han contribuido a la propagación de la fe, aumento y esplendor de las apostólicas misiones y doctrinas de Píritu,  palabras del Padre Caulín que aseveran la credibilidad misionera de este padre franciscano. Es justo, pues, que al frente de su tercera edición de la Conversión de Píritu ofrezcamos al lector una biografía cuidada y lo más circunstanciada posible del benemérito y preclaro misionero, basándonos en las fuentes de información a nuestro alcance y valiéndonos de las noticias autobiográficas que fue sembrando el propio Padre Ruiz Blanco a lo largo de sus escritos. Caulín dice en su Historia de la Nueva Andalucía que el padre Matías Ruiz Blanco muere hacia 1705, pero el historiador franciscano le da aún por vivo en 1706 y solo afirma que murió acabada su tercera y última prelacía, en cuyo caso habría que retrasar su muerte hasta 1708 por lo menos, que es cuando debió terminar el trienio de su gobierno, lo que quiere decir que su muerte cronológicamente está en duda.
Escritos lingüísticos e históricos de Matías Ruiz Blanco
    El Padre Matías Ruiz Blanco fue nombrado cronista de las conversiones en el año 1684, ordenándosele que escribiera los sucesos memorables de las mismas y los tratados que, con su capacidad y experiencia, debían ser necesarios para la luz y régimen de los misioneros y el  espiritual aprovechamiento de los indios. Según nos informa el Padre Antonio Caulín, Matías Ruiz puso luego por obra la práctica de este espiritual ejercicio sin dejar de las manos la pluma con que trasladó al papel los afectos del corazón en cuatro libros que escribió y dio a la prensa por los años de 1683 a 1690, los que a continuación se nombran: Principios y reglas de la Lengua Cumanagota, con un diccionario de ella. Advertencias y notas a dicho Arte Cumanagoto. Doctrina cristiana y su explicación en dicha lengua, con un tesoro de nombres y verbos de ella. Conversión de Píritu, sus incrementos, ritos y cosas particulares del país, con un directorio para instruir a los indios en las cosas esenciales de la religión cristiana.
Faceta religioso misionera del Padre Matías Ruiz Blanco. Tercera Expedición Misionera, Píritu 1672.
    La Tercera Expedición Misionera pasó por Píritu en 1672, donde El padre franciscano Matías Ruiz Blanco, hijo de la provincia de Andalucía, que había leído Artes y fue de nuevo instituido lector de Artes y Teología de las conversiones, natural de la Villa de Estepa, de veintisiete años de edad, fue el principal impulsor de estas misiones por estas tierras. El Padre Antonio Caulín informa que la notoria capacidad y virtuosismo del Padre Ruiz Blanco fueron premiadas por sus provincias al encargarle la Cátedra de Artes y que el propio Matías en  discurso de agradecimiento por tal nombramiento leyó en el Convento del Valle de la ciudad de Sevilla, por los años del Señor de 1666, esta labor la debió desempeñar hasta su paso a las misiones de Píritu, para las que se sintió llamado por Dios y dio su nombre, previa autorización de su prelado, con harto regocijo del mencionado Padre Bustamante, quien desde aquel momento, vio en él a uno de los más celosos ministros que, con su ejemplar vida y notoria capacidad, incrementó dichas misiones y propagó la fe católica. Apreciación que más tarde fue corroborada por los resultados de su extraordinaria actuación misionera, hasta el punto que mereció del Padre Caulín este elogioso juicio: A mi ver, y sin agravio de los muchos varones doctos y apostólicos con que la religión ha enriquecido las misiones y doctrinas de Píritu, se puede contar el venerable Ruíz Blanco por una de las más fuertes columnas que en ellas han mantenido el peso de la casa de Dios y extendido la fe de Jesucristo, en cuyas ilustres tareas, cuando otros le hayan imitado, dudo que alguno le haya excedido. Cuando el Padre Matías Ruíz Blanco se creyó ya libre de la ocupación de la Cátedra para dedicarse de lleno a la conversión de los infieles, antes de abandonar España después de reclutar nuevos misioneros, llegó a sus manos una patente del Comisario General de Indias instituyéndole de nuevo el cargo de Lector de Artes y Teología para que enseñase dichas asignaturas a los cuatro religiosos estudiantes que iban con él y pudiesen ejercer allí con actitud el ministerio de la predicación, cometido que desempeñó a gusto de superiores y discípulos hasta principios de 1675, fecha en que el prelado de la conversión distribuyó el personal misionero por varios parajes de infieles.
Conversión de los indios Characuares
    Al Padre Matías Ruiz Blanco le tocó la conversión de los indios Characuares, que vivían en la Quebrada de Tucupío de Güere, y por compañero le tocó a su discípulo Padre Jacinto Pérez. No fue en verdad fácil la reducción de aquellos indios, pues bien avenidos con la libertad que gozaban en su infidelidad, se negaban a someterse al suave yugo de la ley evangélica. Pero a costa de no escasos trabajos y de muchas y amorosas exhortaciones, pudo Ruiz Blanco lograr que los indios Characuares resolviesen fundar un pueblo en el que, el propio padre dijo la primera misa, el día 11 de enero de 1675, después de haberle bautizado con el nombre de San Juan Evangelista de Tucupío.
Conversión de los indios Topocuares
    De San Juan Evangelista de Tucupío, Matías Ruiz Blanco pasó a un sitio denominado Aguaritacuar, tres leguas al poniente de Tucupío y a un cuarto del río Egüeri, donde residían algunos capitanes de indios Cumanagotos Topocuares, por cuya conversión había comenzado a preocuparse ahora Matías Ruiz Blanco. Este padre franciscano se estableció entre ellos y les habló con su habitual afabilidad y persuasivas razones sobre la conveniencia de reducirse a poblado, y, granjeadas las voluntades de los caudillos principales, echó las bases de un segundo pueblo, el de San Lorenzo de Aguaritacuar fundado en el año de 1675 y teniendo en cuenta que el pueblo de San Juan Evangelista del Tucupío padecía de una total carencia de agua, lo agregó al pueblo de San Lorenzo en 1676, desapareciendo la zona de Tucupío meses después. Fueron muchas y grandes las adversidades que padeció el Padre Ruiz Blanco en la reducción y conversión de estas dos tierras, siendo el mayor de ellos el desvanecer las falsedades y supersticiosos errores que entre ellos tenía sembrado el demonio, por medio de los piaches y hechiceros, haciéndoles creer que las aguas del Santo Bautismo y Unción de los Santos Oleos, eran el veneno con que los padres misioneros quitaban la vida a los enfermos que bautizaban en el artículo de la muerte. El propio Padre Ruiz Blanco nos dice que los misioneros bautizaban a los pequeñuelos en el artículo de la muerte y no antes de que originara el que los hechiceros persuadieron a los indios que sus hijos se morían porque los bautizaban y que esa presunción duró mucho tiempo y añade: Con los indios se trabaja mucho por persuadirlos a que el bautismo no quita la vida del cuerpo, antes sí la causa en el alma, limpiándola de la enfermedad y la culpa. Para confirmar lo dicho nos refiere el siguiente caso que le sucedió a él mismo con un indio, llamado Chavire, que es lo mismo que decir Lechuzo, en lengua Cumanagoto. Este indio se hallaba al borde de la muerte, sin esperanza alguna de vida, y habiendo trabajado con él por espacio de algunos días para persuadirle que se hiciese cristiano, invariablemente le respondía que no lo quería  ser para no morirse. Compadecido de su ceguedad y miseria, le dieron impulso al padre de prometerle que si se hacía cristiano y recibía el cuerpo de Dios sacramentado, su Majestad le sanaría y le daría salud. Admitió el indio la propuesta, le hizo cristiano y comulgó, y luego al punto empezó a sentirse mejor y convaleció de su enfermedad, y le dio el Señor la salud y quedó desengañado de su error y temores. Como parece por este hecho, era muy grande el celo de la gloria de Dios en que ardía el Padre Ruiz Blanco, y son varios los casos extraordinarios que refiere haberle sucedido en confirmación de la verdad que predicaba. Aún estaba en la reducción de los indios Characuares cuando le sucedió esto otro: Había, entre ellos, un indio que tenía varias mujeres, obstáculo el mayor que esta gente tiene para reducirse y hacerse cristianos. El Padre le predicó varias veces para que, detestando su lascivia, depusiese su terquedad abrazando sin dilaciones la doctrina que le predicaba, y una de las veces se atrevió a decirle “que, si no las dejaba, Dios se las había de quitar”, y así se lo pedía en sus sacrificios y oraciones al Ser Supremo. Caso bien singular que, siendo todas las mas bien mozas y robustas, fueron enfermando, y a todas las bauticé en el artículo de la muerte, y quedó sólo el que tan ciego estaba. Y considerando las demás que había en el pueblo la brevedad con que se le habían muerto las cinco mujeres, no había ninguna que quisiese casarse con él. Entró en acuerdo y se hizo cristiano, y me rogó le buscase una india cristiana para casarse con ella, porque tenía muchos hijos y tenía la casa sin gobierno. Y cierra su relato con este breve comentario: fue este caso tan ejemplar en aquel pueblo, que hasta los indios lo celebraban. Mas no fueron tan eficaces ni persuasivas sus palabras para lograr que los indios dejasen de hacer sus demostraciones ridículas en ocasión de los eclipses de luna y sol, pues nos refiere que en una ocasión  de estas le cogió a deshora y durmiendo ya los indios lo despertaron y fue tal el ruido que se levanto la población y lo obligó a salir de casa. Volviendo a la gesta misionera del Padre Ruiz Blanco podemos decir que la rebelde nación de los palenques vivía soliviantada en las riberas del río Unare y totalmente negada a las luces del evangelio desde el tiempo de su levantamiento. La reducción de aquellas almas llegó a ser el principal asunto del corazón de este padre y el empleo total de sus discursos, y una vez que hubo concluido la fundación del pueblo de San Lorenzo de Aguaritacuar, con la unión del de San Juan Evangelista del Tucupío, Matías Ruiz Blanco pasó a realizar la conversión de los indios Caracares.
Conversión de los indios Palenques Caracares
    No pudiendo contener los fervores de su espíritu, determinó el Padre Matías Ruiz Blanco dar comienzo a la reducción y conversión de la obstinada nación de los palenques. Con estas dos fundaciones anteriores, su celo ardiente se había acreditado ya ante los demás, y como siervo fiel, que por todas partes solicita la honra y gloria de Dios, le aclamaba el mundo a quien su notoria literatura, la voluntaria renuncia de la Cátedra de Artes con la honra de la santa provincia de Andalucía, su madre; el fervoroso celo de la conversión de las almas y otras muchas virtudes que le ordenaban, le tenían ya afianzada en estos países la veneración y pública fama de uno de los más célebres misioneros con que la religión seráfica había enriquecido en su tiempo estas apostólicas misiones. Ya les había hecho algunas visitas a los Palenques Caracares y tenía granjeadas las voluntades de algunos indios capitanes principales con repetidos agasajos y paternales exhortaciones para que se redujesen. Todo esto unido a la afabilidad de su trato. Continuos beneficios y buenos ejemplos, hizo que más de seiscientas almas de aquella rebelde nación, depusiesen su fiereza y saliesen a vivir civilmente donde fue su voluntad fundar el pueblo. Para ello se escogió un sitio apacible a las márgenes de una laguna, llamada Azaca, donde comenzaron a levantar sus casas en 1678, dándosele al pueblo por su titular y patrono Apóstol de las Gentes, el nombre de San Pablo. Más de un año llevaban trabajando en sus fábricas cuando una crecida del Unare les obligó a trasladarlo a otro sitio más seguro, denominado Mataruco, mudanza que se efectuó en 1680. En confirmación de cuan agradables eran a los ojos de Dios las oraciones y trabajos misioneros de su siervo Padre Matías Ruiz Blanco, el Padre Caulín nos refiere el siguiente suceso: Llegada a la Laguna de Azaca y hecha la elección del sitio para la elección del pueblo, enarboló, según costumbre, la Santa Cruz para que fuese adorada por los indios y supiesen estos que aquel precioso madero era el estandarte de la milicia de Cristo, bajo cuyas banderas entraban a vivir, siguiendo desde aquel mismo día su doctrina y detestando de una vez los falsos ritos del demonio, quien los tenía tan ciegos y  engañados en sus errores. Serían como las nueve de la noche, y estando aún muchos indios despiertos se formó en el aire, instantáneamente un globo de notable magnitud y claridad que duró como unos treinta minutos, luego corrió hacia la parte norte, y desvaneció con tan estruendoso estallido como el de la mayor pieza de artillería. En el mismo instante fueron visto y oído en el pueblo de Píritu, distante del de San Pablo diez leguas de camino. El Padre Caulín, comenta, que bien pudiera atribuirse este fenómeno a causa natural, pero que, atendidas las circunstancias de haber sido aquellos indios los más rebeldes a su reducción, y hallarse después de estos sucesos tan joviales y pacíficos, se tuvo por cierto haber sido los espíritus infernales, que poseían aquella nación y salieron de fuga, sin esperanza de victoria. Y nuevamente añade: confirman este pensamiento el haberse oído muchas veces en dicho pueblo (...) lamentos formidables de los demonios, que se atribuyeron a sentimiento de que los naturales se apartasen de sus vicios y diabólicas adoraciones por abrazar la fe de Jesucristo. Y continúa diciendo el Padre Caulín que, entre otras, fue notable una ocasión que, estando el venerable Ruiz Blanco en su pobre choza, a los primeros días de la fundación del pueblo de San Pablo, llegaron a él unos indios infieles, recién salidos del monte, notablemente sobresaltados y temblando de temor y espanto. El Padre les preguntó la causa de su turbación, y respondieron: que estando cercanos a dicho pueblo, oyeron unos fúnebres llantos y voces lamentables, que les reprendían la resolución de dejar las costumbres y ritos de sus padres y abuelos y, quejándose de que siguiesen la doctrina que los padres misioneros les enseñaban. Por lo cual llegaron a reconocer y persuadirse a que aquellos estruendosos lamentos eran quejas de su maldito seductor por fuerza de la envidia de verlos abrazar la fe de Jesucristo a pesar de su soberbia. El Padre Caulín cierra su comentario con esta juiciosa observación que hacemos nuestra: no soy inclinado a referir casos portentosos, o casos que huelen a milagro sin la plena justificación que para su tradición se requiere, y mucho menos pensara hoy en referirlos al ver tan juiciosa la crítica del mundo; pero tampoco cumpliera fielmente con mi oficio dejando en silencio esta y otras maravillas que en estos países ha obrado el Señor de las alturas en confirmación de su doctrina y crédito de sus siervos y fieles ministros, cuando las hallo autenticadas y confirmadas con juramentos de varones apostólicos y  prelados celosos, en quienes ni puedo, ni quiero considerar el menor viso de apocrificio ni mentira, sabiendo que no está abreviada a solo un prodigio la poderosa mano de aquel Señor que supo sumergir en las aguas al más precipitado enemigo, para que, libre de su tiranía, cantasen victorias sus escogidos y quedasen en pacífica posesión de su amado pueblo.
Matías Ruiz Blanco viaja a España en el año 1681
    Salió, pues, de Píritu el año de 1681, y después de once meses de viaje llegó a la Corte, donde presentó sus despachos en el Real y Supremo Consejo de las Indias, y comprobadas sus hazañas en el Nuevo Mundo, su Majestad se sirvió en concederle una misión de dieciocho religiosos,  catorce sacerdotes y cuatro legos. El propio Matías Ruiz Blanco dice: que por dos veces tuve asignados, y, por haberme faltado al embarcar algunos, llevé la misión incompleta. Sobre el resultado total hecho por el padre franciscano y de su gestión en España se pueden citar las siguientes cláusulas: “concedió su Majestad en tiempo de la misión, doce ornamentos de seda para celebrar y componer los altares, doce misales, doce manuales y doce copones de plata para custodias del Santísimo Sacramento. Nueva prorrogación de los 12.544 reales por otros diez años. Orden para que se formasen el presidio de los soldados españoles, aumentando el número hasta 30, lo cual no se puso en ejecución. Cédula para que las limosnas situadas en Caracas se pagasen con toda precisión. Otras cédulas para que los indios de las conversiones fueran libres de encomienda y de tributo”. Esto dio paso a que dicho padre continuara su labor en las misiones de Píritu.
1.3.8. Matías Ruiz Blanco regresa a Píritu en el año 1683
    Terminadas sus gestiones en la corte con los resultados que se desprenden de estas cláusulas, regresó a Píritu en el año de 1683 al frente de una misión de trece religiosos. No había hecho sino llegar a su destino el Padre Ruíz Blanco cuando recibió el nombramiento de cronista de aquellas misiones, en patente firmada por el Reverendísimo Padre Comisario General de Indias y de la Corte Fray Cristóbal del Viso, dada en San Francisco de Madrid el 21 de marzo de 1684.
 Nuestras etnias en el pasado
Quienes eran Los Palenques
    Según Marc de Civrieux: Los españoles dieron también el nombre de “Palenques” a los constructores de estos fortines indígenas. (…) …distinguían a veces grupos locales, tales como los Palenques del Guaribe, situados al norte del territorio Palenque, los Güere y Mataruco, ubicados entre los ríos Unare y Güere, y los Caracares, que se extendían al sur de los Guaribes, en la margen occidental del Unare (…)
    La represión española de 1681 condujo a gran número de Palenques Cumanagotos a internarse profundamente en los llanos del oeste y sur, cogiendo por el río Unare hacia la parte de los llanos, atravesando el pueblo de Mataruco, es decir, San Pablo, y estableciéndose allí como población de Palenques durante un largo tiempo.
Enfrentamiento entre los indios Caracares y Guaribes
    Cosa irrefutable es que, como la inquietud y hostilidades de la guerra son tan opuestas a la paz y sosiego que se necesita para plantar en los corazones de los hombres la fe católica, y demás virtudes que le acompañan, así la paz y conformidad de unos con otros es el medio más eficaz para el cultivo espiritual de las almas, que se convierten de las tinieblas del gentilismo a la luz clara del Santo Evangelio. Apersonados los caciques de los Palenques Caracares y Guaribes al llamado del Fray don Juan Bravo de Acuña, ofrecieron fingidamente la paz, mostrándose desde entonces humildes y domésticos con los religiosos y españoles y fingiéndose mansos corderos los que poco antes se vieron como tigres, y sangrientos lobos en su corazón, mudando solo la piel con el disfraz de su buen trato, para ejecutar después su depravado intento. En este estado y simulada amistad se mantuvieron once años, esperando la más oportuna ocasión para la venganza de sus pasados agravios, mientras que los padres misioneros aplicaban los fervores de su celo a la conversión de otras naciones más dóciles que ya dejó referidas y reducidas al abrazar nuestra Santa Fe Católica. Llegó pues el año de 1678 y primero de la prelacía del Padre Fray Francisco de Aparicio, hijo de la santa provincia de Castilla, cuyo generoso corazón y fervoroso espíritu no cabía dentro de la esfera de las maravillas, con que la poderosa diestra del altísimo premiaba los continuos afanes de aquellos misioneros en la Conversión del Gentilismo; y con el deseo y ansias que tenía de verlo todo sujeto al suave yugo del Santo Evangelio y dominio de nuestro Rey Católico, para aumento de su corona y gloria de la fe, determinó hacer una entrada o expedición evangélica a las tierras de los Palenques Guaribes, que en las montañas de este vivían retirados, o por mejor decir morían en aquellos montes a manos de la rabiosa saña que tenían de ver ya en sus tierras a los que antes pudieron haber desterrado con violencia, o borrado de su memoria. Por este tiempo estaba aquel prelado tratando de convertirlos al cristianismo. Por esta razón mandó varios mensajeros a fin de explorarles su voluntad para que saliesen gustosos a recibir los Ministros del Evangelio. Daban los Guaribes a todos muchas esperanzas; que es propio de esta gente dar a lo que se proponen buenas aunque falaces respuestas. Fiado el celoso prelado en estas, que en su concepto tuvo por verdades, resolvió mandar, como lo hizo en 1678, al Padre Fray Sebastián Delgado, hijo de la Santa Provincia de Andalucía, para que les predicase el reino de Dios, llevando en su compañía a Fray Juan de Villegas, laico de la misma provincia, con orden de quedarse a vivir entre ellos en el sitio que escogiesen para fundar el pueblo. Dio motivo a esta resolución una guerra que los expresados Guaribes anunciaron contra los Palenques Caracares del pueblo de San Pablo y que el Padre Ruiz Blanco estaba poblando en las riberas del río Unare. Los indios Guaribes sin más motivos que el de impedir la conversión de los indios al cristianismo, incitados por el demonio, que tanto vela por impedir el bien espiritual de las almas, formaron para tal fin un cuerpo de ejército, y cercaron al amanecer la población de San Pablo con ánimo de darle fuego, después de quitar la vida al Padre Sebastián Delgado y a todos sus moradores. Sintiendo esto y el estruendo de los Guaribes; los indios Caracares se pusieron a la orden y trabaron una sangrienta guerra consiguiendo una milagrosa victoria, que sin pérdida de un cristiano desbarataron al ejército enemigo, y aprisionaron cientos de ellos con sus capitanes y caudillos, y los demás salieron en fuga. El Padre Ruiz Blanco, que todo el tiempo de batalla permaneció en oración invocando el auxilio de la divina misericordia, después de darle infinitas gracias por la conseguida victoria, trató de hacer las paces con los Guaribes, que, por último ofrecieron poblarse en sus tierras, San Juan Evangelista del Guaribe, dejando cientos de caudillos en la población de San Pablo. Los Guaribes fueron una tribu muy rebelde, se negaba a la evangelización y actuaba con violencia hacia los misioneros. Fue el día 18 de julio de 1680, antes de rayar el alba, y pareciéndoles que esta era la hora más oportuna, echaron un pregón en la plaza, que decía: matemos a estos Padres y a todos los demás que son sus afectos y oyen su doctrina. Entraron en la iglesia donde se encontraban los religiosos como corderos que en breve habrían de ser sacrificados. Precedían aquella chusma de indios dos capitanejos: Mapirítu y Amoco. Llegaron, primeramente, y mataron al religioso Fray Juan de Villegas; y después de haberle clavado una flecha por la espalda, le atravesaron el pecho con una mortal puñalada, y al mismo tiempo le dieron tan fiero macanazo, que le dividió la cabeza en dos partes. Acometieron después a éste con la misma fiereza dándole dos crueles macanazos; y fue caso portentoso, que con la primera que le rompió el casco hasta las cejas, se mantuvo en pié predicando a los que le mataban, y considerándose ya mortalmente herido, rogó con toda humildad a los matadores que lo dejasen morir en paz. Los infieles saquearon la pobre iglesia, destrozaron los ornamentos, y demás cosas sagradas, y sin sacar los cuerpos les pegaron fuego, dejándolos dentro hasta que pasó el sacrílego incendio. Después les echaron un dogal al cuello y sacándolos a rastra por la plaza, los llevaron hasta el pié de una gran cruz que allí había. Entregaron a un indio uno de los sombreros de los padres para que llevándolo al pueblo de San Pablo sirviese de seña, e hiciesen lo mismo con todos los religiosos y pueblos, pero Dios mantuvo la fe entre los indios palenques de San Pablo, que frenó la ira de los mal intencionados.

Religión.
Religión Católica
El número de creyentes católicos es de aproximadamente 1200 habitantes. Es importante destacar que las manifestaciones de creyentes en Cristo, no católicos, se está propagando rápidamente en  la población, lo que permitido que la religión católica no crezca,  debido a la falta de un párroco permanente que atienda las necesidades espirituales de nuestros habitantes.

Religiosos que padecieron martirio en manos de los indios Guaribes
    Corría el año de 1680, en que esta conversión de los indios Guaribes se hallaba con mucha tranquilidad e iba incrementándose, tanto en poblaciones como en número de personas que se habían convertido a la fe católica.  Estaba reciente la pacificación entre los Palenques Guaribes y los Cumanagotos, ambos grupos siempre vivieron en guerras y lides. Fue milagrosa la paz que se vivió entre estas dos naciones y la dispuso El Señor a través de sus servidores misioneros. Empezada a formarse la población de San Pablo, de los indios Palenques Caracares, con 180 familias que se estaban poblando en las riberas del río Unare; el enemigo común ---el diablo---que siempre vela por estorbar el bien de las almas, incitó a los indios Guaribes a dar guerra a los Palenques Caracares, procurando obstaculizar su conversión al evangelio. Los indios Guaribes formaron un cuerpo de ejército con las prevenciones militares que acostumbraban, y un día, al amanecer, cercaron la población de San Pablo para quemarla y matar a sus moradores. Los habitantes de San Pablo se pusieron alerta y se alistaron en armas ordenadamente y consiguieron una milagrosa victoria sobre los Guaribes, de los cuales apresaron un centenar. No murió ni un solo poblador de San Pablo. Desarmados los Guaribes con sus jefes caudillos, también fueron apresados, se trató de hacer la paz y que se establecieran con gusto en la población de San Pablo.
    Era mucho el gentío que formaban los Guaribes y  se trató de que  poblaran en sus tierras, para lo cual fue señalado el padre Fray Sebastián Delgado, y el hermano Fray Juan Villegas, quienes al año ya tenían una población conversa de 200 vecinos y muchos bautizados. Los Guaribes un año entero gastaron en consultas para quitar la vida a todos los religiosos y volverse a los montes a vivir en sus ciegos y supersticiosos ritos. Estos conflictivos indios se comunicaban a través de mensajeros, que andaban a altas horas de la noche de un pueblo a otro, cautelando el que no fuesen vistos. En la madrugada del día 18 de julio del año 1680, y en el momento que salía la luna, cercaron el pueblo y la iglesia de San Juan Evangelista del Guaribe, en la cual estaban los dos religiosos como corderos que en breve debían ser sacrificados. Echaron los infieles un pregón en la plaza y dijeron: Matemos a estos Padres y a todos los demás que son sus afectos y oyen su doctrina. Acometieron a la iglesia como sangrientos lobos y, entrando en ella, al religioso lego le dieron con un carcaj de flecha por la espalda, así herido se levantó y habló con el sacerdote, su compañero, y así, juntos lloraron. Le dieron una puñalada en el pecho y con una macana le partieron la cabeza en dos partes, y con esas heridas expiró a los ojos de su compañero. Al sacerdote le dieron dos heridas mortales en la cabeza, y fue caso impresionante que con la primera herida que le penetró el cráneo hasta las cejas, permaneció en pié, predicando a los que le mataban. Considerándose mortalmente herido rogó que lo dejasen morir en calma.                     Estos infieles saquearon la pobre iglesia, destrozando los ornamentos y demás cosas sagradas y, sin sacar los cuerpos le pegaron fuego y hasta que pasó el sacrílego incendio no los sacaron. Les ataron una soga por el cuello y los arrastraron a la plaza y arrimándolos a la gran Cruz que allí había, les decían: ¿Cómo ahora no nos llamáis a la iglesia? ¿Cómo no tocáis las campanas para que vallamos a oír la palabra de Dios? Estas y otras cosas semejantes les decían como manifiestas señales del gran odio que tenían a la fe.  Arrojaron los cuerpos de los religiosos en un pozo en el que se preparaba el barro para las casas, dieron fuego a todo el lugar y se retiraron a los montes. Casi dos días tuvieron los cuerpos de los religiosos sin poderles dar sepultura; y habiendo los indios de San Antonio de Clarines entrado a sacarlos, los hallaron frescos, sin descomponerse y con las heridas frescas. Y al levantar de la tierra al religioso lego, este arrojó gran cantidad de sangre por la herida que tenía en el pecho. Poseían los hábitos quemados hasta la cintura y en los cuerpos no se encontraron indicios o lesiones de haber estado entre las llamas, como lo tuvieron.

Algunos administradores espirituales de la Parroquia San Pablo

Fray Matías García
Misionero franciscano, entre los años 1753 y 1754 fue predicador general, ministro de los pueblos San Pablo y San Francisco, excomisario más antiguo de las Misiones de Píritu. En San Pablo tuvo autoridad para presenciar los matrimonios, con licencia, y da sepultura al individuo muerto, en la iglesia a su cargo.

Fray José Rodríguez
    Fue un religioso que sirvió a San Pablo en su misión cristiana por el año 1761.

Fray Juan González López
    Fue Cura de San Pablo en el año 1836. Este mismo año el Presbítero García y Oliva visitó a San Pablo como Vicario.

Presbítero Manuel Acereda La Linde
    Llega de España el 23 de marzo de 1928 e inmediatamente el señor obispo lo destina a Onoto, capital del Distrito Cajigal en el Estado Anzoátegui. Durante el tiempo que estuvo en Onoto realizaba una visita anual a San Pablo, los días de la conversión cristiana entre  el 24 y el 28 de enero.
 

Presbítero José Sabino
    Atendió  la iglesia de San Pablo durante el año 1927.

Iglesia Cristiana Evangélica
En la población de San Pablo hay un aproximado de setenta personas creyentes de la Iglesia Evangélica, en cualquiera de sus manifestaciones y denominaciones. En la actualidad hay cuatro iglesias de esta categoría en la comunidad. 

Testigos de Jehová
    Del total de la población hay alrededor de cincuenta personas que reciben enseñanzas de los Testigos de Jehová. Es importante destacar que las manifestaciones de creyentes en Cristo, no católicos, entre Evangélicos y Testigos de Jehová, se está propagando rápidamente en  la población. Sin embargo, la religión católica no crece debido a la falta de un párroco permanente que atienda las necesidades espirituales de nuestros habitantes.

Las Misiones

Definición de Misiones
Se entiende por Misiones a la reducción indígena sometida al misionero.

Fundación de las Misiones de Píritu
    La Misión de la Concepción de Píritu fue fundada en 1650 por el capuchino lego Fray Francisco de Pamplona. Estuvieron cinco frailes capuchinos en esta misión durante dos años. Esta misión no permanece en manos de los capuchinos. Una vez desaparecida, volverá a ser fundada por los Franciscanos Observantes en 1656. 

Los Franciscanos
    Los Franciscanos se habían establecido en Venezuela entre 1575 y 1576, pero será el 6 de junio de 1654 cuando El Consejo acuerda confiarles la Reducción de Píritu, que pretendían nuevamente los Capuchinos. El 16 de julio de 1657 el Gobernador Brizuela informa al rey que los Franciscanos tienen ya seis doctrinas en funcionamiento. En octubre de 1659 pueden referirse a sus cinco pueblos con iglesias construidas. Era evidente el trabajo, tanto en el aspecto espiritual, religioso, como en el poblacional: reducir a población a sus aborígenes.

Proceso de fundación y organización de los pueblos
Matías Ruiz Blanco, en el capítulo VIII de su libro, nos explica la forma como se realizaba la fundación y organización de los pueblos: Una vez reunidos suficientes indios para formar un pueblo, el misionero y un muchacho, ayudante suyo, partían con ellos en busca de un lugar propicio. Encontrado el sitio, se colocaba una cruz en el suelo, los indios se arrodillaban, y el padre les dirigía la palabra; luego, levantaban una choza para el evangelizador mientras se construía el poblado, que debía contar con una iglesia de madera y una casa para el religioso, asistidas por cuatro muchachos sin que se permitiera en esta última, la entrada de mujeres. Después, la vida de la nueva reducción se ordenaba de la siguiente manera: el misionero se levantaba tres horas antes del alba “a la oración mental, a prepararse para el santo sacrificio”; cuando amanecía se tocaba la campana para que acudieran todos los indios a la plaza. Una vez allí, colocándose los hombres a la derecha y las mujeres a la izquierda, rezaban unas oraciones, escuchaban un sermón y una misa y una vez finalizados estos actos, se iban los adultos a sus quehaceres y los niños a la escuela. Para su sostenimiento económico cada religioso doctrinero tenía asignados, en el ramo de tributos de las cajas de Cumaná, 183 pesos, 6 reales y 20 maravedís, más 50 pesos para pan, vino y cera. Por su parte, el misionero recibía 112 pesos de las cajas de Caracas. En 1761, el número de religiosos ascendía a 28, de los cuales 7 servían las 16 doctrinas y 21 las 17 misiones. En 1761, fue designado para San Pablo de Güere como cura doctrinero Fray José Rodríguez, que cuidaba también la Misión de La Margarita y la doctrina de San Lorenzo. 

Encomiendas y repartimientos. 

Encomiendas
Debía ser una asignación permanente de los indios de una localidad al tutelaje de algún Señor. Las Encomiendas pasaron a ser una institución de orden económico, integrado por dos elementos: posesión de la tierra y el trabajo de los indios. Como la casi totalidad de los pueblos del Estado Anzoátegui fueron obra de Las Misiones, y estas surgieron después de terminado el régimen de Encomiendas, al menos legalmente; no se puede hablar de indios encomendados en las regiones de Los Frailes, ni ellos usaron nunca la violencia para atraer a los indios. Los Misioneros trataron de implantar en nuestras tierras lo que se podría llamar hoy La Propiedad Comunitaria.

Repartimientos
    Es la asignación de indios para alguna tarea específica por algún periodo. No se habla en la historia colonial de Repartimientos sino para indicar las tierras asignadas a grupos aborígenes, de acuerdo con las leyes que les protegían. Con el fin de simplificar las cosas, algunos historiadores dicen que Los Repartimientos se referían a las tierras y Las Encomiendas a los indios

Las doctrinas

Definición
Las Doctrinas eran parroquias de indios, administradas por un párroco según La Ley de Patronato y con autoridad civil normal. San Pablo era un pueblo de doctrina. Ya adelantada La Colonia, y según Las Ordenanzas, los pueblos de Misión debían convertirse en pueblos de Doctrina a los diez años, aunque en la práctica siempre fue más. Entonces sí, los llamados curas doctrineros, quienes podían ser religiosos o seculares, dependían del Obispo del lugar en lo espiritual, y en lo político del gobernador provincial.

Descripción de las doctrinas
    Las comunidades de  las doctrinas son pobrísimas, reduciéndose a la anual cosecha de la corta sementera que hacen de común, que si no se la extraen la reparten entre todos cuando tienen necesidad y se proveen de semillas para sus propios conucos y el de  la comunidad, pero este método y gobierno sólo lo hay en Las Doctrinas y en tales cuales Misiones. En Las Doctrinas, además de los frutos que cosechan para su subsistencia, se tiene el cuidado de que salgan a trabajar y ganar con que satisfacer  los reales tributos y costear su vestuario, y mediante esto se hallan todas ellas vestidas, especialmente los hombres, y las mujeres lo ejecutan para ir a la iglesia; pero no es así en las Misiones, que aun no están en condiciones de que se les pueda  obligar a mas trabajo que el que ellos buenamente quieren. En estas doctrinas se hallan todos sus indios inteligentes en el idioma castellano, aunque sin haber olvidado el propio del que también se valen, pero esto no sucede en las Misiones en las que muy raros de sus naturales le entienden, por lo que no pueden ser bien instruidos en las doctrinas y sus costumbres cristianas. Muchas de dichas misiones son todavía gentiles viviendo como tales, a que preciso contemporizar por la indocilidad propia de la nación Caribe de que se componen las inmediatas al río Orinoco, en las que se  reconocen algunas ventajas, especialmente en la quietud y armonía con los españoles que habitan aquellas campañas, las que en el día se trafican sin el menor riesgo, que pocos años se ha experimentado, y estarían aun más adelantadas si en los misioneros hubiese más eficacia. Así Las Doctrinas como las Misiones estaban muy mal asistidas en lo espiritual, a causa del corto número que hay de misioneros.

Empadronamiento efectuado en las doctrinas de Píritu en el año 1761
    Durante la visita del Gobernador Diguja, en el año 1761, se efectuó el empadronamiento de los pueblos de las Doctrinas de Píritu, con los siguientes resultados en San Pablo de Güere:

Los corregimientos
    El Corregimiento es un sistema de regir a los pueblos, de modo que ellos mismos tomen parte en su propio gobierno y en las decisiones para el bien común. Surge en los albores de La Conquista, y en ciertos momentos de ésta, es recomendado para sustituir Las Encomiendas. Así, el enclave indígena consolidado, sería un pueblo de indios con su Corregidor español, quien ejercía la autoridad para llevarlo a la plena vida político-social. Una vez que el pueblo indígena se secularizaba, es decir, que pasaba de Misión a Doctrina,  o Parroquia, ya se independizaba en lo civil y  religioso, y entonces se establecía la tributación legal, aunque ya esta era exigida ante los mismos encomenderos o empleados reales. El gobernador Ramírez Arellano, en sus célebres ordenanzas para los pueblos de las Misiones de Píritu, con fecha 2 de diciembre de 1700, ordenaba: “Que en los pueblos de todas estas misiones se nombren Corregidores españoles que den justicia a los indios y los gobiernen (…)”. En vista de que los Corregidores han de ser pagados con los bienes de la comunidad y algunos pueblos eran pequeños y no podían llevar esta carga, como fue el caso de San Pablo de Azaca, la Ordenanza refunde varios y señala los partidos de cada Corregidor. Los Corregidores eran funcionarios que establecían las normas de tributo indígena, establecían las cabezas de corregimiento, los núcleos que pertenecían a cada una, los sueldos que, de las cajas de comunidad, tenían que percibir los individuos que se ponían al frente de ellas, y la competencia de las nuevas autoridades: administración de justicia y dirección de toda la vida civil del poblado. La resistencia de los misioneros a estas disposiciones fue enorme, y las protestas continuas. Temían que la implantación del tributo y la instauración de una autoridad advenediza, que venían a amputarles buena parte de sus prerrogativas, pusieran en peligro toda su obra anterior. La aceptación de un cargo de Corregidor, no estaba, pues, en función del salario inherente al mismo, sino del interés que tenían los hacendados en poseer  mano de obra para el cultivo de sus propiedades. Y aquí es donde se cometían los abusos continuamente denunciados, ya que, al indio, o no se le pagaba o se le pagaba mal. Dentro de Los Corregidores de Las Doctrinas de Píritu,  fue nombrado para San Pablo de Güere, Sancho Hernández, quien también era Corregidor para los pueblos de San Miguel, San Francisco de Güere y San Lorenzo de Güere. Para 1761 San Pablo de Güere tenía 107 tributarios que pagaban 2 reales cada uno y El Corregidor recibía 214 reales.

Los Partidos
    En el tiempo de la colonia se estableció una distribución administrativa de la población, conocida en aquel entonces como Partidos. De la población de San Miguel de Abaricuar, de San Francisco, San Pablo y San Lorenzo de Güere se hace un Partido, cuya cabecera era San Miguel y en consideración de la distancia de la cabecera a los tres pueblos de Güere y componerse todos ellos de 297 indios de armas, se le señala al corregidor de ellos 125 pesos anualmente. Esto es lo que conocemos en la actualidad como Municipios y a cuya capital se le llamaría Cabeza.

Los fugitivos
    Las causas del abandono de las reducciones eran varias, y de diversa índole. Unas, que podríamos denominar naturales, derivaban de la propia mentalidad del nativo. Habían sido forjadas por su tradición cultural y religiosa, y estaban en la base de toda su actuación posterior. El indio, acostumbrado tradicionalmente a llevar una vida natural y libre, le costaba mucho sujetarse a una disciplina y desarrollar un trabajo que no estaba habituado a realizar.

Escuela para indios
    La organización de escuelas para indios se hizo desde el primer momento de la penetración por los misioneros, cuyo objetivo era el de convertir y atraer al conocimiento de la fe cristiana a estos individuos, para los cuales se establecieron escuelas. En Venezuela, después del experimento franciscano en las costas cumanesas, hubo ese tipo de escuelas tanto en las misiones como en las encomiendas. Una constancia de ese especial esfuerzo está en la fundación de los pueblos misionales, pero también en documentos como el de Las Ordenanzas para las Misiones de Píritu del año 1700. En el artículo 3 se expresa: Que en todos los pueblos de estas misiones se pongan escuelas de leer y escribir la lengua castellana, y que Los Indios la aprendan y la hablen por ser muy importante para su más fácil y mejor inteligencia de la doctrina cristiana y misterios de nuestra sagrada fe, pues en la lengua natural de estos indios se ha reconocido que no se hallan todas las frases necesarias y convenientes a su explicación, razón por la cual el rey encarga que se pongan estas escuelas en todos los pueblos de Los Indios, ha de ser indispensable que funcionen estas escuelas y los indios estaban obligados a mandar a sus hijos a ellas, procurando que no hablen otra lengua sino la castellana y que el maestro sea de la mayor confianza, de buena vida y costumbres. El 18 de noviembre de 1783, se nombró maestro para el pueblo de San Pablo de Güere a don Manuel García, vecino de Barcelona.

Llegada del Padre Caulín
    Entre 1656 y 1804 pasan a Píritu 16 grupos de misioneros. Con el de 1742 vino el que sería historiador de Nueva Andalucía, Fray Antonio Caulín. En 1672 se había incorporado a las labores Fray Matías Ruiz Blanco, de obra muy especial en las misiones. Caulín historió trece Misiones, hasta el momento de escribir su “Historia”. La Misión XIII se realizó en 1754. Por supuesto que esas Misiones o grupos de frailes que venían a Píritu para las labores de penetración, conversión y población eran pequeñas en número. Estas Misiones de Píritu, como las demás, se nutrían de personal español. De allí que Las Misiones terminen con La Guerra de Independencia, y más concretamente las de Píritu, que fue un efecto directo de las transformaciones políticas de 1810. Para 1662, dice Caulín, había en Píritu 16 Franciscanos con siete pueblos fundados entre los que nombra a San Pablo. Esta sería una fundación anterior a la de Matías Ruiz Blanco. Es posible que para 1712 Fray Pedro de Urtiaga, Obispo de Puerto Rico y a cuya jurisdicción pertenecía Nueva Andalucía, erija en Doctrinas las 15 Misiones de Nueva Barcelona; esta medida es implementada por el Gobernador José Carreño en 1717, en el sentido de realizar una secularización civil: convertir Las Misiones en pueblos, simple y llanamente, sometidos al régimen normal gubernativo; los Franciscanos continuarían como curas párrocos o doctrineros al frente de las labores espirituales.

Visitas efectuadas por los Obispos de Puerto Rico

Don Fray Sebastián Lorenzo Pizarro en 1731
En la iglesia de San Pablo no se celebraba el santísimo sacramento por la pobreza de los indios naturales, este territorio era seco y estéril, ya que no producía frutos ni para poderse mantener, ellos se alimentaban con frutas silvestres de los montes. Visitó el Obispo de Puerto Rico don Fray Sebastián Lorenzo Pizarro a la iglesia parroquial, fábrica y oficinas, que es de bahareque cubierta de teja, altar mayor, ara, imágenes, retablos, y lo demás de dicha iglesia, baptisterio, vasos sagrados, santos óleos, libros parroquiales, ornamentos y alhajas, que halló con toda decencia, y mandó a que se hiciera inventario de todos los bienes que poseía la iglesia y así se hizo y la entrega de todo al reverendo Padre Coadjutor. Para ese entonces este pueblo se compone de 388 almas, de las cuales a 126 se les administró el santo sacramento de la confirmación, explicándoles con anterioridad la importancia tanto de este sacramento, como de la confesión y comunión. Hizo examen del tratamiento de los indios y cumplimiento del Coadjutor en el cargo parroquial, enseñanza de los indios y pecados públicos de estos, en que no se encontró falta alguna, y a los indios que necesitaron de castigo y corrección con paternal blandura los remedió, exhortándoles a la vida política cristiana respecto de sus párrocos, llamándolos a la vida cristiana, sujeción y obediencia a la Majestad Católica. 
Don Fray Francisco Pérez Lozano en 1740
    El día once de  marzo de 1740 este Obispo practicó la visita al pueblo de San Pablo, uno de los agregados a las doctrinas de Píritu, haciendo de su iglesia parroquial altar mayor, ara, cruz, y todo lo necesario para el santo sacrificio de la misa, baptisterio, pila bautismal, los santos óleos y lo demás que se requiere para la administración  de los santos sacramentos, libros parroquiales, ornamentos, bienes y alhajas de dicha parroquia, que se pusieron en inventario y mandó a hacer entrega jurídica a dicho reverendo Padre Doctrinero. La feligresía de este pueblo se compone de 495 almas, setenta y ocho tributarios y se administró el sacramento de la confirmación a 202 almas.
Visita de los RR.PP Observantes de San Francisco en 1761
    Para este tiempo San Pablo ya estaba firmemente asentado, erase el año de 1761, cuando el Padre Diguja realizó una visita de inspección, muchos pueblos habían desaparecido, sin embargo San Pablo se había  mostrado como un pueblo con mucha vida. Además para este tiempo se había consolidado en Doctrina. Al tiempo de esta visita, San Pablo de Azaca tenía 133 familias, 655 habitantes, 110 casas, 26 haciendas y una iglesia.
Fray Iñigo de Abbad visita las provincias de Nueva Barcelona y Guayana en 1773
    De esta visita Iñigo de Abbad dice: El día veinticinco pasé al pueblo de San Pablo, que dista  dos leguas del pueblo de San Francisco, hacia la parte del sur; está situado en la ribera izquierda del río Egüeri en la sabana de Mataruco, antes estuvo en las márgenes de la Laguna Azaca y se trasladó a donde hoy está en 1680, con indios Palenques. El pueblo es capaz y bien formado, tiene doscientas doce familias con 859 almas. Hay 175 hombres de armas, es agregado al pueblo de San Miguel, del que distan cinco leguas. Su territorio es excelente para todo género de frutos y ganado del que hay grandes hatos y criaderos por estas inmediaciones, y algunas haciendas de cacao, maíz, tabaco y demás frutos de la tierra.
El oidor don Luís Chávez y Mendoza visita los pueblos y misiones de la provincia de la Nueva Barcelona en 1783
    Advertencia preliminar por real cédula del 19 de abril de 1782 el oidor decano de la Audiencia de Santo Domingo, don Luís de Chávez y Mendoza, fue comisionado para practicar una visita a las provincias de Cumaná, Nueva Barcelona y Guayana. Un año después, el 22 de abril de 1783, el Visitador estaba ya en Cumaná, y el 16 de mayo siguiente había llegado a la Nueva Barcelona para dar comienzo a su visita. Desde el 11 de junio del mismo año visitó los pueblos del río Güere: San Francisco, San Pablo, San Lorenzo, La Margarita y San Miguel.
Aparte de los acostumbrados inventarios y padrones que ofrecen todas las visitas, esta de Chávez y Mendoza presenta tres especiales características: a) Los juicios y sentencias contra quienes habían abusado de los indios, particularmente en cuestión de salarios no satisfechos y castigos ilegales. b) La asignación y deslinde de tierras de cada pueblo. c) La preocupación por la mejora de cultivos, industria e instrucción de los indios.
Extracto general de la visita a las Misiones de Píritu en 1783
San Pablo fue visitado el 12 de junio de 1783. Era Ministro Fray Domingo Echeverría, quien administraba también a San Lorenzo. Tenía 917 habitantes, mas 29 familias fugitivas, 170 cabezas de ganado vacuno y caballar. La iglesia, de 32 varas, cubierta de teja y con dos cuartos colaterales, poseía dos retablos nuevos, uno en el altar mayor y otro en el de la Virgen María Purísima, con dos imágenes de bulto: San Pablo y la Inmaculada. También buenas alhajas, ropas y  mobiliario. Ordenó el visitador que, una vez lograda la cosecha de algodón, se buscase un maestro tejedor de lienzos en el Pueblo de Clarines y se fabricara un taller y torno como el que su Señoría llevó al pueblo de Píritu, y se fabricó otro en el pueblo de Clarines. En la pesquisa secreta relativa a las autoridades de estos pueblos, realizada en San Pablo el 12 de junio de 1783, Pablo Guaquace, examinado en la cárcel, acusó a los corregidores Manuel Urbaneja y Francisco Droz, de malos tratos a los indios, pero no presentó queja contra el corregidor actual. A Guaquace le habían dado cincuenta latigazos por mandato de don Francisco Droz, a pedimento del Padre Cura Fray José Araujo, que no le dieron más motivo para que el castigo de haber dicho el padre y el corregidor que estaban enseñando a los indios a ser buenos lectores. Don José Droz, cura interino de Caigua, pagó la multa del corregidor Droz, que probablemente era su pariente.

Desmoronamiento de la religión católica
    Los frailes misioneros emigraron a España, pues, como ellos estaban enviados  a Las Misiones por el rey, los gastos de ellas eran todos a expensas de las Cajas Reales, vivían pensionados por el Tesoro Real, custodiadas y favorecidas sus personas por su religiosa realeza, y recibían continuamente gracias y donaciones de la Real Munificencia para ellos y para sus conversiones (…) La Iglesia ha enseñado siempre la sumisión  y obediencia a las autoridades civiles  y ha estado en todas partes al lado de las autoridades justamente constituidas, por eso creemos que los misioneros no habían dado motivo alguno para ser tan inhumanamente tratados, por haber permanecidos fieles al rey, mientras no fue seguro y cierto el triunfo de las armas republicanas. Los franciscanos observantes, que desde el año 1656 tenían a su cuidado Las Misiones y Conversiones de Píritu, también se vieron en la precisión de dejarlas y ausentarse de Venezuela en la época luctuosa  y sangrienta  de la guerra emancipadora. Los expresados misioneros habían evangelizado, primero, toda la cuenca del Unare (actual Estado Anzoátegui), y después, gran parte de la región Guayanesa. Cuando el Gobernador de la Nueva Andalucía, Diguja y Villagómez, hizo la visita a los pueblos de su jurisdicción, en 1761, tenían los Religiosos Observantes de Píritu 16 pueblos de Doctrina, a saber: Pozuelos, San Diego, Aragüita, Curataquiche, San Mateo, San Bernardino, El Pilar, Caigua, San Miguel, Píritu, El Tocuyo, Puruey, Clarines, San Francisco, San Pablo y San Lorenzo.

San Pablo de Azaca en la historia

La Junta Capitular de 1755
    El día 4 de septiembre de 1755, en San Pablo se reunió la Junta Capitular con el fin de dictar un decreto que frenaba los excesos que se venían introduciendo en algunos pueblos: a) Las discusiones internas. b) Resistencia de algunos al ministerio misional, de modo que a veces había que sacarlos y llevarlos como soldados de leva. c) Usurpación de poderes propios de las autoridades civiles y maltrato a los indios llegando a tener cepo en sus casas, satisfaciendo o desahogando sus iras con los indios. d) Indebido modo de algunos de procurar el remedio de sus necesidades. A estos excesos que se venían introduciendo en algunos pueblos trató de poner remedio la patente firmada por Fray Matías García y refrendada por Fray Antonio Caulín en calidad de notario, fechada en Nueva Barcelona el 3 de agosto de 1754.

Secuelas de la Batalla del Juncal
Inmediatamente después de La Batalla del Juncal el 27 de septiembre de 1816 surgieron patrullas, posiblemente dirigidas por el coronel realista Rafael López, que asolaron todos estos pueblos ubicados en las márgenes del río Güere y Unare, y aun mas allá, y eran temibles en sus depredaciones. No daban cuartel. En la montaña del hato Guacharacas, en esta jurisdicción, don Rodrigo Carvajal, el sordo Carvajal como se le llamaba por padecer de un trastorno auditivo, fue degollado junto a tres de sus hijos. Dormía confiadamente cuando fue sorprendido por un grupo que se había formado con criollos y realistas fugitivos, de esos que combatieron en La Batalla del Juncal. Don Rodrigo Carvajal era barcelonés, de los primeros que se enfilaron en la causa patriota, era tío de Doña Micaela Carvajal y Nadal, de origen Catalán, familia de noble y recia estirpe, cuyos descendientes no han perdido ni las características ni el temple de sus progenitores.

Documento militar firmado en Margarita en el año 1820
    En documento firmado por Guillermo Navas, desde el Puerto de Juan Griego, en Margarita, el 21 de agosto de 1820, se describen los batallones y efectivos que sirvieron a la justa causa en el oriente venezolano. Dentro de esos militares, destacaron en San Pablo: Francisco Patapete, perteneciente al Batallón de Infantería Ligera, 3era Compañía. Francisco Jiménez, perteneciente al mismo batallón y a la misma compañía. Este último se quedó a vivir en San Pablo, y fue personaje importante en la repartición de tierras a los comuneros a finales del siglo XIX. Murió en San Pablo, el 18 de diciembre de 1887. En la Iglesia Parroquial de San Pablo está la lápida que perteneció a su tumba.

Independencia de San Pablo de la Monarquía Española
   El Alzamiento Liberal del General Español Rafael del Rico y Núñez en Cabezas de San Juan (Sevilla-España), acontecimiento ocurrido el 01 de enero de 1820 fue bien utilizado por los patriotas para hacer prender mas el fuego de la independencia, y con este motivo, el militar Morillo suspendió las hostilidades y ofició a varios generales venezolanos, entre ellos a José Gregorio Monagas en el sentido de que tenía autorización para negociar la paz con los patriotas y suspender las hostilidades. Monagas, como todos los generales patriotas, respondió que no habría negociaciones mientras no se tomara como base la independencia de Colombia e intensificó la lucha armada y política y así, con la ayuda del comandante realista Torrealba hizo que el pueblo de San Pablo junto a San Lorenzo, San Francisco, San Miguel, Clarines y Píritu proclamaran su independencia de la monarquía española.
Fragmento de un oficio del Sr. General Monagas al Sr. General en Jefe del Ejército de Oriente:
Comandancia General de La Provincia.
Cuartel General Divisionario en el Cantón de Güere, a 31 de agosto.
Sr. General: El resultado de la comisión del Comandante Torrealba, según dije a V. S. en mi oficio del 26, ha sido que los pueblos de San Pablo (…) han proclamado su independencia de la monarquía española con la mayor adhesión a la justa causa, dando las mayores pruebas de entusiasmo (…)

Movimiento del 17 de octubre de 1846
    El 17 de octubre de 1846 hubo en San Pablo un enfrentamiento entre las tropas del General José Tadeo Monagas y El Comandante Pedro Aquino, venciendo las tropas de Monagas. 

Levantamiento del 15 de mayo de 1847
    Diecisiete años después de Venezuela derrotar al enemigo español en Carabobo. Hacia el mes de mayo de 1847, hubo en la provincia  un levantamiento, mas de malhechores que de militares. Surgieron en San Mateo el 15 de mayo de 1847 e invadieron Onoto y La Encantada, y fue aquí, en San Pablo, donde José García logró derrotar a los que venían a debelar las facciones de Onoto. El Comandante de Armas de Barcelona, que era el General José Gregorio Monagas, reunió fuerzas suficientes y las puso al mando de Mauricio Zamora, quien derrotó a José García el 30 de mayo en el sitio llamado El Mahomo, en la boca del riachuelo Apamate, habiendo huido el cabecilla hacia Guaribe, mas tarde se sometió a la pacificación y amnistía que le ofreció José Gregorio Monagas.

Movimiento Insurgente de 1874
    Hacia fines de octubre de 1874 surge el Movimiento Insurgente, liderado por el General José Ignacio Pulido que salió de Caracas hacia Barcelona con el fin de rebelarse contra el gobierno de Antonio Guzmán Blanco. Al saberlo, éste dijo: La revolución tiene en occidente un ejército sin General y en Oriente un General sin ejército. Para debelar a Pulido se organizó un ejército de 600 hombres, que fue puesto al mando del General Víctor Rodríguez y del señor Diego Bautista Urdaneta. Ambos se dirigieron hacia Píritu, donde se habían concentrado las fuerzas insurgentes de Pulido y Matías Alfaro. Acosado el Movimiento Insurgente por las fuerzas gubernamentales, el primero, Víctor Rodríguez, pasó a Aragua y el segundo, Diego Bautista, hacia Zuata. Posteriormente los Insurgentes siguieron incursionando por la zona de Guaribe y fueron sorprendidos por las fuerzas del gobierno comandadas por Rodríguez  y derrotados en El Pegón, en las cercanías de San Pablo y La Margarita del Llano, Panapotar.

Pasaje sobre la Revolución Azul, San Pablo 1886
    Durante el segundo gobierno de Antonio Guzmán Blanco (1893-1898), el general Braulio Yaguaracuto y sus hermanos Pío y Antonio que representaban a los Amarillos se llevaron menos de cien hombres de Barcelona por el camino de Píritu, y en la noche de navidad de 1896, se enfrentaron en La Escalera, sitio ubicado en las montañas de San Pablo, con la guerrilla del general Juan Cancio González, conocido como El Baquirito. Estos últimos representaban a los Azules. Era de noche, y por eso, ambos bandos quemaron hasta el último cartucho en un tiroteo infernal que duró hasta la madrugada de ese día. En el relámpago de los disparos se vio la brevísima talla alta y delgada de El Baquirito, su calva y barba blanca como colgajo de telaraña. Se decía, que Juan Cancio González, El Baquirito, era inmortal y en el combate de San Pablo, según cuentan, no se apartó de los tiros y por eso los hombres de Braulio Yaguaracuto, no por gusto, dijeron con asombro que “Las balas se curvaban ante él” y como es de suponerlo corrió y corrió la leyenda. Los Yaguaracuto perdieron el control de sus hombres y se retiraron en derrota hacia Píritu. Esta batalla la ganaron los Azules. Asombra la tenacidad y el empeño que tuvieron estos hombres en enfrentar las fuerzas que comandaban, en su mayoría, campesinos para ganar glorias ilusorias que nada representaban. Levantados en armas, alzados como se decía en aquel tiempo, siempre al frente de un pequeño ejército en La Escalera, en el centro de las serranías de San Pablo. El lugar al que se hace referencia, La Escalera, se halla ubicado entre los ríos Unare y Güere hacia San Francisco.

Aspectos sociales

Construcción del Cementerio
    A principio del siglo XX se puso en funcionamiento el cementerio de San Pablo, en la parte suroeste de la población teniendo como antecedente, según recuerdos de algunas personas, que los primeros enterramientos se ubicaron en el sitio conocido como Las Murallas o ruinas históricas.

Construcción de La Plaza Bolívar
Para el año 1936 en donde está la Plaza Bolívar existía una montaña de puro bosque, en la que abundaban cascabeles y alacranes. Al acercarse las Fiestas Patronales se formaban fajinas para limpiar la plaza. En ese lugar y en las casas de los alrededores se reunía la gente para bailar, hablar y jugar. La primera Plaza Bolívar de nuestra población fue construida en el año de 1962, conjuntamente con la demarcación de las calles y la construcción de aceras. Se recuerda por sus barandas de madera. Quien la inaugura es el profesor José Vicente Marcano Vacca, Secretario General de Gobierno del Estado Anzoátegui, después de haber asistido a una misa en la vieja iglesia de San Pablo.Imágenes de la Plaza Bolívar en el año 1966, a continuación.

Demografía
Casas de familias, año 1936

. La casa de Melecio Alemán y María Guzmán estaba ubicada donde está actualmente la casa de Zoila Ramírez.
. La casa de don Cleto Guzmán y María Paraqueimo se hallaba ubicada donde está el Registro Civil o Prefectura.
. La casa de Pedro Guaina y doña Genara por esa época estaba ubicada al frente de la casa de Cleto Guzmán.
. La casa de Juan Albino y Anastasia Guacarán se ubicó donde está la casa de Pedro López o La Bodega de Aracelys López.
. La casa de Juan Pablo Rodríguez y Andrea Santoyo se encontraba donde actualmente está la casa de Pablo Santoyo.
. La casa de Severa Rodríguez estaba ubicada donde existe hoy día el negocio de León Guaita. Allí vivía con sus dos hijas, Eufemia Rodríguez y Fidelia Rodríguez.
. La casa de doña Margarita Alvino existió donde está ahora la casa de la maestra Silvia Tuárez. Allí vivía con sus hijos, Antonia Margarita Alvino y Emilio Alvino.
. La casa de Vicente Jiménez y doña Jerónima Albino estaba ubicada donde está la casa de la profesora Yolibel Guacarán.
. La casa de Petra Pericaguán y José Ramón Guzmán se hallaba donde está el terreno propiedad de Norfe Rodríguez.
. La casa de Ernestina Alvino estaba ubicada frente a lo que es hoy día el Rincón de los Viejos y se la compró Tereso Alvino a Manuel Vente.
. La casa de Celestino Guzmán estaba ubicada donde ahora se halla el Rincón de los Viejos.
. La casa de Bernabé Blanco y Mercedes Guzmán estaba ubicada donde reside la Junta Parroquial.
. La casa de Ramona Poturo, es la misma casa que en la actualidad habita la señora Argelia Guzmán, bisnieta de la mencionada señora.
. La casa de Cleto Guzmán está ubicada al lado de la casa de Ramona Poturo.
    Todas estas casas se comunicaban por picas. Se abría una pica desde la casa de Doña Nicolasa Guzmán hasta la casa de Juan Alvino para ir en las noches a dialogar. Estas casas eran construidas de barro preparado con paja conejera y se frisaban y se pintaban con tierra calcárea lo que daba el color a las paredes de dicha vivienda, esta tierra la sacaban del Cerro Sacatierra, el cual se hallaba donde está ubicado el poblado Cerro Grande, propiedad de la familia Guareguán. En estas casas proliferaban insectos como el chepito, chinche, pulgas, salamanquejas, culebras y existían enfermedades como el paludismo y las niguas hacían de las suyas, con el gobierno de Pérez Jiménez se erradicaron estas plagas, porque dicho gobierno realizó labores de saneamiento en la comunidad.

Casas de familias por calles, año1950
Calle Guanapito
. La casa del señor Chucho Vargas, fallecido, se hallaba en el sitio conocido como Vuelta Larga.
. La casa del sector Las Nubes, propiedad por esa época del señor Manuel Castro. Posteriormente fue adquirida por el señor Agustín Guillén, hoy día, no existe.
. La casa de José Atanasio Apáez, Sajure, hoy en día no existe y quedaba al frente de la casa de la señora Leticia Poturo y al lado de la casa de la señora Yanitza Rebolledo.
. La casa de Manuel Vente, esta es una casa de bahareque, en la actualidad vive la señora Reina Vente.
Calle El Caro
. La casa del señor Melecio Alemán, fallecido. Estaba ubicada donde está ahora la casa de la señora Zoila Ramírez, La negra.
. La casa de la señora Severiana Pericana, fallecida. Se ubicó donde está la casa de su nieta, la maestra Yarima Pericana.
. La casa del señor Ambrosio Rondón, fallecido y abuelo de los hermanos Morales, estaba ubicada donde actualmente existe la propiedad del señor Miguel Roux, en el mismo sitio donde está la Gallera don Miguel.
. La casa del señor Pablo Antonio Hurtado, fallecido, padre de los hermanos Morales, está ubicada en el cruce de la calle El Progreso y la calle El Caro, justo al frente de la casa de la señora Noris Alemán.
. La casa de la señora Manuela Torres y el señor Heliodoro Moreno, fallecidos. Estaba ubicada al lado de la casa del señor Pablo Antonio Hurtado. Actualmente la habita su nieta, Mailys Mata.
Calle Principal
. La casa del señor Cleto Guzmán, fallecido. Estaba ubicada donde está actualmente la casa de la señora Amelia Guzmán de Parra.
. La casa del señor Rafael Guzmán y Ubalda Guzmán, fallecidos. Se encontraba justamente al lado de la Iglesia Parroquial, donde está actualmente la Casa Parroquial de Cultura de San Pablo.
. La casa de la señora Ramona Poturo, fallecida. Aquí en esta casa vive la señora Argelia Guzmán, bisnieta de la mencionada.
. La casa de Pedro Guzmán ubicada al frente de la casa de doña Ramona Poturo todavía existe y se halla en pié.
. La casa donde funcionaba la Planta Eléctrica estuvo situada donde reside la Junta Parroquial de San Pablo.
. La casa de la señora Ernestina Alvino, fallecida. Está ubicada al lado de la casa donde funciona la Junta Comunal.
. La casa donde funcionaba El Juzgado estaba ubicada justamente donde está la casa de La Negra Meneses. Para ese entonces el juez era el señor José Ramón Guzmán.
. La casa de la señora Carmen Quereigua, fallecida. Se hallaba ubicada en el cruce de la calle Guanapito y la calle Principal.
Sector La Plaza (Casco Central)
. La casa del señor Juan Alvino, fallecido. Se ubicaba justamente donde está la bodega de la señora Aracelys López, en la calle Los Pilones.
. La casa de doña Andrea Santoyo, fallecida. Estaba colocada justamente donde  residen: su hijo el señor Pablo Santoyo y familia.
. La casa de doña Jóvita Alvino, fallecida. Está ubicada detrás de la Plaza Bolívar, al lado de la casa de doña Andrea Santoyo.
. La casa de la señora Eufemia Rodríguez y don Pedro Herrera, Perucho. Estaba ubicada donde en la actualidad se halla el abasto del señor León Guaita.
Sector La Avenida
. La casa de Margarita Vente, fallecida. Estaba ubicada donde en la actualidad se halla la casa de la profesora Silvia de Quereigua.
. La casa del señor José Ramón Guzmán, fallecido. Estaba ubicada en el sitio que ocupa los terrenos de la CANTV.
. La casa de la señora Manuela Alvino, fallecida. Estaba ubicada donde está actualmente la casa de Ramón Cipriano Rondón.
. La  casa de Patino Borrego, fallecido. Este sitio, donde estaba ubicado el fundo La Villa propiedad de Patino Borrego,  se conocía con el nombre el Uvero y por allí pasaba por esos años de 1950 la calle Principal o Camino Real.
. La casa de doña Jerónima Albino y don Vicente Jiménez, don Veque, fallecidos. Su Casa estaba ubicada donde actualmente está la residencia propiedad de la profesora Yolibel Guacarán. Estos personajes fueron muy queridos en sus tiempos, porque no tuvieron hijos y ambos eran ciegos. La comunidad siempre estuvo pendiente de ellos, siempre les ayudó, hasta el momento de sus muertes y, a pesar de su limitación, murieron ancianos.
Calle Las Flores
. La casa de la señora Mercedes Guzmán, fallecida. Estaba ubicada donde se halla una nueva construcción propiedad de su hijo, el señor Francisco Guzmán.
. La casa de María de los Santos Alvino, fallecida. Estaba ubicada en la Calle Las Flores (antiguo camino real), al lado de la casa de la señora Mercedes Guzmán, en estos momentos se construyó allí una vivienda propiedad de la señora Maritza Alvino, su hija.
. La casa de la señora Sixta Alemán, fallecida. Estaba ubicada en la Calle Las Flores (antiguo camino real), al lado de la casa de la señora María de los Santos Alvino. Actualmente allí está la casa de la señora Noris Alemán, su hija.
. La casa de la señora Nicolasa Guzmán, fallecida. Estaba ubicada justo al frente de la casa del señor Carlos Guzmán. La última persona que habitó esa casa y que ya no existe fue su hija, la señora María Guzmán, también fallecida.
. La casa de Fidelia Rodríguez, fallecida. Esta señora tenía dos casas, una al lado de la otra, la primera, donde está la casa de la señora Neiví Guaita, y la segunda, donde está la vivienda que habita Ernestina Rodríguez, nieta de la mencionada.
. La casa del señor Fermín Noriega, fallecido. Esta casa es la que ocupa actualmente el señor Carlos Guzmán, situada justamente al lado del popular Rincón de los Viejos, propiedad también del señor Fermín Noriega.

Primeras casas rurales construidas por el gobierno
    Las primeras casas rurales se construyeron entre los años 1966 y 1967. Los beneficiarios fueron Pedro Maraima, Horacio Poturo, Melecio Alemán, Elena Ramos, Juan Francisco Molero, Pablo Quereigua, Pablo Santoyo, Pablo Hurtado, Ramón Guaina, Miguel Roux, Luis Cleto Guzmán, Pedro Guzmán, Juan Guaita, Nicolás Yaguaracuto, Pedro Guacarán, Cruz Guacarán, Pedro Vargas, Manuel Castro, Vicente Quereigua, Eliaín Brito, Carmen Ledezma, Paúl Rebolledo y otros. Viviendas cómodas, de tres habitaciones, un baño, salón de recibo y cocina comedor.
    En estos momentos la población se ha venido duplicando, actualmente está integrada por 4500 personas, aproximadamente. Con un total de 300 familias, distribuidas de 5 a 6 personas por casa. Existen alrededor de 336 casas, la mayoría son viviendas rurales, otras construidas a gusto de sus propietarios y muy pocas son de bahareque. En los últimos cinco años se han incrementado gracias a la Misión Vivienda.

Aspecto laboral
La mayoría de los habitantes en edad laboral, tienen sus empleos en la Alcaldía del Municipio Cajigal, o en instituciones que dependen de ella, otro grupo son docentes que laboran en la Escuela Bolivariana de San Pablo o en el Liceo Bolivariano de San Pablo. Otros laboran en ciudades cercanas como Puerto Píritu, Píritu y Barcelona. Unos pocos trabajan temporalmente en el Complejo Criogénico José Antonio Anzoátegui,  pero la mayoría de los sanpablenses tienen un salario rural o sueldo mínimo estipulado por la ley.  Hay quienes trabajan por su cuenta y el campesino común vive de la agricultura, de la caza y de la pesca. También se crean fuentes de empleos en la comunidad por dueños de fincas y comercios.

Instituciones de Protección

Hogar de cuidado diario a niños
En la comunidad hay un hogar de cuidado diario, presta servicio a aquellos niños cuyas madres por motivos de trabajo no pueden atenderlos. Allí reciben una dieta balanceada de acuerdo a su edad y se les brinda la atención que ellos ameritan.

Hogar de la Tercera Edad
    Hay un hogar de la Tercera Edad que depende de la Alcaldía del municipio y de la Fundación Bolivariana Negra Matea. Aquí los abuelos reciben una alimentación balanceada de acuerdo con su edad, recreación y atención médica en un horario asequible para ellos de lunes a viernes, de 7:00 a.m. a 2:00 p.m.

Deporte
 Por los años sesenta, los muchachos de esta población se reunían a jugar pelota de goma, debajo de una mata de Samán que estaba ubicada al frente de la bodega del señor Dionisio Guaita. En la primera mitad de los años setenta, un terreno ubicado al lado del cementerio, es utilizado para organizar juegos de béisbol. Ya para el año 1975, durante el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez se construyen las instalaciones de lo que sería el Estadio de San Pablo. En dicho estadio se realizan campeonatos de béisbol, softball, futbol y kiquimbol y hoy día cuenta con modernas instalaciones apropiadas para impulsar competencias deportivas nocturnas. También existe una cancha de usos múltiples donde se ejecutan juegos de básquet ball y actividades culturales.
Estadio de San Pablo. Año 1970

Educación
La primera maestra de la cual se tiene conocimiento que llegó a San Pablo fue María Victoria Medina y lo hizo en el año 1936, luego vendrían las maestras Josefina Caballero, Zoila Anchieta, Rita Medina de Alemán, Aura Roux, Josefina Castillo de Guzmán, entre otras. Es importante señalar que dichas maestras impartían sus enseñanzas en distintos lugares de la comunidad, como por ejemplo, en las casas de las señoras Anastasia Guacarán, Ramona Poturo y Josefina Brito.
Doña Rita Medina de Alemán, una de las primeras maestras de San Pablo de Azaca

Construcción de instalaciones educativas
    En el año 1959 fue puesto en funcionamiento el Grupo Escolar Nacional San Pablo con una matrícula aproximada de 80 alumnos; allí impartían clases las maestras María Rondón, Mercedes de Borrego, Violeta Villarroel y por los años 70, Judith García, Zenaida Gamboa y Eladio García. En el año 1999 pasa a ser Escuela Bolivariana de San Pablo, que hoy atiende una matrícula de 300 alumnos aproximadamente, desde el nivel inicial y primario. La educación secundaria se comienza a impartir en la Unidad Educativa Nacional San Pablo el 1 de octubre de 1999, con una matrícula de 90 alumnos y dos aulas de 7mo grados. Los primeros docentes fueron: Miguel Molero, Elkees Marffisi, Clara Lusinchi, María Rodríguez y Luis Cabeza.   

Misiones educativas
     La labor educativa está bien encaminada, funcionan en la actualidad, gracias al Gobierno Bolivariano y Revolucionario de nuestro presidente Hugo Chávez,  las misiones: Robinsón, Ribas, Corazón Adentro (cultura), Sucre y Barrio Adentro (salud y deportes), dando la oportunidad a los que no tuvieron anteriormente el modo de prepararse para ser más útiles a la sociedad y contribuir al desarrollo de la Venezuela participativa y no excluyente.

Salud
En 1936 los enfermos se llevan a Píritu, donde eran atendidos por el médico conocido como Pedrito González. Trasladar a un enfermo de San Pablo a Píritu constituía un riesgo según su gravedad, porque se transportaba en bestias y pasaban días enteros de camino. Narra don Manuel Castro que por los años de 1930 la partera del caserío era la señora Ramona Poturo, de quien se dice tenía muy buenas manos para sus labores. Se cuenta que llegaron del campo al pueblo, unas personas con una parturienta que traía el feto atravesado en el vientre y solo se le podía ver  en la parte de su sexo el bracito del niño afuera, dicha partera colocó a la criatura en posición fetal y la salvó de morir asfixiada. La última partera del pueblo fue la señora Dionisia Rebolledo, quien ubicaba a los niños en el vientre de su madre y hasta decía sin equivocación el sexo que iban a tener a la hora del parto. En el año 1950 llegó a San Pablo el señor Pedro Herrera “don Perucho”, él laboraba como médico, dentista, partero. Don Perucho dejó una huella imborrable en la población de San Pablo, hijos y muchos ahijados. Su primer sitio de trabajo fue una casa de bahareque ubicada en la calle principal cruce con la calle El Samán, donde compartió su trabajo con la enfermera Rafaela Guaina.
Don Pedro "Perucho" Herrera

Construcción de la Primera Medicatura Rural
    El primer dispensario se construyó en el año 1959, lugar donde en la actualidad funciona el Liceo del Pueblo. Luego en el año 1986 se construye un ambulatorio tipo II ubicado en la calle Nueva de la comunidad y debido al crecimiento poblacional, en el año 2008 se amplía con sala de hospitalización, sala de parto, consulta materno-infantil y otros servicios de emergencia.

Misión Médica Barrio Adentro
    En la actualidad contamos con la Misión Barrio Adentro Médica, la que brinda asistencia especializada a aquellos venezolanos que no tienen modo de costearse una consulta,  además de donar medicamentos que al comprarlos en farmacias particulares son de costos elevados y que no pueden ser adquiridos en su mayoría porque el paciente carece de recursos.
Natalidad y mortalidad
    La tasa de natalidad de la población es de 20 por año, en su mayoría con un peso sobre los 3 kg. Y una talla de 50 cm., aproximadamente. La tasa de mortalidad en la comunidad es de doce defunciones por año. 

Aspectos económicos
Agricultura y ganadería

Para el año 1936 el comercio se desarrollaba en San Lorenzo, en esta localidad había una mayor   venta de productos para el consumo humano. El negocio del señor Rafael Rojas Campos, padre de Ramón Antonio Rojas era uno de los más exitosos y de mucha concurrencia. Cuando alguien moría, las tablas para la fabricación del ataúd se compraban en San Lorenzo, en el negocio del señor Diosgracia Urbina. El familiar que no tenía recursos para comprar las tablas, enterraba a su muerto en un moriche. La producción que más predomina en la actualidad es la explotación agrícola, la ganadería (vacuna y porcina) y un poco menos atendido la caza y la pesca. Se cultiva el maíz, caraotas, frijoles, los que sirven como base de la dieta familiar. También se cosecha el topocho, la auyama, cambures, lechosa, yuca, naranja, etc., de gran importancia en el consumo diario del parroquiano. También se crían aves de corral, como gallinas, patos, pollos; de los cuales se aprovecha carne y huevos en la dieta diaria. En cuanto a la pesca, son los ríos y lagunas los que ofrecen variedades de peces como el busco, loras, guabinas, viejitas, coporos, de gran calidad alimenticia.

Bienes y servicios

Servicio de agua
    La Laguna Grande siempre fue el único reservorio de agua del cual se abastecía la población desde la fundación de San Pablo. En  el año 1940, aproximadamente, se pagaba la carga de agua (barriles en burros) a tres lochas. En ese mismo tiempo existían en el pueblo muchos manantiales, entre los que se pueden mencionar El Nabero, Los Pilones y La Zorra, entre otros.     Con la intención de mejorar el suministro de agua, fue perforado el primer pozo en el sitio conocido como Gamelotal, por míster Maya y Antonio Zapata; de estos pozos se sacaba agua con una bomba manual y costaba la carga de agua un real y cuartillo. El segundo pozo  fue perforado en el sitio conocido como La Puente, del cual se extraía el líquido con una motobomba y se llenaba un tanque que aún permanece en el sitio. El último pozo fue perforado hacia la avenida Las Acacias y en el que fue colocado un tanque de metal. El agua que se adquiría de estos pozos no era recomendable para el consumo humano,  su sabor era salobre. En el año 1970, fue puesto en funcionamiento por el Departamento de Malariología, un acueducto con sistema de tuberías de un pozo perforado a orillas del río Güere, maniobrado por Pedro Miguel Guzmán y posteriormente por Orlando Rafael Guzmán, el popular Patillúo. Siendo la secretaria del acueducto la señora Blanca Belén de Poturo. Posteriormente se inauguró el acueducto Los Barrancones-San Pablo, en el año 1983. La comunidad para ese entonces ya podía suministrarse de agua, pero en la actualidad se ha hecho insuficiente por el crecimiento poblacional.
El suministro de agua ha sido un problema constante, como de freno, en el progreso de la comunidad y sus habitantes.

Servicio de aseo urbano
    Uno de los servicios públicos que se realiza con responsabilidad es el aseo urbano y la limpieza de las calles de nuestra parroquia. Una vez por semana, los desperdicios de las casas son recogidos regularmente por  un camión adscrito a la Alcaldía del municipio. Aunque se recomienda que por lo menos esta recogida se haga varias veces a la semana para evitar la contaminación del ambiente.

Servicio eléctrico
    En el año 1948, fueron alumbradas por primera vez las calles y casas con luz eléctrica por una planta de marca International. Esta planta operada por el señor Emilio Alvino, fue gestionada ante el gobernador Jorge Mogna por los señores José Ramón Guzmán, Eusebio Noriega y Melecio Alemán. Esto fue motivo de alegría para los habitantes, vendría a sustituir los mechuzos de las casas y las lámparas de las calles, las que eran encendidas por el señor Rafael Guzmán. En aquel tiempo los postes que debían ser utilizados para el alumbrado público fueron de maderos, los que debían ser cortados por los dueños de las casas y de eso se encargaba el jefe civil José Ramón Guzmán. Era tanto el asombro de los muchachos, que muchos sufrían de tortícolis de tanto observar los bombillos. Aún se recuerda la última planta eléctrica que  maniobró el señor Rafael Torres, cariñosamente conocido como El Babo, quien la encendía a las 6:00 p.m. y la apagaba a las 10:00 de la noche, de lunes a viernes, y los fines de semana la apagaba a las 11:00 de la noche. Para apagarla daba dos avisos con bajones de luz para que la gente se fuera a sus casas y no quedara a oscuras en la calle. Luego, en el año 1974 llega la luz eléctrica de Cadafe. El sistema eléctrico tiene 30 años funcionando regularmente, muchas veces con dificultad, sobre todo, en tiempo de lluvia. La actual empresa que maneja el servicio eléctrico es originada por Eleoriente regional Puerto Píritu.

Servicio de transporte
    Curiosamente por la entrada y salida del pueblo había unas cruces, a manera de protección de los habitantes de San Pablo y de los que transitaban por esos caminos. Para 1936 iba la gente a Píritu en arreos: 9 burros. La gente duraba tres días de camino hasta Píritu. Por los años de 1940 existía lo que se llamaba Camino Real, este nos comunicaba desde Puerto Píritu a San Francisco, entrando por El Uvero y saliendo por El Jabillo, Jabillar, Las Lagunas, Mamonal, Onoto, hasta al estado Guárico. Esta vía todavía existe, una parte de ella es ahora una carretera de granza. Por dicho camino la gente transitaba a pié, en caballos y en burro y para pasar por el rió Güere a San Francisco había una canoa en la que se transportaban las personas y la carga, los burros pasaban nadando al lado de la canoa tomados por sus dueños. Por el año de 1938 llegaron los primeros carros conducidos por José Manuel Gil, El Negro Aray y Tereco; cuyos carros hacían de transporte y carga. Traían pescado seco, plátano, papelón, café, cortes de tela y las famosas múcuras (especie de calzado), lo cual cambiaban por productos de la localidad (cosechas casi siempre). En el año de 1940 continuaron haciendo su trabajo de transportistas los señores Ramón Solórzano, Miguel Espinoza, Pedro Jiménez y Teodoro Barbieri y posteriormente Lorenzo Mata. En el año de 1962 llegó Edilidro, la compañía que construyó el tramo crucero Santa Fe, límite con Guárico, poniendo en funcionamiento una moderna vía de comunicación terrestre. Sin darnos cuenta llegó el progreso a San Pablo, así los parroquianos se ponían en contacto con el desarrollo del resto del país. En la actualidad contamos con una red de transporte, la comunidad ha venido surgiendo progresivamente. Se cuenta con una red de autobuses Abe express del señor Abelardo Robles, y ALYU express, con salidas de Onoto a San Pablo, de San Pablo a Puerto Píritu, de Puerto Píritu a Barcelona y viceversa, en diferentes horarios, desde las 5:00 am hasta las 8:00 pm. También contamos con la línea de pasajeros La Campesina (carros pequeños) que cubre la ruta de Puerto Píritu a San Pablo en cualquier horario del día hasta las seis de la tarde.
Antiguo camino real

Aspectos culturales de San Pablo de Azaca

Mano de obra india
A finales del siglo XVIII  era muy pobre el desarrollo cultural entre indios y esclavos. Pobre es lo que se conoce y muy exiguo lo que se conserva en las obras llamadas de “mano esclava”. Como es lógico, y lo sabemos a través de los cronistas y de los informes y Relaciones de Indias, apenas llegaron a establecerse los misioneros, inmediatamente comenzaron a enseñar a los indios las artes manuales y hasta la pequeña artesanía, que ya existía entre estos; pero que era más primitiva y funcional, es decir, para uso doméstico. La principal obra que han de realizar los indios y que aprendieron de los misioneros, serán las mejoras en las construcciones de sus casas, templos y plazas, que harán de los pueblos un todo unitario y planificado. Lógicamente tenían que usarse con preferencia los materiales autóctonos: maderas, palmas, arcilla, para las tejerías, fibras para los pequeños telares; y así, poco a poco, iría entrando el arte llamado misionero, que no será otra cosa que el barroco peninsular de la época, con pequeñas modificaciones, que le darán su originalidad especial. Los indios eran utilizados por los misioneros en la edificación de los propios pueblos, pero también salían a otras ciudades a ejecutar trabajos. Pese a que los indios Cumanagotos no estaban tan adelantados y la queja general de los misioneros se basaba en que eran pocos dados al trabajo, con todo, eran inteligentes y hábiles y pronto aprendieron la carpintería, la ebanistería, la talla, la arquitectura y la fundición de hierro forjado. Los indígenas, antes de la venida de los españoles, eran muy hábiles en tejer sus hamacas, en la confección de cestos y en las obras de cerámica. El principal tesoro de mano indígena que existe y que prueba la habilidad de nuestros aborígenes está en los objetos que se refieren al arte cristiano, con un hondo sentido de religiosidad popular y de búsqueda de lo autóctono en la imitación de lo extranjero. Lo más rico de manos indígenas se encuentra precisamente en el siglo XVIII, cuando surgieron los Grandes Templos de Oriente que son, ciertamente, de inspiración misionera, pero que solo pudieron hacerse realidad, gracias al ingenio y a la laboriosidad de nuestros aborígenes.

Folklore Material 
En la actualidad independientemente de la formación académica que se recibe en los centros de enseñanza y de la que es difundida a través de los medios de comunicación masivos, que propicia la universalización de los conocimientos, la información y los hábitos, el folklore, es parte de la formación de cada uno de los miembros de una determinada sociedad. La cultura tradicional se transmite de generación en generación por vía oral y mediante la participación espontánea de las actividades que constituyen la vida de la colectividad. Aunque sujetos a cambios, como todo hecho social, se conservan antiguas tradiciones, unas compartidas por la mayoría de la población nacional, otras por la de determinadas regiones, y otras, porque ya son autóctonas de la población de San Pablo. Pese a la poca importancia que, hasta hace poco, el sistema educativo le dio al folklore, a la limitada actividad que tenían las instituciones estatales, encargadas de valorar la herencia pluricultural y sus variadas expresiones y a la creciente presión de unos medios que tendían a la globalización y la consecuente pérdida de las raíces singulares de la comunidad, el folklore está vivo y sigue transmitiéndose vigorosamente a través  de eficaces mecanismos ancestrales. Por estas razones se debe estimular la participación espontánea de los sectores que integran nuestra comunidad, en el fomento de la cultura tradicional, lo que constituiría el vínculo más efectivo del individuo con su historia. El folklore venezolano es el efecto de un largo periodo en el que se fueron mezclando y caracterizando todo un conjunto de costumbres, usos, formas de ver la vida y entender el mundo. En él participaron los grupos que aquí hicieron vida después de la llegada de los conquistadores. El folklore es un baúl abierto al que cada día entran nuevos elementos que pasan a formar parte de nuestra venezolanidad. De lo anterior se desprende que el folklore es el espíritu del pueblo, la característica que lo individualiza y lo hace particular, por eso se dice que son típicos, es decir, propios de un lugar determinado, todo ese conjunto de tradiciones y costumbres. Por eso se sugiere  mantener viva la llama eterna del folklore y efectuar campañas a fin de rescatar aquellas tradiciones que se han perdido. Los docentes son pieza fundamental en el rescate de este tipo de actividad y deben involucrarse directamente con las comunidades para arraigar en nuestras venas lo que nos identifica como pueblo. Muchas de estas actividades tradicionales se han perdido, pero nos fortalece saber que hay personas dispuestas a rescatar estas costumbres y tradiciones para el crecimiento cultural, espiritual y social del pueblo, de nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos.
Este tipo de folklore estudia todo lo que a objeto se refiere, y puede abarcar desde las cosas más sencillas hasta las más elaboradas por el ingenio del pueblo, es decir, desde  productos de la industria doméstica hasta la artesanía y las expresiones plásticas del arte popular, abarcando, hasta el arte culinario. Dentro de este tipo de manifestaciones folklóricas, en la población de San Pablo predominan las siguientes:

Comidas y bebidas criollas
En materia culinaria, los diversos platos conocidos en San Pablo, por lo general adoptan el mismo nombre que en otras zonas, sin embargo se le da un toque esencialmente nuestro. Su preparación es a base de carnes y granos.
Las carnes
Sopa de res
    En su elaboración se utilizan vegetales, condimento y mucha verdura. Se acompaña en la mayoría de los casos con arepa y en otros casos con casabe. Es un plato de mucha frecuencia en esta zona y en los hogares la preparan, al menos, una vez a la semana.
Sopa de pescado
    En su elaboración se utiliza cualquier tipo de verdura y, a diferencia de otras zonas, mayormente se le da color con onoto. Es importante mencionar que hay zonas del país donde no utilizan la auyama. Entre los pescados preparados en sopa se encuentran el busco, el Jurel, la tilapia, el corroncho, el bagre.
Sopa de gallina
    Es deliciosa, pero de menor frecuencia que la sopa de res y la sopa de pescado. Se prepara con bastante verdura y aliño.
Carne guisada
    Hay una gran variedad de carnes que son preparadas en estas tierras, guisadas con papas, vegetales y condimentos, entre ellas podemos mencionar las carnes de res, pollo, cerdo, pato y, especies silvestres como venado, lapa, iguana, cachicamo y otros. La de chigüires y de baba, por lo general se preparan en “salpresos”, es decir, la carne se rocía con sal y se expone al sol por varios días.
Pescado frito
    Los habitantes de San Pablo son muy asiduos al pescado frito en el desayuno y muchas veces en el almuerzo. Hay una gran variedad de pescados de agua salada y de agua dulce que son degustados por los habitantes de la comunidad. Entre los pescados de agua salada podemos nombrar, entre otros, la lamparosa, el cataco, la liza, el lebranche y la curbinata. Entre los pescados de agua dulce mencionaremos la guabina, la lora, el busco y el coporo.
Los granos
Hoy en día son muy pocos los parroquianos que se desempeñan en las labores agrícolas, por lo general, estos alimentos se adquieren en el mercado.
Las leguminosas
    Se preparan en asopados que pueden llevar huesos de res o de cerdo “salpresos” o paticas de cerdo. Estos granos también se pueden preparar fritos y revueltos con huevos. Dentro de estos granos que forman parte de nuestra dieta podemos mencionar el frijol, chícharos y caraotas (pintadas, negras, blancas y lochudas).

Cereales
El maíz amarillo
Se utiliza en la preparación de las tradicionales arepas y en tiempo de navidad se utiliza para la realización de las hallacas, en la elaboración de nuestra popular “Pelota”, el exquisito “Carato” y los sabrosos “Rosquetes”. Hoy en día ha sido sustituido el maíz amarillo, por la harina precocida.
El maíz blanco
    Es utilizado en la preparación de la tradicional arepa y del alimenticio “zaperoco”.
El maíz cariaco
    Es de uso frecuente en la preparación de atoles, de carácter nutritivo.

Otros platos de acuerdo a la época
Berenjenas
De muy buen sabor, la berenjena la preparan de dos formas: En pira (asada y triturada con ajo, ají y cebolla) o frita en tajadas. Hay quienes preparan el dulce y la chicha de berenjena.
La hallaca
    Es uno de los platos navideños y puede considerarse como uno de los más apetitosos, no solamente de San Pablo sino de todo el país, con sus variantes en cada región y se  prepara de una forma característica. En esta parroquia se elabora con masa de maíz y tiene como guiso una mezcla de carne de cerdo, res y pollo, bien aliñada, decorada con pasas, aceitunas, alcaparras, pimentón, huevo sancochado y plátano frito. La hallaca es el plato predilecto y tradicional en los días navideños de todo venezolano.
El cuajado
    Se prepara en Semana Santa, es una mezcla de carne de morrocoy, preferiblemente, con huevos, verdura, alcaparras y aliños, que dan origen a un exquisito pastel. Cuando no hay carne de morrocoy es preparado con carne de pescado (cazón), chigüires, cachicamo o terecaya.
Postres y dulces
En esta parte solo se hará referencia a lo autóctono de la población de San Pablo:

La pelota
    Este es un delicioso manjar típico de nuestra comunidad y se ha manifestado de generación en generación con las señoras Concepción Concha Quiaro, María Angélica Morales Angelina Morales y su hija Yamile Morales (hoy fallecida) y María Ruiz (hoy fallecida). Se hace a base de maíz amarillo, molido y colado, se prepara con papelón y azúcar, se aliña con hojas y conchas de naranja y canela. En la actualidad es preparado por la señora Minerva Guaina y la señora Margarita Guacarán. Este postre o dulce es muy popular en nuestra comunidad.

Las conservas de Chaco (Batata)
    Se aliña la batata con anís dulce y se mezcla con una especie de melaza, cuando está bien compacta la mezcla, se extiende en una superficie plana y se parte en cuadros pequeños. En tiempo pasados estos dulces eran preparados por la señora María Ruiz (hoy fallecida), herencia que pasó a manos de su hija, la señora Juana Ruiz, quien es muy conocida en el pueblo por la preparación de estas conservas.
Los rosquetes
    Es un dulce preparado con maíz cernido, que da origen a un fino polvo, que es aliñado con especias y amasado en una melaza de azúcar y papelón. Cada rosquete es colocado en una hoja de uvero o uva del monte y colocado en una plancha o parrilla sobre el fuego. En tiempos pasados, esta tradición la mantenía la señora Demencia Guaigua (hoy fallecida) y María Ruiz (hoy fallecida). En la actualidad es herencia de las hijas de esta última: las señoras  Juana Ruiz y Josefina Ruiz.
El majarete
    Este rico manjar es preparado a base de maíz, leche, coco y azúcar. Es aliñado con canela, clavo especie y es muy popular en la comunidad. En otros tiempos era preparado por la señora Ana Brígida Roux (hoy fallecida). En la actualidad no hay persona alguna conocida por la preparación de este postre.

Doña Ana Brígida Roux
Las empanadas dulces
    Es una mezcla entre conserva de chaco y rosquete ya que la masa para las empanadas es la misma mezcla utilizada en la preparación de los rosquetes y el relleno es la mezcla utilizada para la preparación de las conservas de chaco. Son bien exquisitas. En tiempos pasados eran preparadas por la señora María Ruiz (hoy fallecida) y en la actualidad son preparadas por sus hijas,  las señoras María Ruiz y Josefina Ruiz.
Dulces de lechosa y de ciruelas
    En nuestra comunidad son preparados y comercializados por la señora Roxana Marcano los dulces de lechosa y ciruela, los cuales son muy famosos en nuestra la población.
Bebidas
Hay bebidas populares en la comunidad que se preparan a base de maíz:

Carato de maíz
    Es una bebida de delicioso sabor que se prepara a base de maíz amarillo y con especias, necesita de maceración. En nuestra comunidad es muy popular y comercializado por la señor Ramón Ron. En tiempos atrás era muy popularizado por las señoras María Elena de Guacarán y Concepción Concha Quiaro quienes lo preparaban para los velorios de la Virgen de los Remedios y de la Cruz de Mayo.
Zaperoco
    Es una bebida preparada a base de maíz blanco o maíz cariaco. Hay quienes lo preparan con leche. Esta tradición aun se mantiene en ciertas familias de la comunidad.
Agua de maíz
    Cuando el maíz se cocina para hacer las arepas, queda como residuo un líquido espeso y blanco, que las amas de casa endulzan y por lo general la mayoría de los pobladores  lo toman para acompañar el desayuno. Esto es lo que se conoce como “aguemái”. En muy pocas familias se mantiene esta tradición.

 La Artesanía Popular
En la población de San Pablo de Azaca se elaboran numerosos objetos de uso popular y de arraigo tradicional. Han llegado así hasta nuestros días antiguas tradiciones artesanales, vigentes tanto en las comunidades aborígenes como en poblaciones criollas como San Pablo y que forman parte insoslayable de nuestro patrimonio. En San Pablo de Azaca se conservan tradicionales y primorosas obras de mano, utilizando variados materiales en tales confecciones:
Los tejidos
    La manufactura de tejidos, que incluye la cestería, la producción textil y de redes es uno de los aspectos más notables en el campo de la artesanía tradicional de San Pablo de Azaca.
Producción textil
    Es una tarea que realizan algunos habitantes de la comunidad, utilizando como material de trabajo diferentes tipos de hilo, dependiendo del producto a confeccionar. Si se trata de hamacas, se utiliza nylon. Si se trata de moriches o chinchorros, se utiliza pabilo. Si se trata de paños de mesa, se utiliza el estambre o pabilo. Si se trata de prendas de vestir como gorros, suéteres, escarpines, y otros, se utiliza el estambre.

Hamacas y chinchorros
    En San Pablo continúa siendo apreciada la producción de estas piezas de uso popular, pero la misma ha ido disminuyendo considerablemente. Esto se debe a que la pieza elaborada es muy costosa con respecto a la elaboración industrial. Hoy en día se están aplicando políticas gubernamentales a favor de este importante patrimonio nuestro. Las hamacas, de tejido cerrado o chinchorros, de tejido abierto; lechos colgantes que han sido calificados como unas de las más grandes creaciones americanas, constituyen otro producto genuino de nuestro país. Se tejen en telares de marco fijo o de bastión. En San Pablo se conocen por sus creaciones los siguientes tejedores y tejedoras: Modesto Tuárez: Moriches en telar de bastión, Angelina Morales: Moriches en telar de bastión, Blansorimar Castellano: Hamacas en una aguja, Adela Rodríguez: Hamacas en una aguja, Arelys Morales: Hamacas en una aguja, Morelia Morales: Hamacas en una aguja y Auristela de Rojas: Hamacas en una aguja.
Prendas de vestir, paños y manteles
    En este tipo de tejido se utilizan diferentes tipos de hilo, según sea la prenda a confeccionar: hilo croché, pabilo, estambre, y otros. En la actualidad estas labores las desempeñan la señora Blansorimar Castellano y la señora Adela Rodríguez.
Alpargatas
    El tejido de este tipo de calzado no se está realizando actualmente en San Pablo ya que los tejedores de alpargatas que había en la población han fallecido y no hay quien haya aprendido este arte. Fueron muy conocidas en nuestra comunidad por este trabajo las siguientes personas: Martina Maraima (hoy fallecida) y Natividad Guaina (hoy fallecido).
Atarrayas
    La atarraya, muy conocida en el oriente venezolano, es una red fabricada con nylon y se utiliza en las labores de pesca. Entre los tejedores de atarrayas de nuestra población podemos nombrar a Rafael Rebolledo, Rubén Chivico, Nicolás Paraqueimo, Jesús Rojas y Ana Rojas.
Cestería
    En la elaboración de este producto se utilizan las materias primas de origen vegetal como palmas, cañas, juncos y bejucos, que crecen silvestres en nuestro territorio y se emplean desde tiempos inmemoriales para la elaboración de artículos, algunos de ellos de altísima calidad, utilizados en las más diversas funciones. Este tipo de artesanía, en nuestra comunidad, es menos rica en diseño y variedad que en otras poblaciones orientales. Entre estos artículos se pueden mencionar:
Cestos para cocina
    Estos cestos son elaborados con cañas y palmas y son utilizados por las amas de casa para guardar frutas, verduras y arepas. Entre las personas que se han desempeñado en este tipo de trabajo podemos señalar a Víctor Quiaro (hoy fallecido), Guadalupe Peraza (hoy fallecido), Ramón Cipriano Rondón y Heliodoro Moreno (hoy fallecido).
Canastos
    Los canastos son cestos tejidos con cañas y bejucos, utilizados en las labores agrícolas para la recolección de las cosechas. También era utilizado como medida de capacidad, ya que en algunas oportunidades los agricultores vendían sus cosechas utilizando como medida de capacidad, El canasto. Hoy en día son escasos los que se dedican a la elaboración de este producto. En un tiempo los hacían Ramón Cipriano Rondón, Guadalupe Peraza (hoy fallecido) y Mariano Cabeza.

Trabajos en madera
El trabajo de la madera es muy tradicional en muchas comunidades aborígenes, que utilizan los recursos que les ofrece la flora local para la construcción de sus viviendas, embarcaciones, utensilios de trabajo y objetos rituales. A partir de la conquista, los aborígenes fueron incorporando mecanismos técnicos y herramientas más eficaces en la fabricación de objetos.  Estos se destinaban a satisfacer las necesidades de la creciente población, en este periodo comenzó la producción de materiales y utensilios domésticos. En la población de San Pablo, desde tiempos muy lejanos se ha venido trabajando la madera como objeto artesanal. Se fabrican puertas, ventanas y techos de estilo colonial en bellos y variados estilos y diseños; también se fabrican sillas, taburetes y objetos de carácter religioso.
Puertas y ventanas
    En San Pablo se fabrican puertas y ventanas en madera con un estilo colonial, de fino acabado y en variados diseños. Entre estos artesanos se destacan Iván Anamarima, Antonio Meneses.
Techos
    Este trabajo de singular elegancia y admirable belleza lo realizó el artesano Antonio Meneses. Hace más de diez años que lo dejó de hacer y nadie en la población ha seguido su costumbre.
Sillas, taburetes y muebles para el hogar
    Este trabajo se hace en madera laqueada y cuero de ganado. En nuestra comunidad se destacaba el señor Delfín Cupamo (hoy fallecido). Sus hijos heredaron todo este arte y en la actualidad lo mantienen.
Pilones
    El pilón es un material de trabajo, que consiste en un tronco de árbol ahuecado, con una base redonda que lo hace mantenerse firme, y es utilizado en la actualidad para pilar el maíz para las arepas. Para ello se utiliza otra pieza de madera con dos cabezas ovaladas que se conoce como “mano de pilón”. Hoy en día ya no se come arepa pilada y el pilón ha desaparecido, porque el modernismo hace que de alguna manera estas tradiciones se pierdan.  Entre los hacedores de este instrumento de trabajo artesanal se mencionan: Melecio Alemán (hoy fallecido), Pablo Antonio Hurtado (hoy fallecido), Ramón Cipriano Rondón, Heliodoro Moreno (hoy fallecido)
Chusmos
    Este artículo artesanal consiste en una construcción  a base de finas varillas, que entrelazadas y atadas con nylon en la parte superior e inferior toma la forma de un cono ahuecado de aproximadamente un metro de altura. Este instrumento es utilizado en las labores de pesca de agua dulce, en ríos, caños y lagunas. Entre los artesanos que se han destacado en la confección de este instrumento de pesca podemos nombrar: Mariano Cabeza (fallecido), Luís Cabeza (hoy fallecido), Ramón Cipriano Rondón, Juan Moreno.
Urna del Santo Sepulcro
    Primera obra del Santo Sepulcro elaborada en madera y vidrio por el artesano Iván Anamarima. Está ubicada en la Santa Iglesia Parroquial de San Pablo, sustituida en el 2009 por otra obra del artesano Pablo Pastran.
Mesa de San Pablo Apóstol
    La mesa donde se erige San Pablo Apóstol, en la Santa Iglesia Parroquial, fue confeccionada en fina madera e impactante diseño por el experto artesano, hoy fallecido, Fuentes Guareguán.
Totumas
    La Totuma se construye con el fruto de la mata de tapara, casi desaparecida de la comunidad porque son pocas las familias que conservan en sus casas este árbol, sin embargo hay quienes se preocupan por tener al menos una Totuma en su hogar. Una vez que el fruto está “jecho” o maduro, se toma la tapara, se abre en dos partes iguales y se le extrae toda lo que contiene en su interior y se limpia muy bien. Posteriormente se coloca al sol hasta que seque. La Totuma es utilizada como vasija de comer, de tomar agua o como envase para guardar granos.
Camasas
    Las Camasas son un fruto parecido a la Tapara, pero de mayor tamaño y en su preparación se utiliza el mismo procedimiento que para preparar la Totuma. Es utilizado por las amas de casa para guardar granos y otros alimentos, también es utilizado en la producción artesanal, como objeto decorativo.

Folklore Social
Este folklore trata todo aquello que tiene que ver con la vida entre las personas, el lenguaje y su uso, las costumbres, las fiestas populares, religiosas, patronales y tradicionales. La mayoría de las fiestas tradicionales que se remontan a la época colonial, tienen su origen en el calendario católico, a pesar de que con el tiempo se ha ido independizando de su simiente eclesiástica y han perdido buena parte de su sentido religioso. Entre los días de asueto que concede el calendario nacional festivo, después de las principales fechas patrias, se establecen las religiosas: Navidad, Año Nuevo, Reyes, Carnaval y Semana Santa. En la parroquia San Pablo se concede como día de asueto, el veinticinco de enero de cada año, por celebrarse el día de nuestro Santo Patrono San Pablo Apóstol, para que los habitantes de la comunidad asistan a dichos actos.

San Pablo y la distracción
La población de San Pablo ha gozado de dos lugares o sitios para la distracción de los jóvenes desde tiempos muy remotos:
El Rincón de los Viejos
    Este lugar data de los años 1940, su dueño era Fermín Noriega, quien arribó a San Pablo por el caserío Los Barrancones, natural de Clarines. Por aquella época, donde estuvo ubicado el Rincón de los Viejos era un sitio de reuniones y bailes. Después, fue trasladado hacia otro lugar, y  hoy día, en esta misma zona se halla la propiedad de Carlos Guzmán y familia. Para 1950 los jóvenes iban todos los sábados a bailar, entre ellos podemos citar a Juana Ruiz, Josefina Ruiz, Juana Rebolledo, Ofelia Rebolledo, Pedro Felipe Maraima, Ramón Maraima, Pedro Tocotillo Rondón, Pedro Guacarán, Andrés Guacuto, Jesús Guzmán, Angelina Morales, Elena Ramos, Pedro Vargas, Chucho Vargas, Pablo Hurtado, Leoncia Morales, El  Negro Aparicio, Eduardo Morón, y otros. Las canciones más populares bailadas y escuchadas eran: Cabeza de hacha, todavía del agrado de muchos, Ay Chabela, Espérame entre palmeras y Mariposita de mil colores.  Al morir don Fermín Noriega, el Rincón de los Viejos pasó a ser administrado por su yerno Carlos Guzmán. En la actualidad continúa siendo un lugar de distracción, en el que se venden licores y se reúnen jóvenes y ancianos a jugar dominó y cartas.
Sala de baile de Don Fermín Noriega. En la gráfica se aprecia a la Srta. Carmen Aurora Rondón

Club Social de San Pablo
    El Club Social de San Pablo de Marielena de Guacarán y Cruz Guacarán, tuvo sus inicios en el año 1957, en una casita de bahareque situada justamente donde se encuentra hoy. Aquí se reunían los jóvenes a bailar y unas de las canciones que más sonaba en el tocadiscos era El caimán, pero ya para el año 1963 se presentaba todos los fines de semana El Gallo y sus muchachos, grupo musical dirigido por Andrés Guacuto y los instrumentos utilizados siempre fueron el tambor, el cuatro, la marímbola y el violín. En el año 1964 amenizaban las fiestas del club Isidro Guarepe y su grupo y la música ejecutada se creaba con arpa, cuatro y maracas.
    Para el año 1961 se estrena la primera rockola o victrola como también se le conoce en otras partes del mundo. En el año 1965 se presenta la primera agrupación musical invitada a estos bailes, la misma procedía de otra región de Anzoátegui, ellos se hacían llamar Rafito Lara y sus muchachos el cual era muy famoso en esa época. Los días de San José (19 de marzo) y San Ramón (31 de Agosto) se formaban sendas fiestas y banquetes. El año de 1966 para los habitantes del pueblo fue de mucho agrado, llega por primera vez a San Pablo La Sonora Oriente, la que todavía se recuerda  por aquella melodía: /La sonora está llegando/la sonora está llegando/con Rogelio bailando así/con Rogelio bailando así.
    El tiempo ha demostrado que la cultura es parte de la sociedad y del hombre mismo. El trabajo forma a las personas y muestra que siempre está ligado a la tierra y al duro sol, por eso, no es de extrañar que después de la faena diaria queramos disfrutar de una buena bebida y de un rato de esparcimiento. El Club Social de San Pablo para 1968 toma una nueva estructura física y en su programación comienzan a desfilar por allí grupos tan famosos como: Los Antaños del Stadium (1979), Los Excelentes (1986), Los Melódicos de Renato Capriles (1980), La Inmensa (1980, 1982), La Propia de Doris Salas (1981, 1983), 1.2.3 y fuera (1983) y el Grupo Punto Sur (1987). Ya para 1982 se nombra una junta directiva y el Club Social de San Pablo pasa a ser una organización social, cultural y deportiva.

Arquitectura
Lo más rico de manos indígenas se encuentra precisamente en el siglo XVIII, cuando surgieron la construcción de grandes templos y conventos de oriente, que son, ciertamente de inspiración misionera, pero que solo pudieron hacerse realidad gracias al ingenio y a la laboriosidad de nuestros aborígenes. Aunque se trate de arquitectos anónimos o de frailes que fueron ingenieros improvisados o de albañiles indígenas, quienes con su imaginación, creatividad e integración, pusieron todo su conocimiento en estas obras.

Las Ruinas Coloniales, Las Murallas
    En San Pablo hay un testigo de este trabajo conjunto entre los aborígenes y los frailes: Las Ruinas Coloniales conocidas como Las Murallas, que datan del siglo XVIII, aunque la obra quedó inconclusa serviría de templo y convento a la vez. Durante el siglo XIX fue utilizado como el primer cementerio de la población.  Las Ruinas Coloniales de San Pablo no son más que un templo colonial inconcluso que fue levantado por los misioneros franciscanos a finales del siglo XVII y principio del siglo XVIII. En Graciano Gasparini, Templos Coloniales de Venezuela (Caracas, 1959), hallará el lector hermosas páginas, maravillosamente ilustradas sobre los templos levantados por los misioneros franciscanos. De las ruinas de San Pablo dice Gasparini: en un bosque impenetrable, vencida por la vegetación espinosa, se ven los restos macizos de los muros inconclusos. Son muros de piedra y ladrillo perfectamente colocados… En la actualidad, este lugar es un parque rodeado de una urbanización bien poblada. Estos templos quedaron inconclusos por las siguientes razones: a) La jefatura de la Iglesia en América quedaba en Puerto Rico y los recursos económicos demoraban en llegar a Venezuela. b) La resistencia indígena al maltrato de los españoles. c) Con la guerra de independencia los pocos misioneros que quedaban se vieron obligados a abandonar nuestras tierras. Por tanto, queda demostrado que estas murallas o ruinas, pese a la deshumanización que padecieron los aborígenes en este territorio, hoy día, son del gusto y la preferencia de sus pobladores y cada turista que pasa por estas tierras no deja de visitar ese pedacito de historia que nos ha tocado como patrimonio cultural y espiritual.
Las Ruina Coloniales de San Pablo

Iglesia de San Pablo
    La Iglesia de San Pablo fue testigo de la cultura a que llegaron estos pueblos durante el siglo XVIII. Los primeros rastros que hay en la historia sobre la Iglesia de San Pablo, se hallan en el año 1731, cuando nos visita el Obispo de Puerto Rico, don Fray Sebastián Lorenzo Pizarro. Visitó la iglesia parroquial, fábrica y oficinas que eran de bahareque, cubierta por tejas acanaladas, el altar mayor, ara, imágenes, retablos y lo demás de dicha iglesia, baptisterio, vasos sagrados, santos óleos, libros parroquiales, ornamentos y alhajas que halló con toda decencia y mandó a que se hiciera inventario de todos los bienes que poseía y así se hizo y la entrega de todo al reverendo Padre Coadjutor.
 
Iglesia de San Pablo, hasta 1972

Escultura

    El principal tesoro de mano indígena que existe y que prueba la habilidad de nuestros aborígenes está en los objetos que se refieren al arte cristiano que fueron realizados con un hondo sentido de religiosidad popular y de búsqueda de lo autóctono en la imitación de lo extranjero. De la imaginería que se conserva en a Iglesia Parroquial de San Pablo, las más antiguas son del siglo XVIII y son ciertamente obras que nacieron en oriente y en la que los mismos misioneros guiaron a los indígenas. Una prueba de ello son las siguientes imágenes: Talla en madera del Apóstol San Pablo. 1.10 metros aproximadamente. Imagen de la Inmaculada Concepción. 1.00 metros aproximadamente. Talla en madera del Niño Jesús. 40 centímetros aproximadamente. En cuanto a las imágenes de San Pablo y la Inmaculada Concepción, éstas ya estaban en la iglesia, cuando nos visita el Oidor don Luís Chávez y Mendoza, el 12 de junio de 1783.

 Talla en madera policromada del Apóstol San Pablo


Fiestas tradicionales

La cruz de mayo
 Mayo es el mes de las flores y de la Cruz. A partir del día tres cuando se conmemora la invención de la Cruz, comienzan a celebrarse los velorios en casas particulares y en lugares públicos. Con los velorios se pagan promesas y desde tiempos remotos se invoca a la Cruz para tener agua en momentos de recia sequía, indispensable en las zonas agrícolas. La Cruz o Cruces, tres por lo general, son vestidas de nuevo cada año y colocadas en altares domésticos y se instalan en sitios públicos desde el día tres al treinta y uno del mes. La música que acompaña a estos velorios son: cuatro, guitarra, bandolín, tambor y maracas. En los velorios celebrados en San Pablo, los cantores entonan versos en honor a la Cruz frente a los altares en donde están ubicadas las Cruces. En San Pablo celebraban los velorios de la Cruz de Mayo, las señoras Concepción Concha Quiaro, Concepción Concha de Borrego y más recientemente el señor Omar Catire Molero. Es importante señalar que, en la población de San Pablo existen tres cruces, desde hace unos cincuenta años o quizás más, que son el punto o límite al pueblo: una de entrada por El Uvero y la otra de salida por El Jabillo. También es importante mencionar que estas Cruces por tradición las vestía y alumbraba doña Concepción Concha de Borrego en el mes de la Cruz. Esta es una tradición que debemos rescatar. En la imágen Don Carmito Tiapa tocándole a La Santísima Cruz, Velorio realizado en San Pablo, mayo 2009.


La Semana Santa
    La Semana Santa en San Pablo se celebra con comilonas donde resalta El cuajado de morrocoy, pescado, chigüires, baba y otros, el arroz con coco y el dulce de lechosa. En cuanto a lo religioso se hace la misa del domingo de Ramos, la misa y procesión del Nazareno, el miércoles Santo y la misa del domingo de Resurrección. Los parroquianos van a pasar estos días al río Güere, donde acampan y disfrutan de sus fiestas. En la población de San Pablo, el domingo de Resurrección, último día de Semana Santa se realiza la quema de Judas representado por un muñeco relleno de pólvora y fuegos artificiales, poco antes de caer la noche. Antes de proceder a quemar la efigie se dicen versos de manera jocosa de situaciones y personas de la comunidad a manera de diversión.

La Navidad
    En tiempos de navidad es tradición preparar las ricas hallacas, dulces y tortas para esperar el nacimiento del niño Dios. En un tiempo era costumbre llevar la imagen del niño Jesús a los campos, días antes de Navidad, entonando aguinaldos y se regresaba al pueblo el 24 de diciembre en la tarde. En la actualidad esta tradición la mentiene el cultor popular y autor de esta investigación, Prof. Manuel Morales. Fueron conocidos como aguinalderos los señores: Porfirio Hernández, Pedro Paraco, Pedro Castillo, Antonio  Márquez y la siempre recordada Ana Perico. En esta festividad también se le rinde culto a la tradicional Misa del Gallo.En la imágen, El Niño Jesús visita los caseríos, el 15 de diciembre de 1948.


Fiestas en honor a San Pablo Apóstol
    El 25 de enero de cada año, la población de San Pablo celebra la festividad católica “La Conversión de San Pablo al Cristianismo” y esa misma fecha se toma como referencia simbólica para celebrar también el día de la fundación de San Pablo de Azaca. Cuenta don Manuel Castro, que para las fiestas de San Pablo del año 1936, venía mucha gente en bestias y a pié, que empezaban a llegar el 20 de enero. En Las Fiestas Patronales del año 1938, llegó a una gallera propiedad de José Vicente Mata, abogado, padre natural de Concepción de Borrego, conocida como Doña Concha Borrego, un hombre de apellido Felizzola, cuñado del Presidente de la República, Isaías Medina Angarita y en dicha gallera tuvo una discusión con el doctor Hernández Camejo, médico visitante.  En este tiempo venía a las Fiestas Patronales de San Pablo gente de Píritu, de Zaraza, Valle de la Pascua, Onoto y San José de Unare, a pesar de no entrar carros al pueblo. En el año de 1966 y patrocinado por la señora María Elena de Guacarán fue coronada en la Plaza Bolívar de San Pablo la primera reina de las Fiestas Patronales, señorita Ramona Moramay Medina, reconocida docente de nuestra comunidad y Licenciada en Lengua y Literatura. Durante los años sesenta y setenta, Las Fiestas Patronales de San Pablo eran promocionadas por  “Cerveza Caracas”, quienes se encargaban de hacer la publicidad de los eventos. En la actualidad para estas festividades se realizan grandes bailes, actividades deportivas y culturales, pero la razón de ser de estas actividades son los actos religiosos en honor a nuestro patrono. Aquí se celebra la eucaristía, se realizan bautizos, confirmaciones y la procesión con la imagen de San Pablo Apóstol. Las siguientes son imágenes de coronación de la primera reina de las fiestas de San Pablo, Srta. Ramona Moramai Medina, evento patrocinado por la recordada María Elena de Guacarán, el 24 de enero de 1966.En la gráfica inferior se aprecian a Doña Ramona Poturo (Cuidadora de la iglesia), Carlos Pinto (Fotógrafo) y el popular "Caraquita", en el vehículo que Cervecería Caracas, quien patrocinaba estas festividades.





Los Carnavales
    Durante los años sesenta y setenta se realizaban los mejores carnavales en nuestra comunidad. En el Club Social San Pablo, María Elena de Guacarán realizaba la coronación de la reina del carnaval, los disfraces y las comparsas. En el sector La Carretera y en la calle Guanapito se encargaba Concepción Concha Quiaro de realizar dichos eventos.  Muchas personas acostumbraban a disfrazarse en esta época, eran conocidos por esta costumbre los señores Jesús Guzmán, Newman Almérida, Tomás Ramón Mata. También era costumbre de María Elena de Guacarán propietaria del Club Social San Pablo que en la madrugada antes de terminar la fiesta de carnaval y con varios cilindros llenos de agua dentro del club mandaba a cerrar las puertas y empezaban a esa hora de la madrugada a jugar carnaval con agua y azufre todo el que quedaba dentro del club salía mojado y lleno de azufre. En la imágen se pueden aprciar en primer plano a Florisa Rojas y Elba Guzmán, en los carnavales del año 1966.


La música en San Pablo
    San Pablo tiene hijos que han sentido pasión por la música y lo han demostrado a través del canto y de la interpretación de instrumentos musicales. Tal es el caso de Jesús Chuíto Alvino, residenciado en Caracas, cantante. Quien ha participado en concursos de canto televisados. Florisa Rojas, residenciada en Caracas, cantante. Ha figurado en distintos eventos artísticos tanto a nivel nacional como internacional y en grupos corales reconocidos como Fundación Coral Caracas, Coral del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales. Andrés Guacuto, El gallo, fue un personaje folclórico de nuestra comunidad, al que se le han rendido homenajes en eventos culturales. Ejecutaba la marímbola, el cuatro y la guitarra. Por los años sesenta tenía un pequeño conjunto con el que animaba las fiestas en el Club Social San Pablo. Aldemaro Figueredo, animaba las tardes sanpablenses con las melodías que le sacaba a su cuatro, por allá por los años 40. Fue maestro de música de Andrés Guacuto.
En la parroquia San Pablo, especialmente en San Lorenzo de Güere, hay un personaje que secaracteriza por ser compositor, poeta y músico: Lorenzo Rojas, quien compuso un pasaje dedicado a San Pablo, como pueblo y como patrono, que lleva por nombre POR SER QUERIDO.


Literatura 

Leyendas

Leyenda de los espíritus ancestrales (indígena)
Cuenta esta leyenda indígena que, en tiempos de la fundación de San Pablo, ocurrió un hecho impresionante en el cielo que cambió la vida de los indios Palenques Caracares. Llega el Padre Matías Ruíz Blanco con los indios ya mencionados y enterrando a orillas del río Unare una gran cruz de madera, dice dirigiéndose a los indios: En este lugar dejo fundado el pueblo de San Pablo y sepan que este precioso madero que se conoce como la Santa Cruz debe ser adorada por ustedes, porque este es el estandarte de la milicia de Cristo, bajo cuyas banderas entran a vivir  hoy, siguiendo de una vez su verdadera doctrina y detestando los falsos ritos del demonio, que los tiene ciegos y engañados. En este momento conjuro a los espíritus rebeldes y los mando, en el nombre de Dios Omnipotente al lugar de su eterno destierro.  Una vez entrada la noche y a eso de las nueve se formó en el cielo un globo de notable magnitud y claridad que duró como unos tres minutos y corriendo hacia la parte norte se desvaneció con un estruendoso estallido. En el mismo instante fue visto y oído en el pueblo de Píritu. Al día siguiente los indios amanecieron más joviales y pacíficos ya que atribuían el fenómeno, al hecho, de que ellos se resistían a la conversión y que los espíritus infernales que poseía aquella nación de Palenques Caracares salía en fuga sin esperanza de victoria, al introducir en aquel lugar la Santa Cruz de Cristo. Algunas noches los indios oían voces que decían: Aléjense de sus falsas adoraciones, abracen la fe cristiana, apártense de sus vicios y diabólicas adoraciones. Al mismo tiempo los demonios lanzaban lamentos y quejidos y decían: ¿Por qué dejaron las costumbres de sus ancestros? Son ingratos, no debieron hacerlo. Abandonen las doctrinas de esos Padres Misioneros. Se encontraba el Padre Matías Ruíz Blanco en su pobre choza y llegaron a él unos indios infieles recién salidos del monte, temblando de temor y espanto, el Padre preocupado preguntó: ¿Que os pasa? ¿Cuál es la causa de su turbación? Uno de los indios respondió: Padre, estando cercanos de San Pablo, oímos unos llantos fúnebres y voces lamentables que nos reprendían la resolución de dejar las costumbres y ritos de nuestros padres y abuelos. El Padre manifiesta: No hagáis caso hombre, esas son quejas de su maldito seductor por fuerza de la envidia de verlos abrazar la fe de Jesucristo a pesar de su soberbia. Y refiriéndose también a esta leyenda el Padre Caulín cierra con una juiciosa observación: No soy inclinado a referir casos portentosos, o casos que huelan a milagro sin la plena justificación que para su tradición se requiere, y mucho menos pensara hoy en referirlos al ver tan juiciosa la crítica del mundo; pero tampoco cumpliera fielmente con mi oficio dejando en silencio estas y otras maravillas que en estos países ha obrado El Señor de las Alturas en confirmación de su doctrina y crédito de sus siervos y fieles ministros, cuando las hallo autenticadas y confirmadas con juramentos de varones apostólicos y prelados celosos en quienes ni puedo ni quiero considerar el menor viso de apocrificio ni mentira, sabiendo que no está abreviada a sólo un prodigio la poderosa mano de aquel Señor que supo sumergir en las aguas al más precipitado enemigo, para que, libres de su tiranía, cantasen victorias sus escogidos y quedasen en pacífica posesión de su amado pueblo: San Pablo.

Leyenda del encanto de la Laguna Grande
    Cuentan los nativos de San Pablo que a principios del siglo XX en la Laguna Grande de nuestra comunidad existía una gigantesca culebra que se convertía en objetos que estimulaban la atención de las personas que ella deseaba y hasta se podía convertir en una bella mujer y  llegar a las fiestas que se realizaban en el pueblo en busca de hombres. Según la tradición, ella se alimentaba de los animales que se acercaban a la laguna y de niños y adultos a los que encantaba. Por esos tiempos la Laguna Grande era muy concurrida, en el día, por mujeres que iban a lavar y a buscar agua en tinajas, por la tarde, era visitada por parejas de enamorados. De noche, era muy peligroso acercarse a ella por los encantos. Contaba la señora Anastasia Guacarán, que una señora había ido con su niño a lavar a la laguna y en un descuido el niño se acercó a sus orillas y vio un barrilito muy bello que brillaba y flotaba cerca de él y llamaba su atención. Cuando el niño se introdujo desde la orilla al agua a tomar el barrilito este se alejaba mas y mas de la orilla y cuando la señora se percató de la ausencia del niño se desesperó, y al no hallarlo, de pronto notó como el niño se retiraba de la orilla de la laguna y empezó a llamarlo, en ese instante el niño se dio cuenta que estaba muy lejos de la orilla y la madre se lanzó a sacarlo. Al llegar a su hogar contó que se había metido en la laguna a tomar un barrilito muy bello que vio en el agua, pero la madre sorprendida nunca observó tal barril. El niño comenzó a alucinar con fiebre altísima y murió y su muerte fue atribuida al encanto de La Laguna Grande. También contó don Pablo Hurtado, que por el año 1940, en el centro del pueblo había una planicie en donde la gente se reunía por las noches a la luz de las lámparas y mechuzos a tertuliar y en cuya planicie se construyó posteriormente la Plaza Bolívar de San Pablo. Una noche se organizó una fiesta en la que hubo mucha bebida y un individuo desconocido, que había venido de San Francisco fue visto en compañía de una bella mujer. Don Pablo se le acercó y después de saludarle preguntó: ¿Esa mujer vino con usted? No, esa bella mujer es de aquí, la conocí aquí. Don Pablo que estaba algo embriagado dijo: mire amigo esa mujer no es de aquí, puede ser un encanto. Asegúrese de eso. ¿Y cómo puedo saberlo?  Yo le voy a decir como: dígale que le enseñe el maruto, si se lo enseña y usted se lo ve es una mujer de carne y hueso, pero si no se lo enseña es porque es un encanto y las culebras no tienen maruto.  Con esas mismas palabras el hombre preguntó a la bella mujer: mire su mercé, ¿usted me puede enseñá su maruto? Dicho esto, la mujer fue descubierta y salió despavorida y espantada desapareciendo en la oscuridad de la noche.  Un grupo de personas se encontraba en la fiesta y se percató de lo ocurrido entre ellos y don Pablo Hurtado que, según él, del susto se le pasó la pea.  La culebra trajo al pueblo mucha incertidumbre y desdicha. Muchos niños pequeños morían sin motivo aparente y las madres atribuían sus muertes, al encanto como llamaban a los fallecimientos por causa de la culebra. Cuando este encanto se llevaba en la noche a alguna persona de la comunidad, se oía en la laguna a un grupo de mujeres-culebras entonando preciosas melodías, y que el pueblo escuchaba, se decía que estaban celebrando su labor. Las personas que por necesidad tenían que ir a la laguna con niños, para su protección los untaban con una mezcla de saliva, tabaco y ajo, lo cual tuvo una acción rotunda, porque con ello el encanto se alejó de aquellos parajes que por tanto tiempo había rondado.

Leyenda del asesinato de Aldemaro Figueredo
    Cuentan que en la Semana Santa del año 1947, el domingo de resurrección, cuando ya venía saliendo la luna a eso de las nueve o diez de la noche, se escuchaba música en una fiesta  que se había organizado en casa de Nicolasa Guzmán,  justo al  frente de la casa del señor Carlos Guzmán en la calle Las Flores. La gente que allí estaba reunida tarareaba las estrofas “Traigo una bandera y un son para bailar” de la canción La Guayabera. En la mencionada fiesta se encontraba  Aldemaro Figueredo, quien tiempo atrás ya había tenido problemas con Epifanio Güipe. Este último confabulado con su hermano El renco Francisco Güipe estimularon la ira de Aldemaro Figueredo, lo que provocó una tremenda riña, y mientras éste forcejeaba con Epifanio, cobardemente El renco Francisco hundió un filoso cuchillo en la espalda de Aldemaro Figueredo induciéndole la muerte de manera instantánea después de caminar dos cuadras. Cuenta la leyenda que el difunto se le aparecía a mucha gente del pueblo, los que percibieron la presencia del difunto lo identificaban como un hombre alto y corpulento, siempre vestido de blanco y sombrero del mismo color y era ya una costumbre distinguirlo de madrugada donde lo mataron.

Leyenda de Pantaleón Paraco
    En Venezuela son muy tradicionales y folklóricas las historias de espantos,  aparecidos y difuntos. En el sector Los Barrancones está la leyenda de Pantaleón Paraco. Cuenta la leyenda que un arriero oriundo de Zaraza traía carne salada de res, cochino, venado y pescado, también vendía papelón, entre otros comestibles. A Pantaleón nunca le gustó quedar mal con la gente, pero por esos avatares de la vida yendo con su arreo de burros a trabajar muere en el camino que conduce de Barrancón a Jabillal, específicamente, en El Pericoco. Con el tiempo, las personas le fue asistiendo por los favores que en vida éste le supo ofrecer, o sea, se fue convirtiendo en un ánima que ayuda a los necesitados. Narra la leyenda que a un morador de la zona se le extraviaron unas vacas y con toda su fe pidió a Pantaleón que le ayudara a recuperar su ganado, a cambio le haría una capillita para que reposara con tranquilidad. Las vacas aparecieron y el señor de la promesa construyó la capilla, a la que concurren los habitantes de la zona a prenderle velas al venerado personaje. De esta forma el ánima de Pantaleón Paraco ha ido penetrando en los corazones y en la conciencia de la gente.

Leyenda del burro pollino sin cabeza
    Cuenta la leyenda que en el lugar conocido como el Manantial de la Zorra ---durante el gobierno de Rómulo Betancourt--- se le aparecía a tres personas con el nombre de Pedro un burro sin cabeza. El primero, conocido como Pedro Ramos, narró que un día andando por el lugar, pasada la medianoche se sorprendió al ver entre la maleza a un burro pollino que rebuznaba de manera escalofriante. Tal fue su susto que salió despavorido hasta su casa, le echó el cuento a su esposa, y de allí, se corrió el rumor por todo el pueblo. La gente empezó a murmurar y a creer en ese acontecimiento, al punto, que cuando iban al manantial en busca de agua andaban temerosos. Con el paso del tiempo volvió y se repitió el mismo acontecimiento,  pero esta vez, con el señor Pedro Maraima. Un día como cualquier otro, este señor salió a visitar alegremente a su amigo Leopoldo Guaita con quien compartió toda la tarde y parte de la noche. Por esa época no había luz eléctrica permanente, solo desde las siete hasta las diez de la noche. Estos dos amigos tomaron ron blanco y pasaron un rato agradable echándose cuentos uno al otro. Leopoldo decía: Pedro, ya es tarde, van a quitar la luz eléctrica, ya anunciaron el segundo aviso. Se despidieron acordando que el fin de semana iría a pescar a la Laguna Grande. Cuando Pedro Maraima iba camino a casa con su botella de ron en la mano, el camino se le tornaba muy oscuro, porque ya no había luz eléctrica. Poco antes de llegar al Manantial de la Zorra divisó a lo lejos un bulto y no lograba distinguir qué era, pero veía como un destello de color gris blanco dentro de un hueco parecido a la cabeza de un animal, apuró el paso de manera silenciosa y algo asustada. Resultó que el bulto era un burro pollino, que estaba parado de espalda y no se le veía la cabeza, cuando él se acercaba para poder verlo bien, el animal empezó a rebuznar y Pedro se dio cuenta que no tenía cabeza ni cuello. Espantado y tembloroso gritó: Dios mío, ¿qué es eso, qué cosa tan fea? El burro no lo dejaba pasar y  Pedro empezó a luchar con el endemoniado animal. Cuando Pedro vio el cuello del burro se dio cuenta que del hueco del cuello salía candela. El burro le echó un fuerte y hediondo soplido, que se le penetró por todo el cuerpo. Pedro y el burro seguían luchando, hasta que los dos se cansaron. El hombre logró alcanzar un palo y golpeó al burro fuertemente, este salió corriendo por el monte, Pedro lo siguió a puro grito: ¿dónde estás?  Vente pues, vente. Pedro a su vez se quejaba del mal olor que tenía en su cuerpo: uf, ¿qué olor es este? Pero el burro, a lo lejos, comenzó a llorar con lamentos espeluznantes y fuertes. Pedro al oírlo se fue corriendo a su casa llegó pegando aullidos y llamando con desespero a su esposa: María, María. Hombre, ¿dónde estabas metido?  y  llorando le cuenta lo sucedido. Su esposa para consolarlo dice: mijo, quédate tranquilo. En ese preciso instante él le respondió: no me dejes solo María que ahí viene el burro, ¿no lo escuchas? María le toca la mejilla y siente que está prendío en fiebre. Quédate tranquilo. Pero Pedro seguía quejándose del mal olor que tenía y del burro que había visto. Así pasó varios días y María le buscó un rezandero y hasta ella misma le oraba. Pedro no quería comer, casi se muere, se puso bastante delgado, tampoco dormía, vivía aterrado. Con tantas oraciones y agua bendita fue perdiendo el miedo. Cuenta también la leyenda que a mediados de los años sesenta llega a San Pablo un señor conocido como Pedro El palero, que había venido como trabajador de la Compañía Edilidro, era chofer de la máquina utilizada para deforestar la zona. En una oportunidad con la pala del tractor sacó una botija del fondo de las tierras cercanas al manantial. Al ver esto y al darse cuenta de que la botija era un tesoro por lo que podía divisarse, se baja de la máquina y dice a su ayudante Manuel Quereigua que vaya hasta la bodega de Antonio Domínguez a comprar unos golfeados. Cuando Manuel Quereigua regresa con los golfeados, para sorpresa de éste, ya Pedro El palero había desaparecido con dicha botija. Desde ese momento no se supo más nada de este personaje y nunca más el burro sin cabeza volvió a importunar la paz y tranquilidad del pueblo, quizás, porque ya no había nada que cuidar.


Poesías

Elegías de varones ilustres de Indias*
Juan de Castellanos
Dedicado al sistema defensivo de los Palenques
Aquestos dichos fuertes ó cercados
tienen señeros para su defensa,
de grosísimos árboles plantados,
donde la verde rama se condensa:
Unos después de otros ordenados,
con más vigor de lo que nadie piensa,
pues aquel gran grosor que lleva hecho
tiene de duración prolijo trecho.
Otros palenques hay más estendidos
en muchos destos campos y zabanas,
no de plantas de árboles nacidos,
como las otras cercas más ancianas;
sino de palos muy fortalecidos,
y cada cual con dos ó más andanas,
con las cintas espesas de bejucos,
o correosas yedras de arcabucos.
*Nota del autor: En este texto se respeta la grafía de la época.

Río Unare
Oscar Matute Ortíz

Eres un cantar en la calma
un torbellino en la violencia
eres un progreso en los llanos
una cuenca que entusiasma.
Porque atraviesa un Distrito
que afluentes, te emanan
para que engordes tu caudal
en lo más elemental
un Güere que empalma
es un Güere que te ayuda
a acrecentar tu bravura
cuando ya desemboca
en un mar que es ternura.

Laguna Grande
Manuel Morales

Símbolo de nuestro pueblo
es nuestra Laguna Grande
con sus leyendas y cuentos
su belleza impresionante.
La dibujó un querubín
en estos pulcros parajes
para que sea el comodín
de Palenques Caracares.
La culebra se ha llevado
a muchos indios palenques
se ha transformado el encanto
en mito y  musa viviente.
No olvido mi atardecer
camino hacia la laguna,
por Salistral, por San Pablo,
contemplo selva y llanura.

La Cruz de Mayo
Manuel Morales

Se fueron aquellos tiempos
de alumbrar la Cruz de Mayo
me entristezco, voy al templo,
busco respuesta y no hallo.
¿Dónde estará doña Concha?
¿la Domínguez, la Borrego?
¿Qué pasó con los velorios
del catire Omar Molero?
Añoro desde hace rato
las coplas, los galerones,
saborear aquel carato
y olvidar los sinsabores.
Vamos docentes y alumnos
al rescate del velorio
que no se quede ninguno
alejado en su escritorio.

Añoranzas
Manuel Morales

Qué tiempos Jesús Guzmán
cuando sacabas al Niño
en San Pablo y Salistral
mas lo hacías con cariño.
Se fueron los grandes bailes
grupos y música buena
los tiempos no son como antes
invoquen a María Elena.
En las Fiestas Patronales
ya no se elige a la reina
no se saca por las calles
la música cañonera.
En la noche de fin de año
la gente se alborotaba
para darnos un abrazo:
todo pasa, todo  acaba.

A mi padrino don Perucho
Manuel Morales

Enfermero practicante
desde los años cincuenta
partero sin contrincante:
Dios en la gloria lo tenga.
Por sus manos llegué al mundo
me dio las primeras palmas,
con sentimiento profundo
a mamá felicitaba.
Es un varón morenucho
dijo don Pedro a mi madre
muchas gracias don Perucho
ahora somos compadres.

A Pedro Gómez
Manuel Morales

Allá en los años sesenta
cuando alguien fallecía
teníamos a Pedro Gómez
que las urnas las hacía.
Con las tablas y  listones
de robles y guatacaros
se preparaba la urna
para consuelo del santo.

Cantos de Trabajo
El trabajador del ordeño y el arreo inician su faena en el  potrero a las 3:30 de la madrugada, cobijados por el frío y el rocío, a veces a la luz de los luceros, otras veces a la luz de la luna, se encomiendan al santo de su devoción. Por lo general, en las mañanas recogen algunas vacas que no aparecieron en la tarde del día anterior. El ordeñador y el arreador combaten el frío de la madrugada con el calor que le produce desde la boca, la saliva del tabaco o del chimó. Entran en contacto o comunicación con el ganado a través de sus cantos:  
Cantos de ordeño
Dame tus tetas Rosita/que ya se oculta el lucero/te vine a decí, te quiero/hoy en la madrugadita. /Dame tus tetas Rosita/que voy a cerrá el tranquero/pué el rocío sabanero/anuncia la mañanita. /Que ya se oculta el lucero/dame tus tetas Rosita.
Cantos de arreo
Suspirito, Suspirito/te traigo mi dulce canto/y aunque me salga el espanto/he venido tempranito/con el olor del mastranto/Suspirito, Suspirito. /Ven acá mi Flor de Loto/que ya se acerca la aurora/eres un sol que enamora/en la mañana serena. /En lo claro de la luna/voy arreando mi ganado/poca esperanza me ha dado/se me perdió Giraluna./Caminé mucha sabana /me adentre mucho en el campo/¡como esta vaca ninguna!/al fin hallé a Giraluna.
Cantos de tinajeras
    A principios del siglo pasado las mujeres del pueblo, iniciaban sus faenas, a las cuatro de la mañana, cuando se trasladaban a través de un camino arenoso al río Güere, o por otros caminos a la Laguna Grande, con sus pesadas tinajas y con sus respectivos rolletes en la cabeza, para hacer llevadera la carga de agua. Cuando esta actividad no la hacían en horas de la madrugada, lo hacían en horas de la tarde para evitar el inclemente sol del resto del día. Ellas entonaban cantos con la intención de darse ánimo y no sentirse solas, por esas veredas de encantos y aparecidos.  Así  lo contaban Carmen Rondón de Guarata, que ahorita tendría 109 años, Nicolasa Guzmán, que tendría 120 años, Jerónima Albino la misma edad y Mercedes Guzmán, aproximadamente 104 años de edad. Esos cantos eran improvisados por ellas mismas cuando iban en busca de agua al río, a través del canto se comentaban en la distancia una a la otra algún problema: sus sentimientos, casi siempre,  o algún hecho ocurrido. Así nacieron en esta región de San Pablo los Cantos de tinajeras:
A dónde vas comay Carmen/vas pal río o pal conuco/yo me encuentro descansando/debajo del Camoruco. /Apura el paso comay/que ya sopla viento de agua/allá la espera el compay/agarre bien la tinaja. /Por la orilla del río Güere/lloraba un corazón herío/pá mí es un mal querío /que por poquito se muere. /En la madrugá serena/testigo el río y la palma/tu beso fue la condena/con que mataste su alma. /Tus ojos se ponen tristes/y a recordá yo comienzo/el beso que tú le diste/cerquita de San Lorenzo. /Dos amores tú tenías/el primero te olvidó/el otro te mantenía/y la gripe lo mató.


 Doña Gerónima Albino

Conjuros
Es una tradición oral utilizada en muchas civilizaciones y data de tiempos inmemoriales. Se relaciona con el bien y el mal. Pueden ser utilizados en cualquiera de estas dos direcciones. Los conjuros son utilizados para retirar o atraer espíritus malignos o para expulsar El mal de ojo, exorcizar, retirar las malas influencias, las energías negativas y atraer las energías positivas. Los conjuros eran muy utilizados por nuestros indígenas y a través de ellos los chamanes curaban enfermos.
Conjuro para retirar malos espíritus:
Yo conjuro, en nombre del Dios omnipotente, a estos espíritus infernales, para que se vayan al lugar de su eterno destierro.
En nombre de las fuerzas naturales y sobrenaturales, que me han creado, yo soy en mí y cierro mi espíritu bajo el manto del  bien y la protección de Dios, para que nada ni nadie me haga daño. Ni espiritual ni físicamente.
En nombre de mi magna y todopoderosa presencia de Dios yo soy en mí, y cierro mis puertas astrales a todo espíritu encarnado o desencarnado que venga contra mí. Gracias Padre que es así.
Conjuro para alguien que ha fallecido y no acepta la muerte:
Yo te conjuro en este momento, en el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo, te ofrezco mi ayuda terrena para que te desprendas de este mundo. Acepta la voluntad del padre que te ha creado. Ya no tienes materia y ya no perteneces a este mundo terreno. Que la santísima virgen María te acompañe al lugar de tu eterna morada. Que los santos y santas de Dios rueguen por ti en todo momento.
Oraciones
Las oraciones tienen relación con la espiritualidad, también fueron utilizadas desde tiempos milenarios. La oración se manifiesta por la adoración a las deidades, cuando hay fe, la oración se expresa de manera espontánea e improvisada. Permite expresar: el respeto, temor y admiración por la deidad. En este sentido hay oraciones de acción de gracias, de ofrecimiento, de petición, entre otras.
Oración de acción de gracias: Te doy gracias Señor, por este nuevo día, que espero sea el mejor de mi vida. Gracias por mi familia, por mi salud.
Oración de ofrecimiento: Te ofrezco mi Dios, mi salud, mi vida y todos mis bienes materiales con la intención de que me des la vida eterna.
Oración de petición: Te pido Padre Eterno, por la paz del mundo, por un mundo sin miseria y sin hambre.

Personajes resaltantes de San Pablo de Azaca
En toda comunidad, en todo grupo social, siempre hay personajes que dedican su vida, por amor y por vocación a una o múltiples actividades. Son esas personas que les preocupa el colectivo y que abandonan sus propósitos individuales para dedicarse a las necesidades de los demás sin distingo de clases, condición social, credo, raza o religión. Quienes hacen esto lo disfrutan y saben que al final del camino tienen su recompensa. Se le agradece a las siguientes personalidades lo que en su momento histórico hicieron o hacen por este terruño Cajigalense.

Miguel José Romero Bastardo
    Nació el 16 de febrero de 1828 en San Pablo y murió en Barcelona. Fue educador. Publicó: La primera patria en Barcelona en el año 1884 y su obra póstuma fue  Estudio en ocho artículos en el año 1894.

José Ramón Hernández Bastardo
    Su nacimiento ocurre el 22 de junio de 1832 en San Pablo, donde vivió pocos años de su vida, muere en Aragua de Barcelona el 18 de mayo de 1895. Fueron sus padres el señor don José Ramón Hernández y la señora doña Jacinta Bastardo, hija esta del prócer don Luis Bastardo, que fue primer gobernador de la Provincia de Barcelona después del triunfo de la Independencia. Recibió su grado de Doctor en Medicina con los más altos honores. Estudió Anatomía Patológica en escuelas médicas europeas, especialmente en Francia, en el Instituto Pasteur y en la Facultad de Medicina de París. En el ejercicio de la medicina se distinguió también como magnífico Cirujano y como gran Ginecólogo. Fue, además, un hombre de gran talento, de honda filantropía y según cuentan, al ocupar un cargo público, siempre destinaba gran parte de su sueldo para los pobres. Militó también en las guerras de la Federación y fue enemigo declarado de los procedimientos dictatoriales de Guzmán Blanco. El doctor José Ramón Hernández Bastardo contrajo matrimonio el 6 de junio de 1863 con doña María de los Ángeles Parés, nativa de Puerto Rico y vecina de Aragua de Barcelona, donde residían para esa fecha los contrayentes. Fueron testigos presenciales de este acto  Ramón Hernández y Hernández y Salomé Amparan  de Parés, vecinos de esa Parroquia. Fue un hombre de fe práctica y de acción católica, que inyectó a la Cofradía del Santísimo de Aragua de Barcelona el nuevo espíritu de vida vigorosa y brillante. Fue ejemplo de honorabilidad, de dignidad, de austeridad moral y modelo de respeto y veneración a lo dogmático y religioso. Tanto era el fervor religioso de esta familia, que sus hijos fueron educados en la fe cristiana. El doctor José Ramón Hernández Bastardo era miembro de la Cofradía del Santísimo de Aragua de Barcelona, según el libro de actas, desde el año 1861; y fue prefecto de esa Cofradía en el año 1883.  Por su parte, doña María de los Ángeles del Carmen Parés Amparan de Hernández Bastardo, fundó en el año 1870 la Sociedad del Corazón de Jesús.

José Ramón Guzmán
     Hijo de Nicolasa Guzmán, fue Prefecto en el pueblo en la década de los años 40. Contrajo matrimonio con la reconocida maestra aragüeña Josefina Castillo de Guzmán, fue a vivir con su familia a Aragua de Barcelona, donde murió. En el año 1938 tramitó ante el registro principal, el documento de repartición de tierra de los comuneros de San Pablo. Por este ciudadano llegó ese documento a nuestra comunidad.

Blanca Belén de Poturo
    Nació en el caserío Taquecito del municipio Píritu el 23 de enero de 1940.
Llegó con sus padres al caserío Rabanal, a la edad de seis años. Estudió primaria en Píritu, realizó cursos de enfermería en Barcelona, donde hizo suplencias en el año 1967 por seis meses. Ese mismo año hace una suplencia de dos meses en la población de San Miguel y en el año 1968, luego de hacer una suplencia de dos meses al enfermero del pueblo don Pedro Perucho Herrera, ingresa al Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, asignada a la Medicatura Rural de San Pablo como enfermera, donde permaneció hasta su jubilación, veinte años después. Apasionada de la medicina se entregó a su trabajo con amor, parteaba, suturaba y atendía a los habitantes del pueblo y caseríos vecinos, cualquier día de la semana y a cualquier hora del día. En la actualidad, jubilada, disfruta de la tranquilidad de su hogar.

Melecio Alemán
    Posiblemente nace en San Pablo en el año 1914, no se obtuvo la fecha exacta de su nacimiento. Fue un hombre de sorprendente inteligencia, no estudió la carrera de Derecho, ni de Administración, ni de Educación, porque aprendió a leer y a escribir con la ayuda de los demás; pero redactaba documentos legales, era muy bueno en las matemáticas y en la administración y como docente fue excelente, porque los que los conocieron aprendieron mucho de valores. Fue Secretario de la Prefectura cuando fue Jefe Civil Rafael Celestino Guzmán (Musiú Guzmán). Cuenta don Manuel Castro que fue Melecio Alemán quien levantó el expediente cuando Gabino Cabeza le dio una puñalada a Catalino Santiago, lo que le valió a Gabino once años de prisión, y el juez al ver el expediente dijo que estaba mejor que si lo hubiese hecho un abogado. Fue servidor público, poseía sentido de pertenencia y cuando su comunidad lo necesitaba allí estaba él. Fue una de las personas que tramitó la primera planta eléctrica para el alumbrado público en el año 1948 ante el Gobernador del Estado señor Jorge Mogna. A pesar de no tener estudios formales gozaba de un amplio léxico. En cuanto al lenguaje manejaba con facilidad sincronías y diacronías al criticar la jerga.
Don Melecio Alemán, quien tramitó la primera planta eléctrica ante el Gobernador del Estado Anzoátegui, señor Jorge Mogna.


Jesús Guzmán
    Dedicó parte de su vida a promover la cultura popular. Se dedicó en tiempos de navidad a llevar al Niño Jesús a visitar los caseríos, días antes de la noche buena y lo regresaba a la iglesia el 24 de diciembre, entrando por El Jabillo. También el 28 de Diciembre, el día de los Santos Inocentes, folclóricamente llamado Día de los Locos, Jesús Guzmán sacaba a los locos, que no eran más que personas de la comunidad, que disfrazados, salían por las calles del pueblo a bailar y a visitar a los vecinos sin que nadie los reconociera. Con Jesús Guzmán se fue una época y terminó una tradición que añoramos vuelva.

Dionisia Rebolledo Apáez
    Nació en San Andrés de Onoto el 18 de febrero de 1921. Llegó por el caserío Terronal donde vivió poco tiempo. Luego se radicó en el sitio denominado La Busca, jurisdicción de la población de San Lorenzo. En 1949 se residencia en San Pablo, en la calle Guanapito con su esposo José Atanasio Apáez, conocido cariñosamente como Sajure. Con el  transcurrir del  tiempo procrean nueve hijos, a quienes mantiene con el producto de su trabajo. Fue una mujer de múltiples habilidades: Hacía canoas de madera, pilones, bandejas, cabos de hacha, cachas de machete, fue costurera, elaboraba casabe con la yuca que cosechaba en sus terrenos, producía bateas, con las cuales se dirigía a la Laguna Grande a lavar, utilizando como detergente hojas de Cundeamor y un hueso para estregar la ropa. Practicaba la pesca con anzuelo y con chusmo. Su faceta más importante y que ha dejado una huella en nuestra comunidad fue la de partera. Ayudó a traer al mundo a decenas de niños, tenía el don de predecir la postura de los niños en el  vientre materno y hasta el sexo. Dionisia Rebolledo se adelantó a los avances tecnológicos, ya que en sus tiempos fue un ecosonograma viviente. Descansa en la paz del Señor por sus buenas obras desde el 21 de enero de 1990.
 María Elena Cirilo de Guacarán
    Nació en un caserío de Píritu llamado La Mascota, el 29 de mayo de 1936. En el año 1945 se va a Caracas a trabajar con la familia Fernández Padilla, donde estudió hasta 4to grado de Educación Primaria. El año siguiente regresa a Píritu, donde estudia 5to. y 6to. grados de Educación Primaria. Llegó a San Pablo en el año 1950, trabajando con los esposos Josefina Castillo de Guzmán y José Ramón Guzmán. Dos años después (1952) hace pareja con Cruz Guacarán, con quien procrea nueve hijos. Fue Presidenta del Consejo Municipal del entonces Distrito Cajigal en el periodo 1988-1989. Pero la faceta que la ha hecho merecedora del cariño y el respeto ha sido su desprendimiento en la actividad cultural. Organizaba los mejores carnavales en la década de los 60, 70 y 80; preparaba: el baile de La Burriquita, las Fiestas Patronales de San Pablo, los Velorios de la Cruz, los Velorios de la Virgen de los Remedios y era la creadora de los grandes bailes en el Club Social San Pablo, de su propiedad. Vale la pena recordar y mencionar que fue la que patrocinó y instituyó la coronación de la primera reina de nuestras Fiestas Patronales. A María Elena se le recuerda en sus buenos tiempos y en lo actual por ofrecer todo lo que estaba a su alcance para perpetuar la cultura en la comunidad.  

Eneida Tirado de Rojas
    Nació en el caserío Puente de Ford, Estado Guárico, el 25 de octubre de 1956. Obtiene el título de Bachiller Docente en el Colegio Rómulo Gallegos de Puerto La Cruz en el año 1976. Ese mismo año obtiene nombramiento titular de maestra de aula para el Grupo Escolar San Pablo, donde recorrió todos los grados. Obtuvo el título de profesora de Ciencias Sociales en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. El estado le otorga su jubilación en el año 2003, dedicándose desde ese entonces a la tranquilidad de su hogar. La profesora Eneida Tirado de Rojas ha sido una docente que ama su profesión y en nuestra comunidad se ha sabido ganar el cariño y el respeto de los parroquianos. Ama tanto al pueblo que se quedó a vivir aquí, donde hizo familia. Dedicó 27 años de su vida a la educación de niños y jóvenes.

José de la Cruz Guacarán Cirilo, Crucito
    Nació en esta tierra Indígena de Cumanagotos Caracares, el 13 de abril de 1954. Primer hijo de María Elena Cirilo de Guacarán y Cruz Guacarán. Estudió Educación Primaria en el Grupo Escolar Nacional San Pablo, de esta población, entre los años 1961 y 1967. En la Unidad Educativa Rural Clarines, del municipio Bruzual del Estado Anzoátegui, estudia hasta tercer año de bachillerato entre los años 1970 y 1973. Termina sus estudios de  bachillerato entre los años 1973 y  1976 en la Escuela Industrial Puerto la Cruz del Estado Anzoátegui, obteniendo el título de Bachiller Industrial, Mención: Hidrocarburos. En la Escuela de Comunicación Social, Facultad de Humanidades, de la Universidad Central de Venezuela obtiene el Certificado de Locutor Profesional de Venezuela. Entre los años 1987 y 1988 fue profesor de Química en la Escuela Técnica Agropecuaria Rafael Peñalver del pueblo de Clarines, municipio Bruzual Estado Anzoátegui. En el año 1988 participa en las Jornadas Informativas sobre Comunidades Educativas, en el entonces Ministerio de Educación. Realizó los siguientes cursos: Año 1992. Organización y funcionamiento de las Juntas Parroquiales, en el Instituto para el Desarrollo de la Administración Local. Año 2001. La participación ciudadana en el Ámbito de la Prevención Integral, en el Consejo Municipal de Derecho del Niño, Niña y Adolescente. Año 2002. Producción en Radio, Gremio de Locutores Profesionales de Venezuela, capítulo Anzoátegui. En el año 2006 participa y recibe reconocimiento en el Primer Encuentro Educativo del  fortalecimiento de la Etnohistoria de las Comunidades Indígenas Cumanagotos, celebrado en la Escuela Bolivariana San Pablo, en esta comunidad. Ese mismo año participa en el curso Reconstrucción y fortalecimiento de la Etnohistoria e Idioma Cumanagoto en el Instituto Autónomo de la Secretaría de los Pueblos Indígenas de la Gobernación del Estado Anzoátegui. El 14 de abril de 2007 participa en el Foro de Consejos Comunales Explosión del Poder Popular en el Consejo Legislativo Estadal. El 15 de junio de ese mismo año participa en el Taller Evaluación del Proceso de Demarcación y Hábitat de Tierras Indígenas, en la Comisión Permanente de Medio Ambiente y Territorio Habitado por Indígenas, Consejo Legislativo Estadal. Ese mismo año realiza el curso de Etnohistoria e Idioma Cumanagoto Caribe, en la Unidad Básica Zona Educativa Anzoátegui. Ese mismo año realiza el taller Rescate y Fortalecimiento de La Etnohistoria y Lengua Cumanagoto Caribe, en la Unidad Básica Zona Educativa Anzoátegui. En resumen, Crucito, como le conocíamos cariñosamente y nuestro “Cacique” fue un incesante luchador social y fiel defensor del ideario bolivariano, quien después de 500 años de la Resistencia Indígena, al igual que Guaicaipuro defendió con su vida, su cultura y su territorio. José de la Cruz Guacarán falleció trágicamente el día de su cumpleaños en el año 2008.


Roberto Rojas
    Nace el 27 de abril de 1936, en San Lorenzo, Municipio Juan Manuel Cajigal del Estado Anzoátegui; pero sus padres se mudan a Caracas cuando tiene 5 años de edad. Comenzó sus estudios de música a los 16 años en la Escuela de Iniciación Musical del Ministerio del Trabajo, allí estuvo 4 años para luego pasar a la Escuela Juan José Landaeta, donde estudia canto, piano, composición y guitarra. Después estudia armonía, dirección coral y de orquestas en la Escuela Juan Manuel Olivares. Se cuenta que su hermana Margarita Rojas lo acompañaba a los ensayos de la Coral Venezuela del Ministerio del Trabajo, dirigida por el maestro Ángel Sauce y más tarde este lo invita a participar en dicha coral y fue cuando por primera vez integra una agrupación musical. Su primer trabajo como músico fue el de Director de Cuerdas de las Corales de la Electricidad de Caracas y del Hospital Militar de Caracas, sin dejar de hacerlo también en la Coral Venezuela. Posteriormente el maestro Atilio Ferraro, profesor de piano y solfeo lo recomienda para dirigir el Coro de la Fundación Newman. Unos años más tarde Hugo Corsetti junto a Pedro Báez realizan el proyecto de la Escuela de Música don Ángel Mótola en la ciudad de Barcelona y le ofrecen la Cátedra de Guitarra. Aun no radicado en esta ciudad, se venía a dictar sus clases, hasta radicarse definitivamente. Una vez situado en dicha escuela funda la Coral CANTV y dirige la Coral Vencemos. El profesor Roberto Rojas también creó y dirigió las Corales de Clarines, San José de Guaribe y San Mateo. Además de recibir diferentes condecoraciones al mérito cultural: Orden Andrés Bello Segunda Clase, impuesta por el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela Hugo Rafael Chávez Frías. Botón de honor al mérito, Día del Trabajador, Asamblea Legislativa, Estado Anzoátegui. Orden José Antonio Anzoátegui de Tercera Clase, Gobernación del Estado Anzoátegui. Orden ciudad de Barcelona, Alcaldía del Municipio Bolívar. Orden Alfredo Armas Alfonso en su Segunda Clase, Gobernación del Estado Anzoátegui.
Anécdotas sobre San Pablo de Azaca y su gente

Opinión de Humboldt
    Una cosa curiosa dicha por Humboldt, es  que la población india se propagó con más rapidez en los pueblos secos que los situados a orillas de los ríos. Humboldt pone los coeficientes de nacimientos y defunciones en varios pueblos y entre ellos hace mención a San Pablo, donde el número de nacimientos era  mayor al de las defunciones. En este mismo pasaje Humboldt atribuye la disminución de la fecundidad al aire frío de los dos baños diarios que se daban las indias, uno al amanecer y el otro al atardecer, lo cual parecía debilitar su constitución física.

Primeros comerciantes llegados a San Pablo 
    La señora Norberta Jiménez y el señor Antonio Domínguez llegaron a San Pablo en la década de 1950 procedentes de Píritu, realizando el trabajo de Bongueros. Norberta Jiménez y Antonio Domínguez traían productos del mar para la venta, cuando un machuelo al igual que un plátano, costaba medio real. Norberta Jiménez era partera y trabajaba la tierra cuando iba para el conuco. A veces se le oía decir: A mí no me importa irme al conuco sin comida, pero me molesta trabajar sin una mascá e tabaco.

El manantial de la Zorra
    El lugar conocido como el manantial de la Zorra debe su nombre, al hecho ocurrido allá por los años 1920 cuando el señor Cleto Guzmán, dueño del terreno, acostumbraba a colocar trampas con lazos para cazar conejos que muchos abundaban en esa zona. Una vez, en lugar de encontrar a un conejo halló una zorra y de ahí su nombre.

El primer radio
    El primer radio que había en el pueblo, lo tenía el señor  Musiú Guzmán, quien era el prefecto del pueblo e hijo de Nicolasa Guzmán. En el año 1944, Anastasia Guacarán y Juan Alvino, tomaban a los pequeños Pedro y Cruz Guacarán de las manos y se sentaban frente a la casa de Musiú Guzmán a oír el radio, que era lo que más distraía a los vecinos. Y así hacían la mayoría de los habitantes del pueblo. La casa de Musiú Guzmán estaba ubicada justo en la esquina donde está la casa de Ana Roux, calle Las flores o antiguo camino real.

El primer televisor
    En el año 1963 llegó a San Pablo el primer televisor, traído por la señora Asunción Ruiz conocida cariñosamente como La Choncha y para verlo cobraba medio real a las personas del pueblo. Los programas de la época que más se veían eran: El gran chaparral y El derecho de nacer, este último escrito por el cubano Emilio Bacardí nacido en la provincia de Santiago de Cuba e interpretado en el rol principal por Albertico Limonta.

El primer equipo de video Betamax
    El primer aparato de video fue traído a San Pablo por José Ramón Morales el mes de mayo de 1983. La casa de la familia Morales se llenaba de niños y jóvenes a ver películas, ya que este equipo era la atracción más interesante de ese momento.

Primera Medicatura Rural
    El primer dispensario se construyó en el año 1959, lugar donde radica y funciona el Liceo Bolivariano de San Pablo.

Oficina de Correos
    La primera y única Oficina de Correos que existió en nuestra población de San Pablo funcionó desde el año 1965 hasta el año 1984 y fue atendida por el señor Tomás Ramón Mata y luego por su hijo Juan Medina.

Juzgado
    Entre los años 1950 y 1960 se contaba ya en San Pablo con un Juzgado. Este se encargaba de administrar la justicia en el pueblo y sus caseríos. El juez era el señor Fidias Morales y el Alguacil era el señor Paúl Rebolledo.

 Primera planta eléctrica
    En el año 1948, fueron alumbradas por primera vez las calles y casas con luz eléctrica por una planta de marca International. Esta planta operada por el señor Emilio Alvino, fue gestionada ante el gobernador Jorge Mogna por los señores José Ramón Guzmán, Eusebio Noriega y Melecio Alemán.